Las razas vacunas que dan un plus cuando hay sequía

Hay un conjunto de opciones que pueden resultar valorizadas a partir de los desafíos de esta primavera y verano:

• Las razas sintéticas que conservan la calidad de carne de las británicas con la adaptación que proporcionan las cruzas con razas índicas (Braford y Brangus).
• La Senepol, desarrollada en el Caribe para climas cálidos a partir de una raza senegalesa y otra inglesa (Red Poll).
• La Limangus, cruza de Angus y la francesa Limousine.
• Y la Criolla, con siglos de adaptación a las condiciones locales.

En Uruguay es un camino que se viene recorriendo desde hace tiempo, pero se potencia a partir del verano tan difícil que transcurre en este 2023. Criadores, productores y asesores técnicos especializados en razas confirman que las ventajas comparativas de estas razas han quedado mejor expuestas frente a las condiciones críticas.

“El problema del calor en verano fue, es y seguirá siendo estructural, tenemos datos de estrés calórico hace 40 años”, sostiene Álvaro Simeone, ingeniero agrónomo experto en nutrición animal y asesor técnico de la raza Senepol.

Es bastante probable que dado lo duro de estos últimos tres años, le haya ido mejor en forma genérica a las razas híbridas. Son más baratas de mantener, más eficientes en la conversión de alimento en carne y resistentes a la pérdida de peso.

Existen evidencias científicas de una significativa disminución de la actividad de pastoreo de animales de razas británicas en el verano durante las horas de mayor temperatura, con una pérdida de potencial de hasta 40% en el caso de los novillos Hereford.

“La nutrición es el principal factor de producción en la ganadería pastoril de Uruguay, pero se sabe que el verano en Uruguay constituye una situación de estrés térmico que no permite capitalizar los esfuerzos realizados en este sentido, por lo que el uso de biotipos más resistentes al calor es una vía de mejora productiva en la ganadería del Uruguay”, resume el primero de los Cuadernos Senepol, publicado en octubre de 2016. El tercero de estos trabajos, que detalla la investigación aplicada a la raza en Uruguay, será editado este año para la Expoactiva Nacional (se hará del 14 al 18 de marzo).

Brangus

La raza Brangus es la tercera en número de reproductores vendidos en Uruguay detrás de Hereford y Angus, las mayoritarias en el país. Se venden en remates entre 300 y 400 toros Brangus anuales, 10% para cabaña y 90% para productores comerciales. Esto refleja que “la gente está usando Brangus para cruzar” afirmó Adrián Duarte, presidente de la Sociedad de Criadores de Brangus del Uruguay.

La investigación para la cruza de Angus con ganado índico cebuino de la raza Brahman comenzó en Estados Unidos en 1932 y en Argentina se instaló con fuerza desde la década de 1960. Se buscaba complementar la falta de adaptación a las altas temperaturas y la parasitosis extrema de las razas británicas dominantes –con excelentes condiciones carniceras– que llevaban a animales de lento desarrollo. El Brahman, por su rusticidad, aporta resistencia al calor y adaptación a pastos de menor calidad, además de un muy buen desempeño reproductivo.

“Estos dos últimos años calurosos y muy secos en el norte pusieron a prueba al ganado. En campos sin nada para comer, con algún fardo y agua, el ganado se mantiene en buena condición corporal”, dijo Duarte.

Los animales pastan durante más tiempo, mientras que otras razas buscan sombras y aguadas en las horas de más calor. También pueden caminar más manteniendo la condición corporal. Se nota claramente la diferencia, afirmó el presidente de la sociedad de criadores. El rendimiento de ganado gordo Brangus de verdeo en cuarta balanza es de 56% y de 51% en los animales de campo.

“En verano ganan más peso, y en seca con poco alimento demoran más en perder peso”, sostiene Duarte. En el destete precoz “largan a comer con dos o tres días de adaptación en lugar de 10 días, es un ganado muy inteligente”.

La raza viene creciendo rápido y en la zona de Artigas, bien al norte, hay mucha gente pasándose al Brangus, tanto por la tolerancia al estrés calórico como por la resistencia a la garrapata que exhiben como consecuencia del pelo corto y el cuero más flojo: la garrapata se agarra menos.

La carne es comparable a la Angus, con muy buen marmoreo y área de ojo de bife.

Braford

Alberto Stolovas es pionero en cría de la raza Braford (Brahman + Hereford) en Artigas. El punto de inflexión en su caso fue la seca de 1988-89. La define como “peor que esta, más norteña, y sin tantas posibilidades de aplicar tecnología”.

