Los jugadores del juego de computadora Football Manager están familiarizados con el término: mezzala, que representa la posición que se le puede asignar a un jugador del mediocampo para que se abra hacia la banda y que juega en los espacios que deja el extremo si se cierra demasiado. Pero estrictamente hablando, el mezzala es un mediocampista que juega por fuera en una línea de tres, ya sea en los carriles interiores de la cancha y por delante de un centrocampista más retrasado.
Es la posición del número "8" en un 1-4-3-3 o 1-4-3-1-2. Este puesto debe ser ocupado por jugadores con creatividad y buena toma de decisiones, que tiene libertad para sumarse al ataque y avanzar.
Cuando la formación 1-3-2-2-3 o W-M (caracterizada por la forma en que las posiciones de los jugadores dibujan esas letras) era popular en Italia, se hablaba de los jugadores más adelantados del cuadrado del medio como los mezzale, una combinación de las palabras "medio" y "extremo", ya que son jugadores que suelen pasar constantemente del medio al extremos de la cancha.
Desde el comienzo del fútbol uruguayo, el número 8 y 10 de cada equipo eran vistos como los especialistas de la gambeta y el dribleo. Ya en 1924 Uruguay apabulló a sus rivales mostrando un estilo de juego completamente distinto al europeo basado en el cuidado y baile con la pelota.
Sin embargo, con el pasar del tiempo, los equipos del Río de la Plata debieron preocuparse no solo por lo que se hacía con la pelota, sino también lo que se hace sin ella. Por lo tanto, como cualquier otro jugador en el campo, el mezzala tuvo que trabajar en la defensa.
Se dice que en 1930 una de las claves de la victoria de Uruguay en la final del Mundial ante Argentina estuvo en que ambos equipos tenían jugadores muy talentosos como Scarone o Varrallo pero la celeste supo encontrar un mejor balance defensivo y así generar confusión en el ataque argentino.
Dentro de las tareas que debe llevar a cabo un mezzala moderno se encuentra la ocupación correcta de los espacios en salida para ayudar a su equipo en la progresión del juego. Una vez que reciba la pelota, es importante que este jugador pueda encontrar pases verticales para superar las líneas de presión del rival y avanzar en el juego.
Dentro de los aspectos físico también debe tener un fuerte poder de aceleración y resistencia para indicar a sus compañeros el cambio de chip al momento de perder una pelota y pasar rápidamente a defender.
Asimismo, debe ser lo suficientemente ágil como para realizar movimientos cortos y precisos en zonas congestionadas del centro del campo, sobre todo cuando se encuentra bajo la presión del rival. La combinación de todas estas habilidades significa que el mezzala debe ser capaz de ayudar a superar la presión y desempeñar un papel en la rápida transformación de la defensa en ataque.
En las salidas de los rivales al mezzala se le pide que presione a la altura de su compañero centrodelantero, para poder presionar a ambos centrales al mismo tiempo. Al ser el mediocampista más avanzado es su tarea marcar el tono de la presión y organizar a sus compañeros. En el caso de que su presión sea vencida, deberá tener la velocidad necesaria para volver a pararse detrás de la línea de la pelota y crear una nueva defensa en un bloque medio.
Así como Ceppelini trabaja los espacios de generación de juego para verticalizar el juego con pases verticales hacia los extremos, Maximiliano Cantera busca los espacios en zona de ataque para llegar él mismo ya sea en la zona que aparece entre zaguero y lateral
El mezzala puede ayudar a aprovechar los espacios en la zaga rival con balones cruzados, carreras de penetración en el intervalo entre un central y un lateral (como aparece en la imagen abajo), y mediante un posicionamiento inteligente para recibir en la parte alta del campo.
Jugar con un mezzala puede generar problemas defensivos ya que son jugadores que tienden a desprenderse en el ataque dejando agujeros en la defensa. Por lo tanto, es fundamental que el resto del equipo pueda mantener el equilibrio y no quedar mal parado.
En el caso de Peñarol cuenta con dos jugadores capaces de distribuirse la destrucción de los ataques con Gargano y Trindade, mientras que en Nacional cuenta con una gran variedad de jugadores intensos en la marca y recuperación como Trasante y Carballo, pero últimamente se pudo apreciar el gran repertorio defensivo de Emiliano Martínez, quien fue transferido al Red Bull Bragantino y fue un buen jugador para balancear en un sistema con un mezzala.
En Uruguay las tendencias tácticas han demorado en llegar, pero el rol del mezzala se puede observar ahora mismo.
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