El Ministerio de Salud Pública (MSP) emitió un comunicado donde detalla cómo, desde diciembre de 2021 hasta setiembre de 2022, tomó una serie de medidas para intentar asegurar que no haya faltante de stock de medicamentos en Uruguay.
Esto comenzó luego de que uno de los principales laboratorios proveedores de distintos medicamentos explotó y se incendió en diciembre del año pasado. La cartera realizó “un completo relevamiento” de la realidad del mercado y envió, a través de la Dirección General de Salud, un comunicado a los prestadores de salud ya que buscó anticipar las dificultades que podrían darse este año.
De tal forma, el MSP solicitó a los prestadores que tomen las siguientes medidas: adecuar el uso de medicación inyectable, usar otras formas farmacéuticas, intercambiar medicamentos con distintos principios activos y similar indicación, llevar stocks de seguridad a niveles mínimos razonables evitando concentrar grandes volúmenes y comunicar al MSP las situaciones de relevancia sanitaria. Además, pidió a las empresas farmacéuticas cumplir parcialmente con los pedidos para lograr una mayor distribución, de acuerdo con el texto difundido en la página web de la secretaría de Estado.
Asimismo, se solicitó a los demás laboratorios proveedores que “aumentaran al máximo su producción sabiendo que no llegarían a cubrir lo que abastecía el laboratorio incendiado”.
“Los primeros cinco meses del año pasaron sin inconvenientes”, recuenta el comunicado. En tal sentido, no fue necesario permitir la autorización de medicamentos no registrados al país.
No obstante, el presidente de ASSE, Leonardo Cipriani, sugirió en abril privatizar el expendio de medicamentos, ya que se detectaron demoras en entregas de fármacos en algunos puntos de Uruguay. El sistema de gestión de medicamentos era “muy desprolijo” cuando asumió, señaló por ese entonces Cipriani.
Ya en mayo, el jerarca de ASSE anunció el aumento en más de 15% la compra de medicamentos.
A esta altura del año, algunos prestadores notificaron al ministerio “la dificultad en el abastecimiento de algunos fármacos”. La dificultad era “poder abastecerse con la cantidad que necesitaban, no que hubiera faltante en el mercado”, recalcó el MSP. Por ello, la cartera intervino para lograr un efectivo intercambio y préstamo entre los prestadores de salud.
El primer incidente de “relevancia sanitaria” se dio con la droga neostigmina, cuando ASSE contaba con acumulación de stock y faltaba en cuatro prestadores privados. El MSP informó “oportunamente las acciones realizadas” para poder paliar la situación.
Para fines de junio el aumento de precios era notorio: Cipriani denunció, por ejemplo, que una ampolla pasó de $ 38 a $ 239.
Ahora sí se realizó la autorización de ingreso de medicamentos no registrados; la cartera explicó en el comunicado que se buscaba que fuera “en la cantidad mínima imprescindible para que alcance al abastecimiento de un mes”.
Este recurso se utilizó para todos los medicamentos de los que se mencionó “alguna dificultad para el abastecimiento imprescindible”, sin ser aquellos para los que hay “dificultades de abastecimiento a nivel mundial por dificultades en la materia prima”; en esos casos se buscó, con éxito, su reemplazo con otros similares, destaca el comunicado.
Esta es la lista de medicamentos que el MSP analizaba importar en ese entonces.
Una vez confirmada la compra de los medicamentos, se definió la lista final.
Según el comunicado difundido por la cartera, recibió más reclamos por “faltantes de otras drogas”. En todos los casos “verificó que los faltantes no eran tales” y que, en algunas ocasiones, “lo que se reportaba como faltante era en realidad que no lograban abastecerse con toda la cantidad que requerían, pero que no habían caído en ningún caso en quiebre de stock”.
“Es decir, sí se presenta tensión de stock, pero no faltante para atender a los usuarios del sistema”, subrayó la secretaría de Estado en la misiva.
El texto continúa, narrando que en los últimos días de agosto se solicitó a ASSE una nueva lista de medicamentos “con quiebre de stock o tensión de abastecimiento que no fuera posible sustituir por otros similares en plaza, compras incumplidas, y cuánto tiempo de abastecimiento representarían”.
Al mismo tiempo, solicitó una nota de los laboratorios proveedores en la que se dijera que no pueden cumplir con el abastecimiento o el plazo en que podría hacerlo; “todos requisitos imprescindibles para realizar una compra de medicamentos no registrados en el país”. Al respecto, el Ministerio de Salud Pública “no ha tenido respuesta de faltante alguna hasta el momento”.
La unidad de Fiscalización de la cartera realizó, también en agosto, la primera inspección de la nueva planta de Laboratorio Fármaco Uruguayo, recordó.
A esta altura del año, y con la nueva planta en funcionamiento, se puso en marcha el plan de producción de los primeros lotes de inyectables.
“Es de esperar que esto alivie la situación de la plaza en cuanto a cantidades ofertadas de los medicamentos con tensión de abastecimiento”, apuntó el MSP en el documento.
Así, el ministerio “sigue con la vigilancia día a día de las situaciones que llegan a conocimiento” del Departamento de Medicamentos. Esto constituye un “trabajo permanente de vigilancia de mercado” para verificar la existencia y evitar desequilibrios de medicamentos, finalizó el comunicado.
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