Fútbol Internacional > EL DEBUT

Otra vez a remarla

Uruguay jugó mejor con 10 que con 11, perdió 3-1 con México y ahora deberá luchar por clasificar
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05 de junio de 2016 a las 23:50
La historia de la celeste es de sufrimiento. Vaya novedad eso. No hay posibilidad de un torneo tranquilo, una plácida navegación en la primera fase de un torneo. Como en el Mundial 2014, Uruguay comenzó con derrota la Copa América 2016, luego de caer 3-1 ante México en el debut, en un partido en el que hizo unos muy malos primeros 45 minutos, y mostró su versión –vaya novedad–- cuando estaba contra las cuerdas, con uno menos y casi desahuciado.

Si hay un equipo al cual ese gol en contra de Palito Pereira al minuto podía caerle mal, ese era Uruguay, un equipo que no tiene un plan B ofensivo cuando arranca abajo. No tiene ni los circuitos ni las ideas. Eso hizo que el once de Tabárez se adelantara en la cancha, pero casi por inercia. Sin saber qué hacer con la pelota, el adelantamiento celeste solo hacía que México tuviera metros para lanzar ataques rápidos con pelota, usando muy bien las bandas y el toque de primera.

Sí, es cierto, usted dirá que ante Brasil en el último partido de Eliminatorias también se arrancó 0-1 abajo al minuto, y a los pocos minutos llegó el empate. Y que era Brasil, y de local. Pero en ese partido estaba Suárez. ¿Qué el gol del empate fue de Cavani? También es cierto. Pero en ese partido, Edi hizo lo que mejor saber con la celeste, bajando y colaborando en la marca y arrancando de atrás. En Arizona hizo lo mismo... pero al no estar Suárez, Uruguay se quedó directamente sin nueve en varios lapsos del primer tiempo.

Ese equipo inconexo apenas tuvo alguna luz de juego en las pocas veces que Lodeiro -que empezó jugando de media punta- bajó y jugó de 10 más clásico. Así se juntó en una ocasión con Maxi Pereira en una situación, en otra con Carlos Sánchez. Pero fue demasiado inestable: también erró varios pases, y de uno de ellos derivó la roja a Matías Vecino a los 45'.

Como será la cosa que el poco riesgo que trajo Uruguay en el primer tiempo, además de una conexión Maxi Pereira-Lodeiro-Cavani, fueron dos subidas de Josema Giménez, que sorprendieron a una defensa mexicana que siempre respondió bien.

El resto fue un equipo sin peso ofensivo, que encima le dio metros a su rival para crear y que siempre estuvo forzado en la posesión, lo cual lo llevó a cometer varias faltas y a quedarse con 10 antes del final del primer tiempo.

La reacción

Pero en el segundo tiempo todo cambió. Casi inexplicablemente. Y dificil de no atribuirlo a una fortaleza anímica celeste que apareció cuando todo estaba más complicadas. Es que con 10, Uruguay fue más que con once. Tata González entró en lugar de Lodeiro, y junto a Arévalo Ríos y Carlos Sánchez se multiplicaron en la cancha para ganar cada pelota dividida. Y además, el Tata y el Pato se proyectaron en ataque y buscaron a un Cavani que también se multiplicó y bajó todas, aunque lamentablemente careció de un socio arriba que aprovechara ese despliegue del salteño, ya sea con Rolan o cuando entró Hernández.


Uruguay fue una tromba anímica. Godín y Giménez salieron desde el área, y el capitán hasta tuvo una apilando rivales en una jugada que Rolan no supo aprovechar.


Pero Uruguay se lo llevaba puesto a México, que se iba retrasando cada vez más y saliendo a pelotazos. Hasta que a los 73', pareció que todo se equilibraba: foul de Guardado a Sánchez, roja al mexicano -luego de las protestas de los uruguayos- y cabezazo del capitán Godín para poner el 1-1.

Es más: 10 contra 10, pudo ser victoria de los celestes, que parecían más en la cancha. Pero esta vez pegó México, en una jugada de pelota quieta salida casi de otro partido.

En el final Uruguay lo fue a buscar y por arriba, otra vez, lo pudo tener. Sin orden, sin estructura, pero con ganas. Y pudo ser en dos oportunidades, llevándose al rival a los empellones.

Con Godín jugando de nueve, una jugada de contragolpe de México a través de Herrera para el 3-1 final, que fue mentiroso con el partido. Al final quedó el malhumor de los celestes con el árbitro, y el sinsabor de regalar 45 minutos, y un segundo tiempo en el que la celeste fue más y mereció mejor suerte. Como es costumbre en casi todo torneo internacional de la celeste, habrá que remar en lo que queda de la primera fase, sabiendo que el margen de error desapareció de entrada. l

Derrota. Uruguay jugó mejor con 10 que con 11, perdió 3-1 con México y ahora deberá luchar por clasificar

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