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Nacional tuvo un diciembre negro: un cierre de año con derrotas, goleadas y polémicas
El 2020 se cerrará con las manos vacías para Nacional, que, es cierto, sigue siendo el campeón uruguayo vigente, pero que despide este año especial sin levantar copas en los torneos que disputó, con un diciembre en el que se despidió de la Libertadores de una forma muy dura, mes en el que también perdió el clásico y en el que vio postergarse la definición del Intermedio, el título al que aspiraban para pasar las fiestas con una alegría en caso de ganarla.
A los altibajos deportivos, el club sumó este lunes una situación disciplinaria del plantel muy delicada.
Según informó el lunes El País, luego de perder el clásico ante Peñarol, la delegación de Nacional retornó a su concentración para preparar el partido ante River Plate del jueves y también la final del Intermedio, que luego quedaría trunca.
Ese domingo a la noche, un grupo de 12 jugadores del plantel tricolor tuvieron encuentros con tres mujeres en una de las instalaciones del hotel en el que estaban hospedadas, ya que el complejo no estaba cerrado exclusivamente para la delegación de los albos, si bien tenían un espacio reservado para ellos.
El entrenador del equipo, Jorge Giordano, se enteró de lo que pasaba y fue al lugar, lo que hizo que el encuentro se terminara. El técnico les hizo saber su malestar con lo que pasaba y se fue, y pasado el rato algunos de los referentes que estaba en el grupo fue a pedir disculpas por lo ocurrido, pero no lo logró.
Al otro día, el gerente deportivo del club, Iván Alonso, realizó una reunión con todo el plantel y, en la misma línea que el DT, les hizo saber a los jugadores que cometieron la falta de disciplina su decepción por lo que había ocurrido.
La directiva de Nacional se reunió el lunes de tarde para analizar el tema. Lo hicieron en forma presencial en la casa de un dirigente. Durante la jornada se llamaron todos a silencio.
Líder de la Anual, pero...
El año deportivo tricolor finaliza con gusto amargo pese a que lidera la Tabla Anual con una buena diferencia, 43 puntos sobre los 37 de Rentistas, con un partido menos, y a que logró meterse entre los ocho mejores equipos de la Copa.
Luego de las celebradas dos finales en cuatro días del año pasado, este diciembre quedó en el debe y los tricolores deberán definir cómo encararán el cierre de la temporada.
El quiebre
Luego del parate en el fútbol uruguayo por la pandemia de coronavirus, el Nacional de Gustavo Munúa se recuperó del mal arranque de temporada, antes de la pausa, y logró regularidad en el Torneo Apertura.
No fue fácil para el DT que reconoció haber tenido su puesto en duda cuando, luego de que Peñarol le empatara el clásico de la niebla, fueron al Saroldi para enfrentar a River Plate, partido que ganaron por 3-2 en una tarde brillante de Gonzalo Bergessio.
Tras ese juego, Nacional encarriló una racha de nueve juegos invictos (siete victorias y dos empates) por el Apertura y la Copa, hasta que, en el décimo, cayó por 2-1 ante Racing de Avellaneda en el Gran Parque Central.
Luego, titubeó en las últimas dos fechas del Apertura, con empates ante Boston River y Deportivo Maldonado, por lo que tuvo que definir el título ante Rentistas, perdiendo en el alargue de la final.
La derrota significó el corte del proyecto Munúa, quien había perdido la final de la Supercopa en el verano ante Liverpool y que tras un nuevo fracaso fue cesado en su cargo, lo que marcó uno de los momentos críticos del año tricolor.
La era Giordano
Tras la salida de Munúa, la directiva tricolor confirmó a Jorge Giordano como técnico del primer equipo, haciendo las veces de secretario deportivo y entrenador.
El ciclo del floridense comenzó en buen pie con cuatro victorias consecutivas en el medio local, ante Fénix, Deportivo Maldonado, Defensor Sporting y River Plate, por el Intermedio.
Además, en el segundo partido de Giordano los tricolores le ganaron a Alianza Lima y quedaron primeros del grupo de la Libertadores, luego de haber obtenido el pase a octavos cuando Munúa estaba al frente.
Luego, llegó la primera derrota de Giordano, 2-0 ante Danubio, empató en la ida de octavos ante Independiente del Valle de Ecuador, y en el regreso superó 1-0 a Boston River. Nacional logró así ser ganador de su serie en el Intermedio y meterse en la final.
La actividad siguió con la revancha ante Independiente en el Gran Parque Central, donde el tricolor volvió a empatar 0-0 como en la ida y ganó por penales.
Ese partido, a pesar de lograr la histórica clasificación a cuartos de final, levantó cuestionamientos sobre la propuesta de juego de Giordano, quien cedió la pelota al rival, casi no atacó y avanzó por penales, lo que a algunos hinchas no les gustó al entender que su equipo tenía que tener más protagonismo, y más jugando de local.
Diciembre complicado
Así se llegó a la recta final del año, con Nacional en cuartos de la Copa Libertadores frente al poderoso River Plate de Marcelo Gallardo.
Con la ilusión de llegar a semifinales, algo que no logran desde 2009, los albos fueron a Buenos Aires para el partido de ida. El juego terminó 2-0 con un polémico gol avalado por el VAR en el final del encuentro, lo que tiró por la borda el 1-0 que permitía soñar con dar vuelta la serie en Montevideo.
Antes de la revancha, Nacional tuvo el clásico frente a Peñarol en el Campeón del Siglo, un partido para completar el calendario debido a que los tricolores ya estaban clasificados a la final del Intermedio, pero en el que Giordano mantuvo la base del equipo copero.
Los carboneros ganaron 3-2 en un duelo cargado de polémicas, sobre todo por el último gol aurinegro, lo que dejó a los bolsos con un clima aún más caliente, sumada a la bronca del encuentro ante River Plate.
Luego de ese partido, la noche del domingo de vuelta en el hotel donde hacían la burbuja, hubo un acto de indisciplina de parte de un grupo de jugadores, lo que causó un gran malestar en Giordano, lo que llevó a que al otro día hubiera una reunión de todo el plantel.
En ese contexto, Nacional preparó y llegó al partido del jueves ante River Plate, en el que la esperanza de revertir la serie comenzó a esfumarse con la expulsión del arquero Sergio Rochet en el primer tramo del partido. Fue el comienzo de una noche negra en la que los millonarios golearon por 6-2, en la peor derrota tricolor en la Libertadores.
Ni bien terminó el encuentro se confirmó un caso de covid-19 en la delegación tricolor, lo que derivó en que el viernes se suspendiera la final del Torneo Intermedio.
La decisión causó malestar en Wanderers, desde donde se sintieron perjudicados por la medida. Nacional había tenido otra suspensión polémica en el básquetbol, cuando iba a jugar con juveniles ante Aguada, pero sobre la hora del partido las autoridades confirmaron que el encuentro no debía disputarse.
Sin la final, los albos se quedaron sin la posibilidad de ir por el título y tendrán que esperar a que el encuentro se reprograme en enero, luego de la licencia de los futbolistas.
La última imagen del 2020 de los tricolores en la cancha es la de la derrota ante River Plate en el Gran Parque Central, mientras que por fuera se informó sobre un escándalo en el hotel de la concentración, lo que iba a ser evaluado por la Directiva y puede acarrear sanciones.
