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Ostolaza renunció a la selección sub 17 femenina y se trunca el proyecto original de la AUF
El fútbol femenino recorría caminos que en Uruguay resultaban extraño en las selecciones de mujeres. Los trabajos a largo plazo solo se desarrollaban en el ámbito masculino, bajo la égida de Óscar Washington Tabárez. Sin embargo, cuando en setiembre del año pasado Santiago Ostolaza asumió como director técnico de la selección sub 17 femenina comenzó una nueva era para esta rama de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF).
Lejos de haber llegado a su objetivo, sorpresivamente este lunes 6 de julio, Ostolaza presentó renuncia y el plan original que impulsó la AUF con una proyección sin precedentes queda trunco.
La AUF informó en sus redes sociales que Ostolaza renunció por razones personales.
Consultado el entrenador sobre su trabajo en la sub 17, lo definió como “una experiencia inolvidable”.
El exfutbolista llegó a la sub 17 femenina con el objetivo de dirigir el Sudamericano de abril de este año en Uruguay (Colonia y Montevideo).
La pandemia truncó el desarrollo del torneo y lo postergó para noviembre, si el gobierno lo aprueba. En ese caso, por seguridad sanitaria es posible que se juegue solamente en el Estadio Charrúa.
En los siete meses que trabajó (setiembre 2019-marzo 2020), hasta la suspensión del fútbol por la pandemia de coronavirus, Ostolaza dirigió la selección en un cuadrangular en Argentina en el que participó junto al local, Paraguay y Chile, y este año Argentina vistió Montevideo: el 3 de marzo igualó 3-3 y dos días después Uruguay perdió 2-0.
La selección sub 17 femenina había logrado el mismo estatus que la masculina. Entrenaba de lunes a miércoles en el complejo de la AUF, con Ostolaza y un amplio cuerpo técnico que incluía los mismos colaboradores que una selección masculina, con asistente, preparador físico, equipier, sicólogo, fisioterapeuta y nutricionista.
La aspiración del Ejecutivo, que es quien designa a los cuerpos técnico de todas las selecciones nacionales, era que Ostolaza fuera preparando a su colaboradora (Stefanía Maggiolini) para que en el futuro, con experiencia, pudiera asumir en cargos que en Uruguay son ocupados por hombres (aunque se trate de fútbol femenino), porque son los que tienen mayor recorrido en el deporte.
La llegada de Ostolaza en 2019 también marcó un punto de quiebre: por primera vez un técnico que estuvo al frente de la selección sub 17 masculina estaba al mando de la femenina.
Con la llegada del entrenador, Ariel Longo, quien dirigía a todas las selecciones femenina de Uruguay en forma zafral (sub 17, sub 20 y mayor), quedó permanente al mando de la mayor para desarrollar un proyecto a largo plazo.
Ahora, el ejecutivo debe designar entrenador. La opción de Maggiolini está sobre la mesa, pero se aparta del plan original que la AUF tenía en setiembre 2019.
Esta sub 17 comenzará a entrenar el 1° de agosto. Desde el lunes, en el Méndez Piana, comienza a trabajar la sub 20 que se prepara para el hexagonal final del Sudamericano (suspendido en marzo), que continuará en octubre en Argentina.
Uruguay creció en los últimos años en la rama femenina y le puso organización. En noviembre 2018 disputó el Mundial sub 17 femenino y este año avanzó entre los finalistas del Sudamericano de Argentina con la sub 20.
Además, el desarrollo del fútbol femenino en Uruguay tendrá este año una inyección importante de dinero con los US$ 500.000 que FIFA enviará en el segundo semestre a la AUF, que destinarán a televisar los partidos del Campeonato Uruguayo por AUFTV y para el crecimiento del fútbol del interior, un semillero que es la gran apuesta de la Asociación para dar el salto en el fútbol practicado por mujeres.
