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Los motivos por los que Uruguay tiene controlada la pandemia, según revista médica británica
La revista médica británica British Medical Journey (BMJ) publicó un artículo en el que destaca el control de la pandemia en Uruguay y explica los motivos que llevaron al país a ser una especie de oasis en América Latina.
"Uruguay sigue dando esperanza" a la región, señaló Marcos Espinal, del departamento de Análisis de Salud y Enfermedades de la Organización Panamericana de la Salud. Según dice el artículo, la respuesta de Uruguay puede enseñar varias lecciones tanto a la región como al resto del mundo y una de ellas es cómo hacer pruebas más eficientes.
Las acciones rápidas del presidente Luis Lacalle Pou es lo primero que resalta la nota, y pone como ejemplo cerrar las escuelas y pedir a la población que se quede en casa y proteger a los más vulnerables en vez de tomar medidas más coercitivas. Además, se remarca que esa rápida acción enlentenció la propagación del virus y le dio tiempo al país para preparar los hospitales, los sistemas de testeo. Es decir: se paró la propagación antes de que se dieran los contagios masivos y se propagara de manera exponencial como sí pasó en otros países.
Como ejemplo pone el caso del primer brote y cómo los científicos asesores del gobierno siguieron la línea epidemiológica y los contactos en el casamiento en las primeras 24 horas. Lo mismo sucedió luego con el resto de los brotes que hubo en el residencial de ancianos, en los hospitales y en Rivera. Eso permitió que los contagios se controlaran entre la segunda y la tercera línea de contacto.
En todos los casos las decisiones siempre pasaron por el equipo científico asesor del gobierno, resalta el artículo.
Otro motivo por el que Uruguay viene ganando es por los testeos. Hace 233,7 pruebas por caso positivo. El texto compara la situación con Argentina, donde esa relación es de 1,7 por caso.
También resalta el testeo en cadena, que implica realizar las pruebas de covid por grupos y, al encontrarse un caso positivo, se volvía a armar grupos de personas a testear que hayan tenido contacto con la primera infectada. Esta técnica es útil cuando la prevalencia del virus es baja, como en Uruguay, donde está por debajo del 1%.
