Como si se tratara de un juego de ajedrez, el presidente reelecto de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), Ignacio Alonso, va moviendo las piezas para dar forma a la nueva silueta del gobierno del fútbol para el período 2023-2026.
Las primeras decisiones que dieron un giro histórico a la mesa chica del fútbol son tres:
1) Nacional, que acompañó la campaña que impulsaba la candidatura de Alonso, sigue en la mesa chica
2) Las SAD, que acompañan al nuevo presidente, se aseguraron un lugar en el próximo gobierno
3) Peñarol, que lideró la oposición y se enfrentó a Alonso, por primera vez en la historia del fútbol está quedando afuera de la mesa.
Las otras dos veces que Peñarol no estuvo en el gobierno del fútbol ocurrieron en el cisma de 1922 (cuando Peñarol se fue de la AUF y creó su propia Federación, algo que en estos tiempos sería impracticable porque no podría competir con nadie por el blindaje que FIFA hizo sobre el fútbol mundial) y en el gobierno de Sebastián Bauzá (2010-2014), que armó un ejecutivo sin Nacional ni Peñarol.
Los clubes que funcionan bajo el régimen de Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) confirmaron este viernes que tendrán como representante en la mesa chica del fútbol a Carlos Manta (gerenciador de Plaza) como uno de los siete miembros del nuevo Comité Ejecutivo.
Este movimiento político lo comenzaron a asegurar en 2021.
Manta ocupará uno de los tres cargos de confianza que tiene Alonso en el ejecutivo, que le dan mayoría en las decisiones.
El otro cargo de confianza es para Nacional, que pondrá en la silla a Alejandro Balbi en el lugar que deja Eduardo Ache.
El tercer lugar de confianza del presidente es una mujer, que completa la cuota femenina.
En este caso, según pudo conocer Referí, es intención de Alonso mantener a Andrea Lanfranco, quien aceptó seguir en el gobierno del fútbol.
En este escenario, que es el que está terminando de definir Alonso, Peñarol queda afuera del ejecutivo.
Si Peñarol va al Ejecutivo ya no sería a través de un cargo de confianza. Y si fuera así, el club deberá recorrer el camino de una negociación (entre Alonso e Ignacio Ruglio) en la que la oposición, que tiene mayoría en el fútbol profesional y los votos para poner a un representante en el Ejecutivo, tendrá que aceptar las condiciones que estableciera el presidente de la AUF.
Como están planteadas las cosas, los puestos disponibles en el ejecutivo, y que podría ocupar Peñarol, son el lugar de la representante femenina, que la elige Alonso, o la silla del fútbol profesional, que la define el consejo de fútbol profesional que lo integran los 30 clubes de Primera y Segunda división.
El único acuerdo que puede cambiar este escenario es que a Alonso coloque a Tealdi como uno de los tres de confianza y el fútbol profesional le otorgue su silla a una mujer.
El estatuto establece que el Ejecutivo tiene que tener al menos una mujer. En ese caso, la cuota femenina estaría cubierta.
Si finalmente la negociación de Alonso con Ruglio recorre ese camino (Ruglio tendrá que acordar con la oposición -que lidera- para que ello ocurra) entonces, podrá ir una mujer por el fútbol profesional e ingresar Tealdi como hombre de confianza de Alonso.
Si no avanzan en ese nivel, Lanfranco será la representante femenina en el próximo ejecutivo y Peñarol definitivamente se quedará sin silla en el gobierno del fútbol.
Porque en caso de que Peñarol ingrese en el lugar del fútbol profesional, ya no será la voz y votos del club sino el representante de las 30 instituciones profesionales.
Los otros cargos que ya fueron completados por los votos de cada uno de los sectores son Eduardo Mosegui (fútbol amateur) y Matías Pérez (grupos de interés).
Solo resta definir el lugar del fútbol profesional, y la representante femenina, de acuerdo a lo que deje la charla que Alonso iba a mantener en estas horas con el presidente de Peñarol.
Pese a ser uno de los dos equipos grandes del fútbol uruguayo, en el nuevo mapa del Congreso de la AUF, Peñarol quedó debilitado en el escenario político.
La estrategia de Ruglio de ir al choque de Alonso y la AUF, que planteó desde 2021 y que profundizó en diciembre, enero y febrero como líder de la oposición (que se quedó sin candidato en las elecciones el día previo a ir a las urnas), dejó debilitado a Peñarol en el terreno político.
En 2021 y 2022, el presidente aurinegro sumó derrotas políticas, que lo fueron alejando cada vez más de la AUF, mientras los otros grandes jugadores del Congreso (las SAD) movieron estratégicamente su piezas y en abril de 2023 finalmente estarán ocupando el lugar histórico de los aurinegros.
¿Por qué ocurrió eso? Debido a que Alonso le dio espacio en su próximo gobierno a quienes lo apoyaron para llegar a la presidencia.
Las SAD fueron claves en las elecciones del 16 de febrero, porque tienen más poder que los grandes en el Congreso, que es el que define todo.
Presidente: Ignacio Alonso
Por el fútbol amateur: Eduardo Mosegui
Por los grupos de interés: Matías Pérez
Por Nacional: Alejandro Balbi
Por las SAD: Carlos Manta
Cuota femenina: Andrea Lanfranco es la candidata de Alonso
Por el fútbol profesional: a definir
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