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Nazar Rodríguez: “La campaña de invierno se ve muy buena y muy desafiante”
¿Cómo están trabajando los grupos CREA agrícola-ganaderos durante este momento de la emergencia sanitaria por covid-19?
Están volviendo las reuniones presenciales, los grupos CREA tienen una reunión por mes en cada empresa; hasta el momento estábamos haciendo reuniones virtuales.
Fucrea (la Federación Uruguaya de grupos CREA) nos dio todas las herramientas para seguir teniendo conectividad y la llama prendida entre los grupos, pero la reunión en cada establecimiento es fundamental, por eso estamos contentos con este avance, con protocolo de por medio.
¿Qué diferencia al agricultor que integra uno de estos grupos CREA y al que no?
Al productor CREA le lleva un tiempo adaptarse. Trabajar con 10 o 12 personas a las que les abre las puertas de su casa para mostrar su empresa no es fácil, es un proceso en el que hay que aceptar las críticas constructivas. Hay un proceso entre los grupos, de confianza, solidaridad y entendimiento para que las empresas vayan tomando el ritmo.
El dueño de casa espera que llegue su reunión anual para plantearle al grupo las inquietudes productivas, familiares y financieras que quiere resolver. Ahí se habla de qué forma piensan los grupos que pueden ser resueltas esas cosas, buscando los objetivos del productor. Ese día, después de presentar la empresa y sus números se trabaja, pero a los dos o tres días los productores siguen llamando a sus compañeros para darles ideas. Luego el productor con el asesor toma la decisión de qué camino es mejor.
Aparte de las reuniones anuales, se hace un análisis del ejercicio de cada empresa y la proyección para un año. A lo largo del año un grupo CREA mira tres veces cada empresa, lo que hace que tengan una mirada muy fuerte para tratar de lograr los objetivos.
¿Cómo ve la actual campaña de cultivos de invierno?
La campaña de invierno se ve muy buena y muy desafiante. Venimos de un invierno bueno y éste desde el inicio se ha planteado bueno, por clima y precios.
Se ve un aumento en los insumos, como en los fertilizantes, pero lo más fuerte han sido los precios de los granos, que le han determinado a los productores tratar de tener el mejor desarrollo posible del cultivo y tratar de captar un buen invierno, que por ahora se plantea muy interesante. Es muy desafiante porque los cultivos de invierno con el doble cultivo de verano son una opción muy interesante.
¿Y qué expectativas hay para los cultivos de verano?
Las áreas están mayormente proyectadas, pero está mucho en juego a la espera de cómo se va a desarrollar este año la Niña (evento climático), que lo vienen planteando neutro.
En Soriano, Río Negro y parte de San José la Niña pegó muy fuerte y hay empresas que lo sintieron muchísimo, con rendimientos bajísimos, de 700 kilos (de soja). Hay zonas en las que llovió mejor, pero en las más golpeadas están planteándose de qué forma evitar de vuelta un efecto Niña: si definiendo las siembras más tarde, anticipándolas o diversificando un poco en cultivos. Hay que ver de qué forma no les pega tanto, porque el año pasado tuvimos un invierno muy bueno que nos salvó, pero para los que tuvieron que basarse en el verano hubo zonas en las que pegó muy fuerte.
Por suerte el mercado y el clima están ayudando para que el productor pueda revertir esa situación. Las zonas que no tuvieron un efecto tan drástico de Niña van a cerrar un ejercicio muy bueno, pero al que le pegó está programando los cultivos de verano con el desafío de precios buenos y viendo que están aumentando de nuevo los insumos. De todos modos, está siendo interesante. La incógnita más grande que tenemos es qué tan Niña proyectan o no.
¿Qué áreas de siembra proyecta Fucrea para la zafra de verano 2021/2022?
Fucrea tiene un área de verano, entre todos sus productores, de 100.000 hectáreas. El 88% de ese área es soja, entre soja de primera y de segunda; hay un 11% de maíz, entre el de primera y el de segunda; y ha bajado muchísimo el área de sorgo. En verano también hay áreas menores, de girasol, pero el grueso del área es de soja y maíz. Se esperan 100.000 a 110.000 hectáreas para los productores CREA.
¿Por qué disminuyó la siembra de sorgo?
Mayormente por rentabilidad y porque los maíces han avanzado mucho en cuanto a todos los planteos de los semilleristas.
Además el productor ha hecho mucho mejor las cosas, se ha adaptado con mejores implantaciones, mejores fertilizaciones y ha logrado que el maíz esté siendo un cultivo bastante rentable, que también tiene precio. El sorgo no podía revertir esas cosas, entonces para la rotación lentamente el maíz ha ido ocupando esas áreas. Se hace sorgo en campos más marginales, pero el productor está tendiendo a reemplazarlo por maíz.
¿Cómo fueron los resultados en la reciente campaña de verano?
Esta que pasó, muy afectados por la Niña, con rendimientos bajos, fue bueno para las empresas que pudieron captar precio, pero no todas pudieron y hubo zonas que tuvieron rendimientos un poco por debajo del promedio, lejos de las perspectivas de cuando se arranca.
En Soriano andaba cerca de 1.800 kilos el rendimiento promedio en soja cuando se esperaba andar arriba de 2.600 kilos. La Niña afectó bastante, salvó mucho el precio.
¿Cómo se ven hoy los valores de los granos?
Muy buenos, firmes, el productor va a tener que ir tomando estrategias para consolidar el precio. A diferencia del año pasado que arrancamos con precios bajos y después se entonaron hasta llegar a precios excelentes, este año arranca con precios muy buenos y hay que ver si duran toda la zafra o si los tenemos que ir captando de a poco para tener un buen promedio a lo largo del año.
