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Licencia de conducir ya no tendrá algunos datos sobre salud para evitar discriminación: el caso que impulsó el cambio
El chofer profesional Darwin Viana tuvo un problema cardíaco a comienzos del año pasado del que logró recuperarse. Pero al renovar la licencia de conducir en la Intendencia de Montevideo (IM), el nuevo documento dejó constancia de esos antecedentes de salud mediante los códigos P02, P11 y P63. Bastaba con una simple búsqueda en Google para descifrar que el conductor había sufrido dolencias del corazón. Viana asegura que por esa razón lo llegaron a rechazar en ofertas laborales a las que se postuló. A partir de este caso, los intendentes acordaron hacer cambios en la licencia de conducir para eliminar del documento la información de salud que no pueda ser verificada por el inspector de tránsito en la calle.
El caso llegó al área jurídica de la Intendencia de Montevideo, según surge del expediente completo al que accedió El Observador. El informe del abogado Jorge De Ávila reconoció el "conflicto" generado cuando los códigos de restricciones de salud se hacen de "dominio público", de modo que "no solamente los inspectores sino que cualquier persona que tome contacto con la licencia" puede obtener la información.
El abogado admitió que "podría hacerse lugar" al reclamo del conductor si hubiera patologías que "no resulten relevantes para el posterior control" en la calle. La sala de abogados del Congreso de Intendentes tomó nota de ese planteo y concluyó que "solamente debería constar en el documento" aquellas correcciones a "deficiencias físicas que sean efectivamente verificables por el inspector de tránsito", pudiendo quedar de lado aquellas que no sean "relevantes para el control del tránsito".
¿Cómo terminó todo? Para el caso concreto del afectado, el Congreso determinó que se le entregara un nuevo documento sin la constancia de las restricciones y sin costo para su renovación. Pero el tema abrió además una discusión más amplia para suprimir esos datos de la licencia de conducir, de acuerdo a lo resuelto por los intendentes en su último plenario de la semana pasada.
El director de Asuntos Vehiculares del Congreso, César García, quiere ir más lejos, y eliminar todas las restricciones de salud que hoy constan en los documentos, tan variadas entre sí como pueden ser una afección cardíaca o la necesidad de manejar con los lentes puestos. "La burocracia se resiste a perder espacios. Te piden exigencias que no se necesitan, quieren gestionar cosas que exceden las competencias", dijo el consejero a El Observador.
El tema tendrá su puntapié inicial este miércoles en la Comisión Asesora de Tránsito, que integran García (colorado), Juan Pígola (nacionalista, director de Tránsito de la Intendencia de Maldonado) y Marcelo Metediera (comunista y jerarca de Tránsito de la Intendencia de Canelones).
"Yo voy a decir que estoy al amparo de la libertad. Lo que me importa es el dictamen jurídico", indicó el consejero García, quien además es el coordinador del Sucive. "¿Cuál es el sentido de que estén (los datos sobre restricciones de salud)? Si te dieron la libreta, significa que podés manejar", declaró el dirigente colorado, quien añadió que Pígola está alineado en ese planteo.
Metediera, de Canelones, es más cauto. "La idea es trabajar para sacar todos los códigos de restricciones de salud salvo aquellos que sean necesarios para la fiscalización. Cuando lo discutimos en el congreso pasado, yo dije que estamos de acuerdo –en representación del intendente Yamandú Orsi–, pero que sea con asesoramiento médico para determinar cuáles son las que se sacan y cuáles no", señaló el jerarca a El Observador.
