Manual para saber qué película se sentará a mirar

Si hay algo que escasea en el Hollywood contemporáneo es la creatividad. La cantidad de historias originales es poca y no siempre tienen éxito, por lo que los grandes estudios apuestan a franquicias conocidas para intentar asegurar el éxito.

En ese contexto, los realizadores optan por calificar a sus películas de varias formas distintas, desde secuela hasta reinicio (reboot en inglés), aunque por lo general tratan de evitar el término remake, porque aseguran que no están reversionando una película que funcionó un par de décadas atrás.

El diario estadounidense New York Times propone siete categorías para clasificar los filmes que inundan las pantallas actuales. Esta es la definición de cada una de ellas.

Cuando una película funciona en la taquilla (no importa realmente qué diga la crítica, pero si la comenta de forma favorable, mucho mejor), es de esperar que un estudio anuncie una continuación, muchas veces incluso antes de que la película exitosa salga de la cartelera. Por lo general las secuelas expanden la propuesta de la cinta original, aumentando la escala y la espectacularidad de la primera parte. Ejemplos recientes de esto son Avengers: Era de Ultrón, Magic Mike XXL, Ted 2 o Misión imposible: Nación rebelde. En el caso de esta última, el estreno en los cines locales está previsto para la próxima semana.

Consiste en adaptar una película anterior, ya sea actualizando la trama (aunque manteniendo escenas, diálogos y situaciones intactas respecto a la original) o contando la misma historia valiéndose de los avances en la tecnología de rodaje, por ejemplo, incorporando nuevos efectos especiales. En cierta forma, se podría comparar incluso con realizar un cover de una canción. Los remakes suelen ser particularmente populares dentro del cine de terror. Un ejemplo actual es la nueva versión de Poltergeist o la actualización de Point Break (película policial protagonizada en la original por Keanu Reeves y Patrick Swayze) que llegará el año que viene a los cines de todo el mundo.

Si una franquicia se ha vuelto muy complicada o si ha fracasado en taquilla, se comienza de nuevo, con la intención de recuperar el éxito perdido. Mantiene los personajes y las ideas importantes, pero comienza de nuevo la saga. Ejemplo de esto es la película Vacaciones que se estrena en agosto, basada en una saga familiar de los años 1980.

Básicamente es igual a un reinicio, pero no tan obvio, ya que mantiene en su "canon" las películas anteriores. Un caso claro de esto es la película Mad Max: furia en el camino, cuyo director, George Miller, aclaró que era una "revisita" al mundo establecido por las tres películas anteriores.

Otro primo del reboot, que cuenta la misma historia de origen de un personaje, pero con nuevos actores encarnando el papel. Se suele realizar cuando la versión anterior de la historia fracasó, pero la marca sigue siendo reconocida entre el público. El próximo 6 de agosto se estrena en las pantallas de cine locales una versión actualizada de Los Cuatro Fantásticos, un ejemplo de manual.

Consiste en generar una nueva película que altera el orden de una franquicia, generalmente causando confusión entre los espectadores o generando problemas de continuidad. La popular serie Rápido y Furioso ha sido un ejemplo de esto, con la cuarta, quinta y sexta película ocurriendo antes de la tercera (Reto Tokio) a nivel de trama, pero filmadas después. Rápidos y furiosos 7, en realidad es una continuación de la historia presentada en la tercera, aunque a los fanáticos parece no preocuparlos demasiado.