Un hombre de 44 años oriundo de Paysandú fue condenado por la Justicia por “un delito de difusión de material pornográfico infantil”, tras haberle sacado fotos a su hijastra de nueve años en ropa interior mientras dormía. Aunque al principio negó que hubiera sido él quien sacó la foto, alegando que la había descargado de internet, finalmente reconoció su culpabilidad. Mediante un proceso abreviado, la Justicia le impuso una combinación de penas sustitutivas a la prisión, como el arresto domiciliario total, parcial y concurrencia a la seccional policial.
La madre de la víctima, que desde hacía siete años estaba en pareja con el hombre, hizo la denuncia ante la Unidad Especializada en Violencia Doméstica y Género de la Jefatura de Policía de Paysandú a comienzos de febrero. Según dijo, revisando el celular del hombre encontró la imagen entre los archivos borrados. Si bien la cara de la menor no se veía, la mujer reconoció la ropa interior fotografiada y una mancha de nacimiento en la espalda de la pequeña. Su pareja, sin embargo, le dijo que había descargado la foto de internet. Por eso, antes de denunciar y de manera preventiva, reenvió las fotografías por WhatsApp a su propio celular.
El fiscal a cargo del caso, Carlos Motta, explicó a El Observador que el juez de familia enseguida dispuso una orden de restricción de acercamiento y que el hombre la acató. La fiscalía, por su parte, procedió a investigar sobre la posibilidad de que se configurara un delito de difusión de material pornográfico infantil.
El celular del sospechoso fue incautado y la policía científica pudo determinar que la foto no había sido descargada, sino que había sido tomada con ese dispositivo. Como el padrastro de la niña la había subido a la nube —es decir, la había almacenado en internet—, probándose así la "difusión" del material, el fiscal Motta solicitó a la Justicia su detención.
El hombre terminó reconociendo la autoría del delito, y la defensa solicitó que se le realizara un proceso abreviado que permitiría la reducción de la condena. El fiscal Motta aseguró que la fiscalía accedió "para no exponer a la niña, que nunca supo que el caso se estaba resolviendo en la Justicia". De todos modos, el Ministerio Público pidió que le hicieran una pericia médica, pero la hipótesis de violación o abuso sexual fue descartada.
El hombre recibió como pena dos meses de arresto domiciliario total, tres meses de arresto domiciliario desde las 20 hasta las 7 horas, y tres meses de libertad vigilada, teniendo que presentarse todas las semanas ante la comisaría de su jurisdicción.
Motta explicó que no consideró pedir tratamiento psicológico porque, a su entender, esta materia competía al juez de familia que ya había tomado el caso. El fiscal dijo que su prioridad era que el hombre fuera condenado y le quedaran antecedentes. Además agregó que "es una suposición que el tratamiento psicológico hará que el hombre no lo vuelva a hacer".
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