El presidente de Estados Unidos Joe Biden será el anfitrión de una cumbre en la que recibirá a su homólogo chino, Xi Jinping y a jefes de estado de otros 20 países miembros del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en la ciudad de San Francisco, en la costa oeste estadounidense.
La APEC fue concebida hace tres décadas cuando Estados Unidos consideró que un intercambio comercial robusto le serviría de trampolín hacia las economías del Asia Pacífico. Sin embargo, en estos 30 años, el despliegue de Beijing cambió el escenario, especialmente en esa región del planeta.
Ahora, la administración de Biden presiona en la APEC por un pacto económico limitado y en los últimos meses intensificó las sanciones contra China, país que puso en cuestión la primacía global de Estados Unidos. Sin embargo, en la previa de la APEC, las diplomacias de las dos potencias dicen buscar mayor estabilidad.
Con las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2024, es muy difícil que Xi Jinping sea invitado a Washington, de modo que la cumbre de APEC es una oportunidad para ambos mandatarios repasen la agenda de un mundo convulsionado.
El encuentro será este miércoles. No se ven cara a cara desde noviembre del año pasado, cuando lo hicieron en la cumbre del G20 en Bali. Al conflicto de Medio Oriente y la guerra en Ucrania, en la agenda de ambos presidentes estarán las elecciones de enero de 2024 en Taiwán.
Washington tiene como aliado al actual gobierno de esa isla pero el tablero puede cambiar aunque las encuestas dan pocas probabilidades de que asuma un gobierno que se acerque a Beijing.
Entre los candidatos se encuentran el alcalde de Nueva Taipéi, Hou Yu Ih, del Kuomintang (KMT) y el presidente del Partido del Pueblo de Taiwán, Ko Wen Je, con mejor sintonía con el Partido Comunista de China. La actual presidenta Tsai Ing Wen, que fue reelegida en 2020, no puede presentarse de nuevo para un tercer mandato.
Sin embargo, el oficialista Partido Progresista Democrático (PPD), de buen vínculo con Washington, tiene como candidato a Lai Ching Te, quien encabeza los sondeos.
En la APEC se habla de "economías" en lugar de "países", para evitar el conflicto que genera la presencia de Taiwán, que no está reconocida como nación por las Naciones Unidas. Taiwán estará representado por el empresario Morris Chang.
Del lado latinoamericano, el mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO) confirmó presencia y es esperado el jueves en San Francisco aunque estuvo a punto de suspender su presencia porque se niega a reconocer como presidenta de Perú a Dina Boluarte, sucesora del encarcelado Pedro Castillo, quien en diciembre fue detenido.
A pesar de las tensiones, Boluarte debe llegar el martes a San Francisco, donde también es esperado el mandatario chileno, Gabriel Boric. A última hora fue invitado en calidad de observador el mandatario de Colombia, Gustavo Petro, cuyo país busca ser incorporado al foro.
"Ahora nos reuniremos con Estados Unidos, China y otros países de América y Asia en California para inscribir a Colombia en las economías del Pacífico, la región económica más importante del mundo", escribió Petro este domingo en X.
Quien no es esperado en la cita es el presidente ruso, Vladimir Putin. Moscú estará representada por el viceprimerministro Alexei Overchuk, el ruso de más alto nivel a que pisa Estados Unidos desde la invasión de Ucrania.
Entre los aliados de Estados Unidos que asistirán a la APEC están el primer ministro australiano, Antony Albanese; el primer ministro japonés, Fumio Kishida; y el presidente surcoreano, Yoon Suk Yoel. Antes de volar a San Francisco, Biden ofrecerá una bienvenida en la Casa Blanca al presidente saliente de Indonesia, Joko Widodo.
San Francisco fue elegida por sus lazos históricos con Asia y su papel central en la tecnología mundial, pero es poco probable que la APEC pueda dejar de lado la guerra entre Israel y Hamás.
Entre los miembros de la APEC no sólo se encuentra Indonesia, el país de mayoría musulmana más poblado del mundo, sino también la vecina Malasia, donde el primer ministro, Anwar Ibrahim, se dirige a San Francisco desafiando los llamamientos de la oposición al boicot por el apoyo de Estados Unidos a Israel.
(Con información de agencias)
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