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"Me dijo que le parecía que había matado a una persona": el relato del testigo del homicidio con un destornillador
El martes 4 de abril Damián Estévez salió de su casa en La Unión camino a un supermercado: su hija le había pedido jamón. Antes de llegar un hombre quiso robarle el celular y, ante la resistencia de Estévez, lo atacó con un destornillador que atravesó su cabeza, y provocó su muerte seis días después.
El 12 de abril la policía detuvo a Enzo Martínez, identificado por las autoridades como el autor del asesinato e imputado un día más tarde por la justicia a 180 días de prisión por el delito de "homicidio muy especialmente agravado".
Para ese entonces la defensa de la familia de la víctima, representada por el abogado Jorge Barrera, y el fiscal Carlos Negro, a cargo del caso, ya se habían contactado con una persona a la que Martínez le había confesado su crimen, pero temían que no llegara con vida a declarar.
Por ello, la Fiscalía pidió la declaración anticipada del testigo judicial, que en primera instancia fue negada y en segunda instancia aprobada por un Tribunal de Apelaciones.
Este viernes el hombre de 33 años se presentó ante el juez penal de 38° Turno Alejandro Asteggiante para dar su declaración ante el fiscal Negro, los abogados de la familia de Estévez y Martínez, cinco familiares de la víctima y ante la escucha del propio Enzo Martínez, quien minutos antes ingresó al juzgado y luego se fue a otra sala para escuchar el nuevo relato.
El testigo, quien hace días fue detenido por "tentativa de hurto" y se encuentra detenido, relató cómo el presunto homicida, "Huesito", le confesó su crimen, minutos después de que un policía los detuviera por creer que habían robado una bicicleta.
La amistad que ya no era
"Dos, tres días después" del homicidio, el testigo y Martínez caminaban por avenida Comercio, cuando los pararon "los milicos". Los efectivos habían recibido la denuncia del robo de una bicicleta y cuando los vieron los interrogaron para saber si habían robado el vehículo, pero los dejaron ir.
El hombre relató en la justicia que tras esa interacción con los policías Martínez "quedó asustado" y le confesó: "Me dijo que le parecía que había matado a una persona que había intentado robar".
Según dijo, Martínez le contó que "no había podido" robarle porque "se le había parado de manos". "Me dijo que por eso sacó el destornillador y lo atravesó". Para el testigo el implicado tenía el destornillador para robar un auto, y lo utilizó "porque debía ser lo único que tenía" en el momento que asaltó a la víctima.
"Le tiró un par de viajes, y uno pasó por acá", dijo el testigo, mirando fijamente al fiscal Carlos Negro y señalándose la boca. Luego especificó que el destornillador entró "por la boca y le salió por la nuca" a Estévez, ante la consulta del juez.
El testigo quedó sorprendido ante la confesión del autor del crimen. Él y el acusado eran "amigos", pero luego Martínez "se llevó algo por abajo del poncho" en un trabajo que compartieron y se rompió la confianza.
La defensa del autor del crimen le consultó por qué había dicho que no tenía ningún interés en contra de Martínez y luego decía que había una traición. El testigo aclaró: "No somos enemigos. La amistad se basa en la lealtad, si vos no sos leal yo no soy leal, pero no tengo nada contra él".
El vínculo con una mujer
A los pocos días de la confesión, el hombre pasó a ser testigo de la familia, y conoció al fiscal Negro. El funcionario le preguntó qué ropa llevaba cuando se vieron por primera vez, y recordó que llevaba la bermuda color salmón que Enzo usó cuando cometió el homicidio, y que se la había dado "Cati" (o "Kathy"), una mujer "de por ahí" que era conocida por ambos.
Tras decir que era una "muchacha ahí" que "le hizo mucho mal" a Martínez, el testigo admitió que "Kathy" había sido su pareja. Las abogadas de Martínez le consultaron cuál era el vínculo de su cliente con ella, y dijo que tenían "demasiada buena amistad". "Cuando yo terminé con ella andaban de aquí para allá", expresó.
Las letradas insistieron y le preguntaron si sabía que Martínez había tenido una relación con su ex, y el hombre dijo que "capaz que sí", pero luego aclaró: "Creo que nos estamos yendo un poquito de tema", lo que generó algunas risas por parte de la Fiscalía y la defensa de los Estévez.
El pedido de no compartir cárcel
Cuando el juez Asteggiante iba a culminar la audiencia, el testigo pidió la palabra y marcó su "preocupación" por la posibilidad de "compartir lugar de reclusión" con Martínez, algo que el fiscal Negro compartió. El juez pidió que se tenga presente su solicitud, que también incluyó no ir a la cárcel de Canelones y al penal de Santiago Vázquez (ex Comcar).
Las defensas, la Fiscalía y el juez se consultaron dónde estaba recluido Martínez, y alguien dijo "Libertad". Una familiar de Estévez preguntó "¿está en libertad?", pero rápidamente le aclararon que se trataba del penal de Libertad en San José.
Cuando se iba, Martínez tuvo que volver a la audiencia, firmar un papel en el que constataba haber escuchado al testigo, y luego se retiró acompañado por la policía. Otra de las familiares comentó que se lo veía "más gordo" que antes, y dijo que había salido sin esposas, aunque el efectivo que lo siguió ya las tenía en la mano.
Tras la instancia judicial, Barrera dijo a El Observador que la declaración del hombre significa un "avance importante" en el caso, ya que su testimonio es la "primera prueba" con la que cuenta Negro para pedir la condena de Martínez por el homicidio, tras las evidencias reunidas para solicitar su imputación. El abogado afirmó que no pedirán "menos de 20 años" de condena contra Martínez.
Los familiares de Estévez se quedaron solos minutos después, y destacaron que la declaración les pareció "positiva". Ahora están a la espera del pedido de condena de Negro, quien cuenta con un año desde abril para reunir las pruebas necesarias.
