Los católicos superan en cantidad a los protestantes por primera vez en la historia de Irlanda del Norte

El Ulster, una de las cuatro provincias históricas de Irlanda, ha estado dividido entre los unionistas, en su mayoría protestantes y partidarios de la integración al Reino Unido, y los republicanos, principalmente católicos y defensores de la unificación de la isla de Irlanda.

Los resultados del censo arrojan que en la actualidad 42,3% de la población se identifica como católica, contra 37,3% que lo hace como protestante o se identifica con otras ramas cristianas. En términos más generales, 45,7% de los norirlandeses se declararon católicos o educados en la religión católica, mientras 43,5% se declararon protestantes o educados en esta religión.

Los datos representan un punto de inflexión con relación al último registro censal, que data de 2011. En esa ocasión, el 48% de los encuestados se definió como católico o adherente de otras ramas cristianas, contra el 45% que respondió ser protestante.

Luego de la independencia de Irlanda del Reino Unido, en 1922, Irlanda del Norte, que había sido creada por la corona británica un año antes, siguió dependiendo políticamente de Londres, y siempre mantuvo una mayoría protestante.

En ese contexto, unas 3.500 personas murieron durante el conflicto armado de 30 años entre la guerrilla republicana y católica del Ejército Republicano Irlandés (IRA) y las fuerzas militares británicas, conflicto que incluyó atentados, encarcelamientos masivos, secuestros y matanzas de civiles.

El conflicto culminó en 1998 con la firma de los Acuerdos de Viernes Santo entre Irlanda, el Reino Unido y los republicanos y unionistas del Ulster. El acuerdo fijó que el territorio era parte del Reino Unido, pero también que su frontera con Irlanda permanecería abierta, además de obligar a ambos sectores a compartir el Ejecutivo autónomo de la región.

El acuerdo, además, obliga a Londres a organizar un referéndum si llegara en el algún momento a “parecer probable” que “una mayoría de votantes expresara el deseo de que Irlanda del Norte ya no forme parte del Reino Unido", según la letra de lo acordado.

El dato no pasó desapercibido para los analistas políticos locales, que ven en el resultado del censo una posible consolidación del Sinn Féin, el heredero político del IRA que en mayo pasado ganó por primera vez las elecciones locales.

La vicepresidenta del Sinn Fein, Michelle O'Neill, saludó el resultado del censo realizado entre los casi 2 millones de habitantes de Irlanda del Norte como "una clara señal de un cambio histórico en curso en esta isla y de la diversidad de la sociedad".

Según los medios locales, los resultados podrían volver a poner sobre la mesa el debate sobre una posible reunificación de la provincia del norte con la República de Irlanda, pese a que los unionistas habían intentado minimizar lo que significaría una mayoría católica con relación a la realización de un referéndum de independencia.

Con respecto a la identidad nacional, un dato clave de cara a un posible referéndum, el 31,9% de la población se identificó únicamente como británica, un 29,1% como irlandesa y un 19,18% como norirlandesa, según detalló la cadena de televisión BBC. El informe agrega que un 47% de los censados tiene únicamente pasaporte británico, mientras que un 27% se traslada exclusivamente con el irlandés.

Para algunos, las nuevas cifras son una señal en el camino hacia una Irlanda unida. John Finucane, un destacado miembro del Sinn Fein, pidió preparativos para la “posibilidad de un referéndum de unidad”. “La partición de Irlanda ha sido un fracaso. Podemos construir un mejor futuro juntos, para cada persona que vive en esta isla”, dijo el diputado tras conocerse los resultados del censo.

Sin embargo, se requiere precaución al interpretar los resultados y sus aplicaciones políticas, dijo a Al Jazeera Peter McLoughlin, profesor titular de historia política en la Universidad de Queens en Belfast. “Si bien podemos decir que existe un vínculo muy fuerte entre la religión y la orientación política, hay excepciones a la regla en ambos lados”, dijo McLoughlin.

Kellie Armstrong, representante del partido Alianza en la legislatura local, dijo a Al Jazeera que las cifras del censo demuestran que muchas personas como ella no quieren ser “encasilladas” como británicas o irlandesas. “Simplemente muestra que ya no somos un lugar de dos partes, que en realidad somos una Irlanda del Norte más pluralista y mucho más diversa”, dijo.

El censo elaborado en 2021 es el primero desde que Irlanda del Norte y la República de Irlanda concretaron una extensa y profunda reorganización municipal en 2015, y desde el referendo de salida de la Unión Europea, celebrado en 2016.

La publicación de los resultados se produce, además, en momentos en que Irlanda del Norte atraviesa un estancamiento político por las diferencia entre el Sinn Féin y del Partido Unionista Democrático que impiden a ambas fuerzas mayoritarias reeditar la alianza que garantizó hasta el momento el cumplimiento de los acuerdos de paz de 1998.

Lo que está claro es que tanto unionistas como republicanos deberán ir más allá de aquellos que se identifican como católicos, protestantes, británicos o irlandeses para tener suficiente apoyo para su causa.