El delantero Luis Suárez volvió este miércoles a Los Céspedes, el complejo deportivo de Nacional, club en el que se formó y debutó en Primera división, y su regreso estuvo marcado por las emociones.
El actual atacante de Barcelona y la selección uruguaya fue homenajeado con la inauguración de la cancha de césped sintético que llevará su nombre.
Recordando sus inicios allí y a personas que estuvieron siempre a su lado y que ya no están como el kinesiólogo Walter Ferreira, Suárez se emocionó y lloró. También cuando habló de la importancia que sus dos hijos conozcan el lugar dónde él empezo a jugar al fútbol hasta transformarse en uno de los mejores delanteros del mundo.
En el acto también hablaron el presidente del club, José Luis Rodríguez y el técnico que más dirigió al futbolista en juveniles, Ricardo Perdomo.
Suárez, que llegó al acto acompañado por su señora y sus dos hijos, hizo uso de la palabra ante los jugadores de formativas, entrenadores, dirigentes y medios presentes.
"No tengo nada preparado, voy a hablar lo que me salga", advirtió. "Primero, quiero agradecer a todos los que fueron participes de este día tan importante. Que a uno le pongan el nombre de una cancha es para sentirse orgulloso", comentó.
Luego, el atacante se emocionó. "Sé que mucha gente, que en paz descansen, fueron participes como "el Colorado" Charquero, Walter (Ferreira), que sé que él también siempre me había hablado de esto. Y hay muchísima más gente".
El delantero también envió un mensaje a los jugadores de inferiores. "A estos chiquilines, que valoren la posibilidad de poder entrenar en una cancha de césped sintético. A nosotros nos picaba para todos lados la pelota. Disfruten, van a pasar por momentos muy difíciles, nunca bajen los brazos", señaló.
Suárez volvió a emocionarse y cortar sus palabras. "No bajen los brazos, el fútbol tiene muchas revanchas y hay que aprovechar todas las revanchas. Yo he pasado por muchas".
"Soy reconocido porque salí de acá, de Nacional, como varios compañeros", comentó.
Luego, consultado por el encargado de conducir la ceremonia sobre su retorno a Los Céspedes, el salteño manifestó: "La sensación es de emoción, es de alegría, porque hacía mucho tiempo que no venía (...) Lo primero que quería es que mis hijos vieran de donde salí, donde fui creciendo como futbolista".
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