No mentía: estudio le da la razón al náufrago salvadoreño

Un estudio norteamericano sobre los vientos dominantes y las condiciones dadas durante los 13 meses que el náufrago José Salvador Alvarenga afirmó estar a la deriva en el Océano Pacífico, apoya sus afirmaciones sobre su épico derrotero.

Alvarenga fue noticia cuando cuando llegó al atolón Eban al sur de las remotas Islas Marshall hace dos semanas, 13 meses después de zarpar de México en una lancha de pesca de 7 metros de eslora en material de fibra de vidrio, cuyos motores se averiaron y se quedaron sin hélices.

El náufrago, que llegó a las Marshall vistiendo apenas un calzoncillo hecho jirones, y con el cabello y la barba muy crecidos, aseveró que había sobrevivido durante trece meses en medio del mar alimentándose de aves y tortugas que cazaba con la mano, bebiendo agua de lluvia, su propia orina y la sangre de los quelonios.

En la Universidad de Hawai, en Manoa, se realizó un estudio de los vientos y las corrientes oceánicas en el Océano Pacífico durante el periodo en que Alvarenga afirmó haber estado en el mar, y sus resultados son compatibles con el relato del naúfrago salvadoreño.

Las conclusiones fueron consecuencia de la utilización de un modelo desarrollado originalmente para investigar las variaciones en la circulación (de las corrientes y vientos) en la superficie del océano.

"Las afirmaciones de Alvarenga, según las cuales habría estado a la deriva durante 13 meses, y que había salido desde México, caben perfectamente dentro de los límites de este modelo, y las conclusiones son consistente de acuerdo al patrón predominante de los vientos y las corrientes oceánicas existentes durante su terrible experiencia", afirma el estudio.

A unas 200 millas náuticas al suroeste de la aldea de pescadores (Paredón) de la costa este de México, desde donde Alvarenga comenzó su odisea en diciembre de 2012; según los 16 parámetros del modelo la embarcación siguió un "camino muy estrecho" a través del Pacífico, llegando a los alrededores del atolón Eban el 31 de enero pasado.

Los parámetros para este modelo fueron extraídos de los patrones de deriva reales entre Japón y Hawai de los desechos a través del Pacífico después del devastador tsunami que asoló en 2011 a ese país.

"La experiencia a partir de los restos de barcos de pesca arrastrados por el tsunami, que llegaron a las costas de Hawai entre un año y medio y dos y medio después del desastre, nos guió en el uso de los parámetros del modelo para la simulación del barco de pesca a la deriva desde México" dijo Jan Hafner, uno de los autores del estudio, realizado por el Centro de Investigación Pacific International de la universidad hawaiana.

Alvarenga dijo a los funcionarios de las Islas Marshall que navegó a la deriva unos 12.500 kilómetros (8.000 millas marinas) a través del Pacífico, después de que el motor de su barco se averiara durante una expedición de pesca de tiburones, una noche hacia fines de diciembre de 2012.

Quien lo acompañaba, un hombre de 24 años llamado Ezequiel, murió de hambre durante la terrible experiencia, al ser incapaz de tolerar la dieta de pescado crudo, aves y tortugas, y el sobrevieviente arrojó su cadáver al mar por la borda del bote.

Según los diplomáticos que estuvieron con el náufrago desde pocos días después de su rescate, su testimonio es coherente con sus afirmaciones y los informes sobre su desaparición en México, a pesar de que su historia de supervivencia había sido en un principio recibida con cierto escepticismo en algunos medios.