El gobierno conservador británico no las tiene nada fácil. Este miércoles, el reino Unido amaneció totalmente paralizado por la huelga general que acatan decenas de miles de trabajadores.
Luego de meses de jornadas de movilizaciones, el conjunto de los trabajadores realiza un quite de tareas para reclamar un aumento salarial en la misma jornada que el gobierno presenta su presupuesto. De esa manera, comercios, escuelas, trenes, subtes, colectivos, hospitales: todo parece desolado en la más importante jornada de protesta.
El Reino Unido está padeciendo un alza de los precios de la alimentación y la energía, con una inflación instalada por encima del 10%.
En Londres, el subte estaba paralizado. Los médicos de los hospitales están en estado de movilización desde el lunes. Hasta los funcionarios participan de la protesta, ya que, debido a los bajos salarios y el aumento desmedido de los artículos de primera necesidad, se vieron obligados a pedir asistencia en bancos alimentarios y otros se "saltan comidas", según denunció a la cadena Sky News el secretario general del PCS (el mayoritario del sector), Mark Serwotka.
A partir del mediodía, está prevista una manifestación en el barrio de Westminster, donde el gobierno presentará el presupuesto ante el Parlamento.
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