Peñarol busca una racha del Quinquenio: ocho clásicos invicto

Por aquel entonces, cuando Gregorio Pérez dirigía al club, Peñarol estuvo ocho clásicos sin perder ante Nacional con siete victorias y un empate. Todos por torneos oficiales. 

Los últimos seis, además, los ganó en forma consecutiva marcando el récord histórico de victorias seguidas ante Nacional. 

Ahora, el aurinegro lleva siete clásicos invicto desde que perdió 1-0 por el cuagrangular amistoso de la Copa de Campeones Uruguayos el 14 de agosto de 2017. 

Desde entonces ganó tres clásicos oficiales, dos amistosos y empató los dos restantes, por el Apertura y Clausura de 2018. 

El miércoles, en la presentación oficial de la Supercopa Uruguaya 2019, el capitán de Peñarol Cristian “Cebolla” Rodríguez expresó: “Venimos trabajando el doble porque no es fácil salir campeón, mantener un nivel y seguir con la misma motivación”.

Sobre motivación para afrontar clásicos, Gregorio Pérez –especialista en la materia– dijo a Referí: “Cada técnico tiene sus formas para darle a sus jugadores las herramientas para mantenerlos motivados y más en estos partidos únicos por su  historia”. 

“A medida que se acerca la disputa de los mismos, el jugador lo siente y cada clásico tiene un condimento muy especial, más allá de lo que se juegue, porque para mí todos tienen el mismo valor, eso siempre lo transmití con mucha convicción”, dijo Pérez. 

Gregorio llegó a Peñarol en 1993 a un equipo que arrastraba siete clásicos sin triunfos ante Nacional, que venía de radiarlo por penales de la Copa Libertadores 1993, de eliminarlo en la Supercopa 1992, de ganarle el Uruguayo con golazo de Julio César Dely Valdez dando la vuelta olímpica en el clásico y que de yapa le pegó flor de baile en la Liguilla de esa temporada (3-1), ya en enero de 1993. 

“En mi primer clásico usé la motivación para dar vuelta esa racha y después se dio el desarrollo de una historia especial. En 1994 le ganamos finales a Defensor Sporting pero se le ganaron los clásicos al tradicional rival, en 1995 jugamos cuatro clásicos en 10 días y fuimos campeones y luego se dio la racha de 1997”, recordó Gregorio que fue campeón uruguayo en 1993, 1994, 1995 y 1997 en el segundo quinquenio de Peñarol que en 1996 estuvo bajo el mando de Jorge Fossati. 

Su racha de ocho partidos invicto con seis victorias en fila se dio en partidos oficiales e incluyeron dos épicos clásicos ganados en menos de un mes por el Clausura y la semifinal del Uruguayo 1997, una eliminación de la Supercopa en un grupo compartido con Vasco da Gama y una vuelta olímpica en la Liguilla de 1997. 

Bajo el mando de Hugo De León –que perdió sus dos primeros clásicos por la Copa Libertadores–, la racha se cortó el 17 de mayo de 1998 con descollante actuación de Carlos Camejo y un triunfo de Nacional por 2-0. 

“El jugador en esta clase de partidos siempre tiene una motivación extra, pero todo está relacionado con la convicción con que se le puedan transmitir las cosas para que ellos lo puedan desarrollar en el juego para lograr el éxito”, argumentó Gregorio. 

Desde aquella racha, Peñarol solo llegó a estar seis clásicos invicto con Nacional en 1999 cuando fue campeón uruguayo con Julio Ribas y cinco entre 2010 y 2011 con Diego Aguirre como DT. 

Ahora, entre los cuatro últimos clásicos de Leonardo Ramos y los tres de Diego López, Peñarol tiene una motivación extra para la Supercopa del domingo. 

Atrás quedaron los 12 clásicos sin ganarle a Nacional (siete derrotas y cinco empates) tras el 5-0 del Clausura 2014. Los tricolores ostentan, entre 1971 y 1974, la mayor racha clásica invicta de la historia con 16 clásicos y tienen además la mayor racha de victorias consecutivas: ocho, entre 1939 y 1941.  

Aún está lejos este Peñarol de la mejor racha histórica invicta en clásicos que es de 14 duelos ante Nacional sin perder, entre 1984 y 1985, cuando se disputó la Copa de Oro de los Grandes en la que estaba previstos ocho clásicos ganando el aurinegro cinco más uno por penales mientras que el tricolor solo ganó uno por penales tras empate 0 a 0.

Pero como dice Gregorio: “En los clásicos no se puede ignorar la historia ni subestimar nada”.