En el campo de su familia solo sobrevivió el ganado con componente cebuino. “Seguimos ese camino, con animales adaptados al estrés calórico, a la pastura de menos calidad –comen ramas, cáscara, pasto seco– y la baja calidad de agua”, dijo.

Este biotipo sintético tiene 5/8 de razas británicas y 3/8 de razas índicas. Se destaca por su eficiencia en los meses de calor debido al pelo corto y “mucho cuero” que disipa mejor el calor. A su vez pierde menos humedad por la respiración. Los inviernos no le pegan como al índico puro. Soporta el frío por el buen engrasamiento subcutáneo de su linaje británico.

Se adapta a rotaciones de parcelas rápidamente y la demanda de animales Braford para corrales de engorde en verano es cada vez mayor, porque comen con más eficiencia y la conversión de alimento en carne es más rápida.

En un país que está tomando medidas estructurales para el cambio climático y la sostenibilidad de la producción, “es un biotipo para consumirlo en nuestro sistema productivo, un animal que la industria persigue”, afirmó Stolovas, quien preside la Sociedad de Criadores de Braford y Cebú del Uruguay, que reúne a unas 35 cabañas.

“La rentabilidad es la prueba”, sostiene, “llevamos más de 30 años criando Braford con una empresa que no tiene otro ganado”.

Senepol

Álvaro Simeone analizó varias razas con el objetivo de introducir al país una que fuera específicamente resistente al calor, y con carne de calidad equivalente a las razas británicas. “Queríamos una raza Taurus, no índica”, apuntó.

En la Senepol encontró la información más consistente. Una cruza de la senegalesa N’Dama y la inglesa Red Poll desarrollada para soportar el clima de la isla caribeña de Saint Croix.

“En el marco de una estrategia de introducción de la raza hicimos una serie de pruebas con 400 vacas Angus: 200 vacas Angus con Senepol (resultado Senangus) y 200 vacas Angus con Angus”.

Su performance fue seguida hasta la faena, la carcasa, la canal y después la carne, el desosado, comparando los pesos de cortes y haciendo pruebas de terneza y resistencia al corte.

En invierno no existían diferencias entre los Angus puros y los Senangus. En primavera y verano sí. Los animales cruza con Senepol consumieron menos y ganaron más kilos, la eficiencia de conversión fue mejor.

“Empezamos a estudiar la performance de las vaquillonas y vimos que las cruza eran púberes a edades más tempranas, una característica deseable, aptas para el entore a los 15 meses”, señalo.

Todos estos estudios fueron publicados en dos cuadernos técnicos y “recién ahí salimos al público, con la información generada”. Hasta ahora se han vendido unos 160 toros a 60 empresas, y se formó la asociación de criadores con cuatro cabañas y criadores.

Limangus

La cruza de la raza francesa Limousine con Angus fue desarrollada en la pampa húmeda de Argentina. “Viendo los buenos resultados, desde el año 2000 empezamos a importar genética, en 2005 hicimos los primeros remates y en 2018 fundamos la Sociedad de Criadores de Limangus”, relató su presidente, Juan Godiño.

Son animales rústicos que pastan muy bien en horas calurosas, mantienen buen estado y aptitud reproductiva en condiciones de estrés, y tienen buen porcentaje de preñez. Por su eficiencia en cualquier sistema de producción agregan valor en toda la cadena cárnica. Su tamaño moderado, rústico y de bajo requerimiento hace que sea muy eficiente a la hora de convertir alimento en carne.

En Argentina se aceleró el crecimiento de la raza en los últimos cuatro años, ante las evidencias de un rinde en faena de 2% a 5% mayor que otras razas. Se distingue por tener menor porcentaje de hueso y el mayor volumen de los cortes traseros. “Puede rendir de un 10% a un 15% más en dinero versus un novillo del mismo peso de otra raza”, según Fernando Luis, presidente de la Asociación de Productores Argentinos de Limangus. Esto traccionó la demanda impulsada por los feedlots y frigoríficos.

Las terneradas son cada vez más destacadas, señala Godiño, al sumar generaciones de Limangus seleccionado con muy buenos desempeños que son buscados por invernadores que conocen las cualidades de la raza.

Resistencia al cambio

El crecimiento de las razas sintéticas en los campos uruguayos y las cruzas con estas es esperable, técnicamente y empresarialmente razonable, considera Álvaro Simeone.

Pero la perspectiva de innovar genéticamente puede ser traumática para ganaderos identificados con una raza.

El debate con quienes eligen seguir una raza permanece abierto.

Alberto Stolovas traza una comparación con los cultivos: “El trigo o la soja de hoy no son las mismas variedades que plantaba el padre o el abuelo; en ese sentido en ganados hay cierta resistencia al cambio”.

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