La fiscal de Estupefacientes Mónica Ferrero tiene la "firme hipótesis" de que en la avioneta que fue encontrada abandonada en la localidad de Morató (Paysandú) semanas atrás llegaron los 392 kilos de cocaína que fueron incautados este viernes tras una serie de allanamientos en Pocitos y un barrio privado de Carrasco. Luego de ese operativo fueron detenidos y enviados a prisión preventiva cinco ciudadanos bolivianos, a quienes Ferrero imputó de un delito de tráfico ilícito de droga.
Para la fiscal especializada en drogas, el cargamento incautado llegó al país exactamente a la 1:15 del domingo 15 de setiembre en una avioneta de matrícula boliviana –CP 2787–, y sin perder tiempo fue descargado en un vehículo para ser trasladada a Montevideo.
Un brasileño y un boliviano fueron detenidos al otro día, pero la fiscal que atendió esa causa, Carolina Martínez, no encontró pruebas como para imputarlos por narcotráfico. Los hombres, por su parte, habían declarado que llegaron a Uruguay "paseando por Sudamérica", y que habían aterrizado en ese camino rural porque se habían quedado sin combustible. De acuerdo a lo que declararon, el que piloteaba era el brasileño, y había sacado su licencia hacía solo seis meses.
Como habían violado varias disposiciones del Código Aéreo –no tenían un plan de vuelo y cometieron la irregularidad de aterrizar en donde lo hicieron– los imputó por un delito de conducción indebida o clandestina de aeronaves. Sin embargo, pueden enfrentar ahora penas más graves si Ferrero encuentra ahora nuevos elementos para involucrarlos.
Por otra parte, según informó El País y confirmó El Observador con fuentes policiales, hay otro hombre más que también participó de la operativa. Se trata de un uruguayo que "dio asistencia" en el la maniobra que la policía desarticuló este fin de semana. Tiene un antecedente penal y los investigadores presumen que se encuentra fuera del país.
Según aseguró este sábado a El Observador el titular de la brigada antinarcóticos, Carlos Noria, en una de las viviendas allanadas este viernes 4 –un apartamento del barrio Cumbres de Carrasco– se encontraron 12 bultos que contenían 370 ladrillos de cocaína, con un peso de 392 kilos.
Además, confiscaron nueve celulares, 27.278 dólares, 864 reales, 6.075 pesos argentinos, 1.045 pesos bolivianos y 18.739 pesos uruguayos, de acuerdo a información proporcionada por el Ministerio del Interior en su página oficial.
Los bolivianos estaban viviendo en Pocitos: dos en un apartamento de 21 de Setiembre, otro en uno de la calle Echevarriarza, y una pareja en un edificio ubicado en Benito Blanco. Ninguno de ellos, argumentó Ferrero ante la Justicia, pudo demostrar que tenía un trabajo.
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