A pesar de una caída en el último año en el número de puestos de trabajo en la totalidad de la economía, el empleo femenino siguió aumentando su participación en el mercado laboral uruguayo, con un crecimiento sostenido de los puestos ocupados por mujeres.
Según los datos procesados por El Observador a partir de información compilada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), desde 2006 –tanto en contextos expansivos como de estancamiento del empleo en el mercado laboral– la ocupación femenina se mantuvo en crecimiento.
En el año 2006, el número de mujeres que tenían un lugar en el mercado de trabajo uruguayo no superaba 593.000. En seis años, ese número aumentó en 22%, a partir de la generación de 128.000 puestos de trabajo que fueron ocupados por mujeres. Eso implicó que la tasa de crecimiento del empleo femenino más que duplicó la de los hombres, de 10,1% en el mismo período.
Con un mayor crecimiento en los últimos años, la participación del sexo femenino en el mercado de trabajo tendió a aumentar, acercándose al equilibrio en materia de género. En el año 2006, el porcentaje de ocupadas era de 42,4%. Esa relación fue aumentando a favor de las mujeres año a año, a razón de cuatro décimas anuales, hasta el actual 44,7%.
Las series históricas muestran que, mientras el empleo masculino tuvo sus períodos de caída y recuperación, la ocupación femenina no hizo más que crecer año a año.
En 2010, el retroceso de 0,2% en el número de hombres uruguayos ocupados se vio compensada completamente por el crecimiento de 1,2% en el número de mujeres que ocuparon al menos un puesto de trabajo. De esa manera, la totalidad de uruguayos empleados creció 0,5%.
Durante el último año, en tanto, la cantidad de total de ocupados cayó 0,6%. Ese comportamiento se explicó completamente por la disminución en el empleo masculino, de 0,9%, mientras que el número de mujeres empleadas aumentó 0,2%.
El crecimiento sostenido del empleo femenino, llevó a que el porcentaje de las mujeres en edad de trabajar que efectivamente ocupan un puesto laboral pasara en seis años de 43,7% a 51,1%. Sin embargo, todavía queda un largo trecho para alcanzar los niveles de empleo de la población masculina, de 69,8% al cierre del último año.
Desempleo
Si bien el empleo entre las mujeres muestra un fuerte y sostenido incremento, ese fenómeno se vio acompañado por una mayor integración de la mujer al mercado laboral, que no en todos los años pudo ser absorbida por el crecimiento de los puestos de trabajo.
Tal es el caso de 2012, donde a pesar de un crecimiento de 0,2% en los puestos laborales ocupados por mujeres, el desempleo femenino registró un leve incremento, de 7,7% de la población económicamente activa, a 7,9%.
La tasa de desempleo femenino mide el porcentaje de mujeres que buscan, sin éxito, su incorporación al mercado laboral. De ese modo, un aumento en el número de mujeres que de forma activa buscan empleo, lleva a un incremento en el registro de desocupación. En el último año, 2.700 mujeres se incorporaron a la búsqueda de empleo, mientras que el número de ocupadas aumentó en 1.400.
Mientras que la tasa de actividad entre las mujeres es de 55,4%, en el caso de los hombres asciende a 73,2% de la población en edad de trabajar.