El pase de Darwin Núñez a Benfica rompió el récord como el más caro de la historia de la Segunda división de España, en una operación que se cerró a cambio de € 25 millones en su totalidad.
Con una sola temporada en la La Liga Smartbank, tal es su nombre, y 16 goles anotados en Almería, al delantero artiguense formado en Peñarol le fue suficiente para dar al salto a un equipo de Primera división, un histórico de Portugal y del fútbol europeo.
Además, su desempeño en el ascenso español también le permitió llegar a la selección uruguaya, a pesar de no estar en la máxima categoría de España, si bien ya tenía pasado en las juveniles celestes.
Su equipo avanzó hasta los playoffs por el ascenso, pero no pudo subir. Luego, Núñez pasó a Benfica y se despidió de Almería, cuyos jeques árabes propietarios del club cerraron un gran negocio con el atacante, al que pagaron a Peñarol, por el 80% del pase, € 8 millones.
Para los carboneros también fue un negocio redondo, porque además de ese primer ingreso, al poseer el 20% de la ficha del delantero, embolsarán una cifra cercana a los € 4 millones, luego de descontar las comisiones que le corresponden al futbolista (20%) y al empresario (10%).
Tras la buena experiencia con Núñez, Almería fichó a dos atacantes juveniles con pasado en la celeste, buscando repetir la fórmula: Cristian Olivera, de Rentistas, y Juan Manuel Gutiérrez, de Danubio.
Ambos llegaron por poco más de € 700 mil, cada uno, según el sitio especializado Transfermarket, y los equipos uruguayos mantienen parte de las fichas para un posible futuro traspaso, una fórmula de negocio que hoy en día ha ganado fuerza entre los clubes.
Nicolás López, presidente de la Sociedad Anónima Deportiva de Rentistas, consideró que el ascenso español “es un mercado muy atractivo para los jugadores y también para los clubes uruguayos”. “Es un trampolín para que los futbolistas crezcan, se potencien en Segunda división y después se puedan vender o subir con los mismos clubes”, dijo a Referí.
Además, entiende que la forma de negociar, manteniendo un porcentaje de la ficha del futbolista, es la adecuada. “Al quedar enganchado con algún porcentaje de la ficha, o algún acuerdo de plusvalía, es un buen negocio”, sostuvo.
En una misma línea se manifestó el representante de futbolistas Sebastián Revetria, para quien el ascenso español es una categoría “favorable” para los uruguayos. “Son ligas en donde se encuentra el máximo potencial de cada jugador, se les da las herramientas necesarias para ello”, dijo a Referí, aclarando que el valor de las categorías puede variar según los equipos que la disputen y los jugadores que participen.
También consideró que para los clubes locales es “clave” que en las negociaciones manejen los porcentajes de ventas a futuro. “Y que cada vez se logren negociar mejor”, agregó. “Lamentablemente, a veces nuestra realidad no lo permite, pero creo que vamos por buen camino”, expresó.
Olivera y Gutiérrez se suman a la lista de uruguayos que disputan el ascenso español, la Segunda, en la que hay jugadores que llegan con la aspiración de subir a La Liga y otros que buscan comenzar o recomenzar su carrera europea.
A diferencia de Darwin, quien sí logró subir de categoría fue Alfonso Espino. Defendiendo a Cádiz, y tras una temporada y media en la Segunda española, el exlateral de Nacional se dio el lujo de ascender a LaLiga, donde cumplirá su sueño de enfrentar a Messi y a las grandes figuras que brillan en ese fútbol, con la posibilidad de seguir creciendo en su carrera.
“Todos los equipos son muy parejos, cualquiera te puede ganar, tenés que estar concentrado todo el tiempo, siempre corriendo, es un esfuerzo muy grande… Yo explico que es como jugar un partido de Libertadores todos los fines de semana”, dijo el Pacha a Referí al explicar cómo es esa categoría.
Actualmente, entre los jóvenes uruguayos que están en esa categoría, figuran Santiago Bueno, ex Barcelona y Joaquín Zeballos, ambos en Girona, donde la principal estrella es Cristhian Stuani, experimentado goleador.
Ese equipo también cuenta con Maximiliano Villa, el ex Nacional, que volvió a ser cedido a préstamo, esta vez a Villarreal B.
Además, hay jugadores con un mayor recorrido en España, como Emiliano Velázquez, en Rayo Vallecano, o Leandro Cabrera, quien bajó con Espanyol en la pasada temporada y que por ahora sigue en el equipo catalán, si bien su nombre había sonado en otros clubes.
Otro uruguayo, Giovani Zarfino, tras tres temporadas en Extremadura, la primera de ellas en la que sería la Tercera, pasó a Tenerife y se mantiene en la categoría.
También volvió Michael Santos a Leganés, luego de su paso por Copenhague, mientras que Celta cedió a Zaragoza a Gabriel “Toro” Fernández, para foguearse aún más, luego de su primera temporada en La Liga.
Quien ya no estará en ese campeonato es Mauricio Lemos, quien finalmente dejó Las Palmas y se fue a Fenerbahçe, uno de los grandes de Turquía.
La presencia de futbolistas uruguayos en el ascenso español no termina en la Segunda, porque en la Segunda B, que es la tercera categoría, hay varios más.
Esta división tiene la particularidad que se divide en cinco grupos por zonas regionales de España y en ellas hay muchos celestes.
En el Grupo I, a Deportivo de La Coruña, llegó días atrás Ignacio González, quien dejó Plaza Colonia para su primera experiencia europea. En el reconocido club, que no pasa un buen momento, también figura Diego Rolan, luego de regresar de un préstamo en Juárez de México y a la espera de una nueva salida.
En Salamanca de ese mismo grupo, está el juvenil de Defensor Sporting, Owen Falconis, cedido a préstamo, y también llegaron los hermanos López, Nicolás, delantero de 22 años con pasado en Racing, y Sebastián, su hermano, que también se formó en Sayago y que jugará en juveniles. Ambos son hijos de Luis “Ronco” López.
Además, llegó Jonathan Lacerda, de 33 años, a quien el Ronco dirigió en Rampla, y el argentino Cristian Duma, también se sumó a dicho equipo desde la Tercera de Nacional.
En los últimos días, Racing de Ferrol incorporó a Yefferson Quintana, el ex Peñarol que estaba en Danubio.
En el Grupo II, en Racing de Santander está Adrián Balboa, el ex Danubio, quien llegó de Belgrano de Córdoba.
Por su parte, el exlateral de Peñarol, Ezequiel Busquets, jugará en Marbella del Grupo IV. El futbolista de 19 años llegó cedido a préstamo con opción de compra.
A esa misma serie, pero a Cádiz B, también llegó Gian Franco Allala luego de su préstamo por CD Izarra, pero finalmente volvió a Uruguay para jugar en Miramar Misiones.
En esa zona también está Sevilla Atlético, la filial de Sevilla, donde aparecen Felipe Carballo, hoy en Nacional, y Cristian González, en Rosario Central, quienes finalizan sus préstamos a fin de año.
En tanto, en el Grupo V, en Internacional de Madrid, ya no sigue Juan Martín Boselli, el ex Juventud y Peñarol que está sin equipo, mientras que Nicolás Schiappacase regresó a Atlético de Madrid B e iba a ser cedido a Sassuolo de Italia.
La lista de uruguayos tiene varios nombres, algunos un tanto desconocidos, pero todos con el objetivo de crecer en un fútbol con una mayor vidriera.
Segunda B
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá