Parece difícil, pero alguien lo consiguió. Y fueron justo los alemanes, siempre elogiados por su pulcritud y orden. Es que la euforia por conseguir el título de campeón del mundo pudo más, y durante los festejos en Berlín alguien rompió un pedazo del trofeo más deseado del mundo deportivo: la Copa del Mundo de la FIFA.
Lo reconoció nada menos que Wolfgang Niersbach, presidente de la Federación Alemana de fútbol: “En algún momento una pequeña pieza de la Copa del Mundo se salió. Pero no se preocupen, tenemos especialistas que la van a arreglar. Estamos investigando persistentemente como pasó, pero la conclusión se cerró sin resultados”, dijo al diario Die Welt.
En realidad, el trofeo que levantaron los alemanes se trata de una réplica de la que Phillip Lahm alzó en la final. El trofeo origina, de oro macizo de 18 kilates, queda en poder de la FIFA, y está valuados en más de US$ 10 millones.
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