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Los colorados, el “socio leal del gobierno”, ya cambiaron a cuatro de los seis integrantes iniciales del gabinete
Con un breve acto junto a Francisco Bustillo en el Palacio Santos, Nicolás Albertoni prevé asumir el jueves como subsecretario de Relaciones Exteriores en sucesión de Carolina Ache, que renunció este lunes algunos minutos antes que Ciudadanos –su sector– se reuniera para evaluar si le retiraba la confianza por su actuación en la entrega del pasaporte al narcotraficante uruguayo Sebastián Marset.
Con su asunción, el oficialismo pretende cerrar la página de este caso, mientras que la oposición señala que hay más responsables y apunta las baterías hacia el Ministerio del Interior, dado que fue el subsecretario Guillermo Maciel quien se comunicó con Ache y le transmitió que era un delincuente “muy peligroso y pesado” cuya liberación sería “terrible”.
La renuncia de Ache es la sexta desde el inicio del gobierno de Luis Lacalle Pou, y la cuarta de un jerarca del Partido Colorado. A su vez, de los seis dirigentes de la colectividad fundada por Fructuoso Rivera que el 2 de marzo de 2020 asumieron para liderar los diferentes ministerios, solo dos (Walter Verri como subsecretario de Industria y Tabaré Hackenbruch de Vivienda) continúan en los cargos.
Dentro de Ciudadanos, la salida de Ache supondrá que los tres miembros designados por el sector al comienzo de la administración hayan dejado el gobierno. Ernesto Talvi renunció en julio de 2020 y Carlos María Uriarte lo hizo en junio de 2021, mientras que Germán Cardoso –que pertenece a Batllistas– se fue en agosto del año pasado.
Aunque los cambios obedecieron a diferentes razones, esta situación choca con parte del discurso de “socios leales del gobierno” que han pregonado los colorados como un rango distintivo de Cabildo Abierto –que en algunas ocasiones incluso ha votado con el Frente Amplio algunos proyectos de ley– ya que suponen pequeñas crisis que ha tenido que sobrellevar el oficialismo.
La primera, y quizás más impactante, fue la salida de Talvi, que terminó alejándose de la política pese a que llegó a ser el ministro más popular del gabinete. El economista, que fundó Ciudadanos y fue candidato presidencial, renunció tras decir que no estaba dispuesto a señalar que en Venezuela había una dictadura, lo que provocó un entredicho con Lacalle Pou.
El cambio de Uriarte, en tanto, obedeció a razones políticas, ya que en Ciudadanos no estaban conformes con su desempeño, principalmente por cuestiones de coordinación, y también porque era un técnico que había llegado con Talvi.
Ahora, la renuncia de Ache se produjo antes que el sector discutiera en una reunión de bancada si le mantenía la confianza, con varios dirigentes que estaban afines a pedir su salida debido a la omisión de informar sobre el contenido de la conversación con Maciel.
La "vara alta"
Si bien dentro del grupo reconocen que el cambio se enmarca en una crisis para el gobierno, en parte porque fue el Frente Amplio quien accedió a los chats a partir de una denuncia en la Justicia, entienden que es diferente a los anteriores y que será bien valorado a largo plazo porque expuso los principios y valores que pregona Ciudadanos, más allá de que quedó en soledad dentro de la coalición.
Es que más allá de la decisión de Ache, el tema había provocado tensiones internas en el grupo aunque no había observaciones sobre la "probidad moral y la buena fe con la que actuó", tal como transmitió una fuente del sector.
El líder de Ciudadanos, Adrián Peña, lo resumió en una entrevista con el programa En Perspectiva en la que manifestó que ponen la vara "muy alta" para los dirigentes que se están desempeñando en funciones públicas.
“Ponemos una vara de exigencia muy alta y cuando ocurren situaciones de este tipo, que tienen sus grises, a pesar de ser personas muy queridas con las que compartimos mucho tiempo e instancias, uno mira para el costado y toma las decisiones que tiene que tomar. Esa es nuestra línea de acción en política”, manifestó.
De esta forma, se distanció de otros pronunciamientos como el del presidente Luis Lacalle Pou, que expresó su respaldo personal a Ache y de los dirigentes de Batllistas, que entendían que no hay razones suficientes como para que la vicecanciller renunciara o fuera destituida.
En una rueda de prensa la semana pasada, el presidente había respaldado a Ache señalando que la Justicia está investigando el tema pero que las investigaciones administrativas habían concluido que ninguno de los jerarcas del gobierno cometió irregularidades. Este lunes, luego que Ache le comunicó su decisión, Lacalle Pou volvió a darle su respaldo personal.
En una línea similar se pronunció el líder de Batllistas, el expresidente Julio María Sanguinetti, que lamentó la salida y la atribuyó a diferencias internas de Ciudadanos.
