OEA condenó por unanimidad la asonada de "carácter fascista" en Brasil

"Condenamos de la manera más clara y enérgica esta movilización de carácter fascista y golpista que ha amenazado los tres poderes del Estado en Brasil", afirmó el secretario general del organismo, Luis Almagro.

Lo hizo durante reunión del Consejo Permanente de la OEA, su órgano ejecutivo, convocada de urgencia para analizar lo ocurrido el pasado fin de semana en Brasilia, vandalizada por miles de bolsonaristas radicalizados que pedían un golpe militar contra el presidente electo Lula da Silva.

Además, en un hecho totalmente inusual, los observadores permanentes ante la OEA de los gobiernos de España, Francia, Italia, Portugal, el Reino Unido y la Unión Europea (UE) intervinieron para expresar su repulsa.

«La movilización fascista que invadió Brasil el domingo forma parte de un movimiento que está presente no solo en Brasil, está presente en otros países» de la región, aseguró el diplomático uruguayo en Washington.

Durante la sesión, convocada a petición de la secretaría general de la OEA y nueve países, entre ellos Estados Unidos, Chile y Colombia, los 34 Estados miembros del organismo expresaron su rechazo sin fisuras al ataque del domingo.

Por su parte, el embajador de Brasil ante la OEA, Otávio Brandelli, agradeció el apoyo de los gobiernos de la región y aseguró que la Justicia castigará a los responsables de los «actos de violencia y vandalismo» en su país.

«El Estado brasileño y sus instituciones democráticas darán respuesta a la altura de la gravedad de los actos cometido”, señaló el diplomático.

"Brasil tiene un compromiso firme con la democracia y el estado de derecho y rechaza cualquier forma de extremismo antidemocrático y de violencia política”, añadió.

Tanto Almagro como los embajadores de países como Colombia y Chile, cuyos Ejecutivos forman parte de la nueva ola progresista en Sudamérica, alertaron que los sucesos en Brasil se corresponden con un patrón de ataques por parte de la ultraderecha en el continente.

El representante de Colombia, Luis Ernesto Vargas, fue el más enfático al describir la asonada bolsonarista como «acciones de fascistas y fanáticos recalcitrantes».

Consideró que no se trata de un ataque aislado, sino que responde a un «patrón» de «desconocimiento de la voluntad popular, que está dirigido a socavar el trabajo de los gobiernos progresistas de la región».

También criticó, la reacción de la organización interamericana ante la situación en Brasil. «Me parece que el papel de la OEA ha sido muy pobre, la verdad, y eso hay que reconocerlo», dijo.

El embajador de Honduras ante la OEA, Carlos Quesada, señaló, por su parte que los hechos en Brasil deben preocupar «a todo el continente» ya que “no sabemos dónde se va a replicar la próxima semana, el próximo año (…) esto se está convirtiendo en una mala costumbre», lamentó el diplomático centroamericano.

Surinam propuso que la OEA siga monitoreando la situación poselectoral el Brasil ante la eventualidad de que estos hechos se reiteren.