Papelito, el de la sonrisa eterna, colgado del tejido de Jardines, y el Chory, el de los goles clásicos del Uruguayo 2019 y sus corridas desafiando el paso de los años, son imágenes que quedarán en el recuerdo de los bolsos que el pasado miércoles estallaron de bronca cuando supieron que a ninguno de los dos se les renovó el contrato que venció a fin del 2020.
“Son decisiones que engloban un montón de aristas y se tomó esta decisión en la comisión directiva por unanimidad y sin considerar ningún tipo de excepción. Nacional toma una decisión de no renovar ninguno de los contratos que vencen por razones económicas, por decisiones que se tomaron por el club tras la noche del clásico y porque por haber pasado lo que pasó se necesita un cambio”, explicó el miércoles el presidente José Decurnex en declaraciones a Pasión Tricolor que se emite por AM 1010.
“Es una decisión muy dura que tuve que tomar”, agregó el presidente. “Nacional tiene 121 años de historia y hay bases fundamentales fundacionales y estructurales que no podemos cambiar por un Clausura ni por un Uruguayo”, fundamentó.
Decurnex sabe de sobra que Nacional se juega mucho en esta decisión. El tricolor es líder de la Tabla Anual con seis puntos de diferencia sobre Rentistas, que tiene un partido menos jugado) y siete sobre Peñarol.
Pero para el Clausura no tendrá a su líder futbolístico, al abanderado de las decisiones en la gestión del juego. A su jugador más pensante y experiente. A su mejor asistidor. Al jugador que mejor le pega de afuera del área. El equipo tiene ahora la misión de ser campeón uruguayo sin el Chory Castro.
Tanto Castro como Fernández llegaron a Nacional para jugar los últimos años de su carrera y habrá que ver si deciden colgar los botines o buscan un nuevo equipo.
En el plano local no podrán jugar el Clausura porque de cara a dicho evento –pospuesto hasta 2021 por la pandemia de covid-19– no habrá período de pases.
El Chory, de 36 años, se formó en la cantera tricolor, debutó en Primera en los albos a los 17 en el Apertura 2002 y retornó al club 11 años después, en junio de 2018.
Mientras que Papelito, que se formó en Miramar Misiones, llegó a los albos en 2014, luego de jugar en Defensor Sporting, Banfield, Málaga y Rayo Vallecano.
El atacante de 35 años tiene en su haber la autoría y presencia en varios goles importantes que quedaron en el recuerdo de los albos. En su primera temporada en el club, en noviembre de 2014, participó en un gol clásico, que fue concedido a Iván Alonso, en la hora, para el triunfo por 2-1 en una jugada polémica en la que empujó el balón con la mano, algo que poco importó a los hinchas albos.
Además, abrió el tanteador en el clásico del 3-2 por la final del Uruguayo 2015.
En 2016, el atacante le anotó a Boston River el gol con el que ganaron el Uruguayo Especial.
Luego, Papelito volvería a marcar un gol clave en Jardines, visitando a Danubio, cuando Nacional se quedó con el título del Apertura 2018 y el atacante celebró colgado del tejido.
El año pasado, ya con menos presencia en cancha, el mundialista en Sudáfrica 2010 volvió a aparecer para marcar otro tanto importante ante Rampla Juniors, en el cierre del Clausura, que le permitió a Nacional seguir al frente de la Anual para lo que luego serían las dos finales en cuatro días que conquistó el equipo de Álvaro Gutiérrez ante Peñarol.
En 2020, su presencia en cancha fue mucho más limitada y no llegó a marcar goles, aunque entrando a los 90’ en el clásico del Intermedio, Kevin Dawson le sacó un cabezazo con una gran atajada, lo que marca su influencia para esa clase de partidos
En total, por el Uruguayo Papelito marcó 46 goles, más dos por Copa Libertadores, mientras que si se cuentan los tantos en amistosos y torneos de veranos, supera las 50 conquistas, cifra que alcanzó en 2018.
Por su parte, el Chory Castro tuvo su mayor destaque en su último ciclo en Nacional en el pasado 2019, cuando dio la nota con sus goles clásicos.
Su rendimiento tras el regreso en 2018 había tenido altibajos, pero un año después el poronguero tuvo una temporada inolvidable por sus conquistas ante el tradicional rival.
En el duelo del Intermedio le anotó dos, uno de ellos recordado porque fue un golazo desde 35 metros.
Aquella tarde en el Centenario fue soñada para el zurdo, quien marcaría su segundo gol para que ese triunfo quede en la memoria como “el clásico del Chory”.
Luego, por la final del Clausura, volvería a marcarle a Peñarol y de esa forma comenzar a coronar una temporada en la que junto a Matías Viña fueron claves por la banda zurda del equipo del Guti.
Sin dudas, 2019 fue el gran año del Chory, que de cuatro goles le marcó tres a los aurinegros, luego de un 2018 sin conquistas.
En este 2020, el trinitario también tuvo buenas actuaciones, fue titular en la mayoría de los partidos del Apertura y estaba en gran nivel físico a pesar de su edad. Había marcado tres goles, uno por la Supercopa y dos por el Uruguayo, pero su temporada se cortó el 31 de diciembre al igual que para Papelito. Ambos mirarán la definición por TV, con la posibilidad de volver a ser campeones, aunque desde fuera de la cancha.
El dato dirá que los dos jugaron su último partido en el Gran Parque Central en la dura goleada por 6-2 ante River Plate por Copa Libertadores, pero en los bolsos vivirá el recuerdo de sus mejores alegrías con la tricolor.
El equipo, sin posibilidad de salir a buscar refuerzos para paliar estas sensibles bajas, buscará ganar la final del Intermedio, ganar el Clausura y sostener su ventaja en la Anual. No será fácil sin el fútbol del Chory Castro.
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