Durante 2023 los ingresos de divisas al país por las exportaciones totales del rubro ovino fueron 19% menores a los de 2022, totalizando US$ 219,7 millones.
Se trata del menor registro en los últimos cinco años, sin tener en cuenta el piso alcanzado durante 2020, cuando adicionalmente impactó la emergencia por la pandemia de covid y desde Uruguay se exportó por US$ 186,9 millones.
El mercado internacional y así el local sigue caracterizado por una demanda floja y precios que no se recuperan, lo que perjudica especialmente al sector productor e industrial uruguayo, existiendo un alto stock de lanas medias o gruesas, las que más cuesta colocar, aunque tampoco ha sido sencillo dispersas del modo adecuado a las lanas de menores micronajes.
Eso ha determinado que en varios casos haya sistemas productivos con lana de más de una zafra acumulada en los galpones y episodios aislados de productores que optaron por quemar la lana al no poder seguir acumulándola a la espera de valores mejores.
Con base en datos brindados por el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) –en todos los casos se trata de cifras de las “exportaciones cumplidas” proporcionadas al SUL por la Dirección Nacional de Aduanas (DNA)–, en el caso del subrubro lana y subproductos hubo una baja de 23%, acumulando US$ 128,5 millones.
Medido en dólares, los destinos principales fueron China (23% del total logrado) e Italia (21%).
Medido en volumen, se colocaron 28,8 millones de kilos base sucia (lana sucia, lavada y peinada), un 7% menos que en 2022.
El 19 de la lana se exportó lavada, el 32% sucia y el 49% peinada.
Tops 13,9 millones de kilos (-25%) y US$ 68,3 millones (-29%) con Italia (32%) y Alemania (22%) como principales mercados (medido eso en dólares).
Lana sucia 9,3 millones de kilos (+29%) y US$ 27,1 millones (-3%) con China (77%) y Bulgaria (14%) como principales mercados.
Lana lavada 5,5 millones de kilos (+8%) y US$ 16,2 millones (-25%) con China (35%) e India (16%) como principales mercados.
En el otro subrubro principal se exportaron 21,5 millones de kilos de carne ovina (+13%) a cambio de US$ 90,8 millones (-14%).
China con el 53% y Brasil con el 25% fueron los principales destino (medido en dólares).
Si se divide con base en el tipo de carne, la colocación de carne ovina con hueso reportó en total US$ 76,2 millones y la de carne ovina sin hueso US$ 11,7 millones, con una participación marginal de los subproductos, carnes enfriadas con y sin hueso y otros.
Las exportaciones de lana y subproductos registraron en 2022, respecto a 2021, una baja del 8% (totalizando US$ 161,4 millones) y las de carne una caída de 19% (totalizando US$ 102,9 millones).
El último mejor registro data de 2018 con US$ 327,4 millones logrados por exportaciones totales del rubro ovino, con el menor monto en 2020, US$ 186,9 millones.
Con base en datos del Misterio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), obtenidos de las declaraciones juradas de los productores, en 2023 se contabilizaron en el país 5.851.177 ovinos (4,6% menos que en 2022) en manos de 21.434 tenedores.
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