Medalla de oro para la moda olímpica

Los ojos del mundo están puestos en los atletas que participan en los Juegos Olímpicos y eso es algo que las delegaciones tienen muy en claro. Por eso, la imagen es algo que se ha cuidado mucho en estas últimas ediciones y este Río 2016 no es la excepción.

Es por esto que la moda se ha involucrado profundamente en este evento. Desde la ceremonia de inauguración hasta los pequeños detalles como las uñas de las deportistas, todo está cuidado para que las cámaras reciban el perfil más cuidado y fashionista del deporte.

El mejor ejemplo de colaboración entre un diseñador de alta costura y una marca de deporte es la alianza entre Stella McCartney y Adidas. Hace más de 10 años que ambas marcas trabajan juntas, y desde los Juegos Olímpicos de Londres 2012 ambos se encargan de vestir a todos los atletas británicos.

Este año, la diseñadora tomó como base una versión del escudo del Reino Unido y sus símbolos (el león, las flores como rosas y cardos, la corona) y, por supuesto, los colores de la bandera, para ofrecer diseños modernos, prácticos y muy patrióticos.

El proceso, según explicó McCartney a Vogue Reino Unido, duró dos años. "Lo que quise hacer esta vez fue tomar la imaginería y los iconos y tratarlos de maneras individuales. Así que cada pieza del uniforme es diferente", dijo la diseñadora. Sin embargo, aunque fueran diferentes debían mantener cierta unidad. "Cada vez que hablo con los atletas, siempre dicen que quieren sentirse como un equipo. Y quise que así lo fueran".

En la misma línea, Suecia se alió con el coloso del fast fashion H&M para realizar toda la indumentaria –deportiva y formal– para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, y sus diseños también resaltan entre el montón. Su colección está hecha con materiales reciclados y consiste en alrededor de 160 ítems dentro de los cuales se encuentran hasta paraguas, según detalla el sitio WWD. Los diseños utilizan como base los colores de la bandera: el amarillo y azul, y como detalle, en ciertas prendas incluyen frases con curiosidades, como la cantidad de medallas que el país acumula.

Son muchos más los diseñadores que firmaron las prendas que lucen ahora los atletas. Ralph Lauren es la clásica grifa de los deportistas estadounidenses en los desfiles; los gemelos de Dsquared2 le pusieron tendencia a los uniformes canadienses; Lacoste puso su estilo deportivo para vestir a Francia; y el diseñador francés de calzado Christian Louboutin se alió con la marca deportiva Sporty Henri para vestir a la delegación cubana.

Los atletas uruguayos, por su parte, al igual que en Londres 2012 fueron vestidos por el diseñador Óscar Álvarez y la marca de uniformes corporativos Everfit. En esta ocasión eligieron chaquetas de lino celeste y pantalones de jean blanco, acompañados por sombreros panamá también blancos y corbatas doradas. Al contrario que las ya mencionadas, esta colección se apegó a la imagen (demasiado) clásica y sobria del uniforme, sin innovaciones en detalles ni diseño.

La tendencia del nail art es algo que aparece a diestra y siniestra en las redes sociales, pero en Londres 2012 se transformó en un instrumento de declaración patriótica.

El nail art básicamente consiste en pintar las uñas con detalles decorativos, y su aplicación deportiva se presta para un sinfín de diseños.

Durante estas últimas jornadas se pudo ver a Serena Williams con sus largas uñas pintadas de rojo, con excepción del dedo anular, donde lucía un fondo azul con una estrella blanca. La jugadora de vóleibol rusa Nataliya Goncharova también le puso un toque de color a sus manos cubiertas de vendas con motivos de su bandera. Asimismo, Manika Batra, representante india de tenis de mesa, decoró sus uñas con los colores de su país, reproduciendo además el Chakra Ashoka, el emblema ubicado en el centro de la bandera.

Pero esta tendencia trasciende los estadios y las piscinas. Y es la audiencia la que también se sumergió en el espíritu olímpico y lo reflejó en sus uñas. En Instagram, el hashtag #olympicnails reune varios ejemplos de diseños a base de los aros olímpicos y sus cinco colores.

Cuando la supermodelo Gisele Bündchen comenzó a desfilar por el Estadio Maracaná al ritmo de Garota de Ipanema, el mundo supo que el hecho era histórico: la brasileña se encargó de que su único regreso a las pasarelas tras su retiro el año pasado fuera memorable.

Para eso, no solo demostró a miles de millones de personas su característico caminar, sino que además eligió un brillante vestido del diseñador paulista Alexandre Herchcovitch, una de las figuras más importantes del diseño brasileño.

El vestido, que contó con una larga cola y un corte que dejaba totalmente en descubierto las piernas, fue creado en colaboración con Bündchen durante cuatro meses. Según explicó a Vogue, el innovador diseñador ideó una tela especial para esta ocasión. Con un color dorado pensado para combinar con la piel y el pelo de la modelo y lentejuelas bordadas, la tela fue realizada para que pudiera fluir horizontalmente y acompañara al movimiento.