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Lula cumple un año en prisión mientras que Bolsonaro bate récord de desaprobación

El presidente de Brasil tiene la peor evaluación en los tres primeros meses de un mandato desde la redemocratización del país en 1985
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07 de abril de 2019 a las 19:59

Casualidad o no, el domingo 7 de abril será recordado por los brasileños por dos hechos muy simbólicos en la política del país. Por un lado, se cumplen 365 días desde que Luiz Inácio Lula da Silva aterrizó en helicóptero en la sede de la Policía Federal de Curitiba, donde cumple la pena de 12 años de cárcel por corrupción. Por otro lado, Datafolha –el instituto de encuestas del Grupo Folha– dio a conocer a través del diario Folha de São Paulo los resultados de su encuesta sobre la valoración de los primeros meses de mandato del presidente Jair Bolsonaro. El sondeo revela que el 30% de los brasileños considera que su gobierno es “malo o pésimo”, mientras que 32% lo considera “bueno o excelente” y 33% “regular”. 

Sin embargo, 59% de los entrevistados tiene la expectativa de que el mandatario ultraderechista hará una gestión “buena o excelente”. Antes de iniciar su mandato el pasado 1 de enero, ese porcentaje era del 65%, según Datafolha. 

Los números del presidente

La encuestadora, que entrevistó a 2.086 personas de más de 16 años entre el 2 y 3 de abril, recuerda que el índice de reprobación tras los primeros tres meses del primer mandato fue mucho menor en los anteriores presidentes electos.

Entre los varios resultados de la encuesta hay uno de ellos que evalúa la inteligencia del presidente y la compara con la de los exmandatarios Dilma Rousseff y da Silva. El 39% valora a Bolsonaro como poco inteligente, mientras que solo el 9% evalúa así a Rousseff y 24% a Lula. 
En la mañana del domingo, el presidente brasileño tuiteó una imagen con esos resultados y escribió: “Kkkkkkkk”.

Horas más tarde, consultado sobre el nivel de desaprobación, Bolsonaro respondió: “¿Datafolha? No voy a perder el tiempo en comentar la encuesta de Datafolha que dijo que iba a perder en segunda vuelta”. 

Esta encuesta confirma el desgaste del gobierno de Bolsonaro apuntada el pasado 21 de marzo por el instituto Ibope, que reveló que la aprobación del mandatario cayó 16 puntos, de 67% a 51%, en los primeros tres meses de gobierno, mientras que la desaprobación subió de 21% a 38%.

Bolsonaro, un exmilitar de 64 años que el próximo miércoles cumple cien días en el poder, fue electo en octubre de 2018 con el 55% de los votos válidos, frente a 45% para Fernando Haddad, del PT.

El primer año en prisión

Folha de São Paulo también publicó el domingo un artículo que lleva la firma de Lula da Silva y cuyo título es: “¿Por qué tienen tanto miedo de Lula libre?”. Debajo el expresidente escribe: “Ya alcanzaron el objetivo que era impedir mi elección”. 

En el artículo Lula señala al presidente Jair Bolsonaro como el principal beneficiado de la “persecución política” que han realizado los movimientos de derecha en su contra.

“Hace un año que estoy preso injustamente, acusado y condenado por un crimen que nunca existió. Cada día que pasé aquí hizo aumentar mi indignación, pero mantengo la fe en un juicio justo en que la verdad va a prevalecer. Puedo dormir con la conciencia tranquila de mi inocencia”, señaló Lula en el artículo.

El exmandatario de 73 años, y quien gobernó Brasil por el Partido de los Trabajadores entre 2003 y 2010, fue puesto tras las rejas el 7 de abril del año pasado por el juez Sergio Moro, quien entonces lideraba los procesos de la operación Lava Jato y que ahora es el ministro de Justicia y Seguridad Pública del Gobierno de Bolsonaro.

Lula fue preso acusado de recibir de la constructora OAS, a manera de soborno, un apartamento a cambio de beneficios contractuales con la estatal petrolera Petrobras.

No obstante el exmandatario todo el tiempo ha insistido en su inocencia, algo que reiteró en su columna de opinión del domingo, en el que también asegura que la Corte Suprema le negó un hábeas corpus presionada por “los medios, del mercado y hasta de las Fuerzas Armadas, como confirmó recientemente Bolsonaro, el mayor beneficiario de aquella persecución”.

“Nada han encontrado para incriminarme: ni conversaciones de bandidos, ni maletas de dinero, ni cuentas en el exterior. A pesar de todo, fui condenado en un plazo récord, por Sergio Moro y por el TRF-4, por ‘actos indeterminados’ sin que encontraran ninguna conexión entre el apartamento que nunca fue mío y supuestos desvíos de Petrobras”, precisó el expresidente.

En febrero de este año, da Silva fue sentenciado a otros 12 años y 11 meses, al considerar que obtuvo reformas en una hacienda, igualmente a cambio de contratos en la petrolera estatal.

Si esta pena es ratificada en segunda instancia, sus condenas sumarían 25 años.  

Sus seguidores, mientras tanto, no se rinden. Desde la mañana del domingo se congregaron en una estación de autobús y desfilaron unos dos kilómetros hacia la sede de la Policía Federal, donde está el presidio, entre gritos de “Lula libre”. 

A pocos metros de su celda, decenas de fieles siguen en vigilia desde el día de su detención y le cantan todas las mañanas a las 9 “Buenos días, presidente Lula” y se despiden con un “Buenas noches” coral. Según la organización Vigilia Lula Livre, el acto para acompañar al expresidente en su primera año de prisión congregó a 10 mil personas, mientras que la Policía Militar del estado Paraná dijo que eran entre 3.000 y 5.000.

(Basado en agencias) 


 

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