Los momentos en que el GACH recomendó reducir la movilidad

Varias voces reclamaron cuarentena obligatoria o medidas más restrictivas para limitar los contactos, tanto de colectivos médicos como políticos. Sin embargo, el presidente Luis Lacalle Pou hizo énfasis en el término de "libertad responsable" y en la última conferencia de prensa de este miércoles dejó en claro que la cuarentena obligatoria no está en los planes.

"¿A qué se refieren?", preguntó el mandatario cuando fue consultado por las solicitudes para restringir la movilidad.

La situación del virus en Uruguay se está desacelerando, según los últimos datos, y eso llevó al gobierno a reabrir las fronteras para uruguayos y residentes extranjeros.

A mediados de diciembre, el Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) había recomendado disminuir las actividades que implicaran movilidad social, debido al crecimiento exponencial de los casos de cara a las fiestas y las vacaciones de verano.En conferencia de prensa el 16 de diciembre –horas antes de que Lacalle Pou anunciara el cierre de fronteras, la reducción del aforo en ómnibus departamentales y teletrabajo para el sector público–, el coordinador general del GACH, Rafael Radi, se refirió a la disminución de la movilidad para mitigar el virus.

"Como estrategias generales está la disminución de la movilidad, del número de contactos, de burbujas o si es posible solo una y que sean chicas, evitar actividades en lugares cerrados, disminuir los tiempos de exposición y aprovechar el aire libre de forma responsable". 

En esa oportunidad, añadió que "todo lo que colabore a disminuir la movilidad, ayuda" a contener al virus, aunque aclaró que la decisiones políticas consideran "otros impactos sobre la salud" más allá del covid-19.

Al mismo tiempo, Radi dijo que el lockdown o cierre total de las actividades era considerada una "última medida" y había otras acciones previas que se podían aplicar. "Le hemos proporcionado al gobierno el abanico de todas las opciones", apuntó.

En la misma línea, el informe que presentó dos días antes el equipo de expertos al gobierno, señalaba que "se sugiere contemplar medidas adicionales para la reducción de la movilidad que generen la mínima disrupción posible", y entre ellas mencionaba la efectivización de teletrabajo en el ámbito público, los incentivos al teletrabajo en el subsector privado, fiscalización estricta y control de aglomeraciones en ámbitos en los que existe evidencia de mayor riesgo de transmisión.

En la conferencia anterior, del 5 de noviembre, el coordinador Henry Cohen expresó que, a ocho meses de iniciada la pandemia en Uruguay, el país había "aprendido a convivir con el virus haciendo un uso responsable de la libertad".

Si bien el riesgo de contagio es menor en los espacios abiertos, las aglomeraciones pueden favorecer la propagación, por este motivo, señaló que se debía estimular el "uso responsable de los espacios públicos abiertos" ya que este uso es un indicador de la calidad de vida de los ciudadanos".

Ese fue uno de los argumentos que utilizó Lacalle Pou en la última conferencia, cuando se refirió a las recomendaciones de realizar actividades al aire libre. "Asistir a la playa, a un parque o a una plaza está recomendado" y expresó que "a la gente le hace bien". "Porque hay una enfermedad que está en la vuelta, que todavía no sabemos valorar cuál es, que es la enfermedad mental, el estrés que ha generado todo este tema, la angustia. Gente que pasa todo el día en la casa tiene que tener el derecho a salir, y más si se cuida", resaltó.

En julio, cuando la enfermedad estaba en una etapa caracterizada por brotes, Radi dijo que el desconfinamiento estaba avanzando en Uruguay, lo que traía riesgos de rebrotes y, en ausencia de vacunas o tratamientos exitosos, "las medidas de intervención no farmacológicas son esenciales para minimizar ese riesgo".

En la misma línea opinó Cohen, que dijo que con mayor movilidad social, se debía minimizar el número de personas con el que se mantiene contacto, por lo que era imprescindible disminuir las actividades sociales. “No nos gustaría seguir viendo noticias que hay fiestas y reuniones sociales con muchas personas”, dijo el experto.

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Otras voces

Además de los coordinadores, otros integrantes del GACH recomendaron reducir la movilidad. Es el caso del infectólogo Julio Medina, que a través de su cuenta de Twitter opinó a fines de diciembre que en Uruguay se debía "restringir nuestra movilidad e interacción física" para desacelerar la propagación del virus.

"Cuando en promedio sumemos 125 casos diarios durante dos semanas y conjuntamente la tasa de positividad sea mayor al 4% durante una semana, entonces entraremos a la zona roja del mapeo de colores (porque cumpliríamos el primer criterio de alto riesgo)", opinó en ese entonces. Semanas después, Uruguay alcanzó el nivel de riesgo rojo.

Hace unas semanas, el matemático Marcelo Fiori, que integra el GACH, explicó que en base a los estudios realizados en otros países no había "ningún país de la lista de 27" que estudian los científicos, "que haya logrado bajar la curva sin tener una reducción de la movilidad importante", dijo en entrevista con radio Sarandí.