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Pistas de baile de siete metros por persona: la propuesta del gobierno para las fiestas
El martes pasado representantes del sector de fiestas y eventos –uno de los más golpeados por la emergencia sanitaria– mantuvo una reunión con el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Isaac Alfie, y el subsecretario de Economía y Finanzas, Alejandro Irastorza, para afinar los detalles de un protocolo que permita el retorno a la actividad del sector.
Una de las medidas negociadas consistió en la necesidad de reservar siete metros cuadrados por persona en las pistas de baile, algo que los empresarios consideraron que implicaría "una pista al aire libre de 1.050 metros cuadrados para 150 invitados, cosa irreal e imposible para el 100% de los salones".
"Pareciera que tenés que tener el Antel Arena como mínimo", dijo a El Observador Daniel Serrato, organizador de fiestas y eventos. "Es inaplicable", remató. De respetarse las distancias detalladas en el protocolo durante el baile, las personas no precisarían usar tapabocas.
El nuevo protocolo en los escritorios de la OPP entraría en vigencia a partir del próximo viernes 6 de noviembre, "dependiendo de la situación sanitaria de ese momento". Serrato comentó que a la fecha de este jueves "sigue todo igual", a pesar del aumento de casos de los últimos días y la marcha atrás del gobierno en la habilitación de vestuarios en instituciones deportivas y la asistencia obligatoria en centros educativos de Rivera por un mes.
Los empresarios del sector –nucleados en la Asociación de Salones de Fiesta del Uruguay (ASFU), Cámara de Empresas de Servicios para Eventos, Fiestas y Afines (Cesefa), Asociación de Servicios para Fiestas y Eventos del Uruguay (Asefu) y Asociación de Servicios para Eventos de Maldonado (ASEM)– pidieron una reunión con el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, para profundizar en este reclamo.
El ingreso a los locales sería con tapabocas, inmediato lavado de manos con alcohol en gel, y registrando a las familias de modo de mantener la trazabilidad. El aforo admite un máximo de 80 personas en lugares cerrados, siempre y cuando tengan ventilación, y de 150 en espacios abiertos como carpas sin laterales, gazebos o al aire libre. El aforo fue calculado en cinco metros cuadrados, donde se incluye al personal de servicio.
Los aires acondicionados en las instalaciones bailables estarán prohibidos, a no ser aquellos que inyectan aire desde el exterior. El tiempo máximo fue extendido hasta cuatro horas, aunque con ventilaciones cada 20 minutos. El protocolo negociado sugiere que se sectoricen las mesas con tal de que los adultos mayores y más vulnerables a la enfermedad estén apartados de los jóvenes. También se recomienda que haya dos pistas de baile, según la edad de los presentes.
El protocolo de la OPP no admite la colocación de mesas de postre, mesas de buffet ni estaciones. Permite, por otro lado, las barras de tragos, aunque en lugares abiertos o techados "con muy buena ventilación", aparte del mantenimiento de las distancias interpersonales.
Una posibilidad contemplada en el texto es la aplicación de tests de covid-19 LAMP, que arrojan el resultado del mismo a 45 minutos de realizado, y que fueron creados por el Institut Pasteur y la Universidad de la República, y aprobados por el Ministerio de Salud Pública (MSP) a fines de agosto. De darse esta posibilidad –que implicaría un costo aproximado de U$S 10 por unidad– la fiesta podría desarrollarse sin ninguna medida preventiva.
"Luego se informará cómo podemos acceder a él, lo van a ampliar, está en pleno proceso", informó la ASFU, que recordó que en este instante están siendo fabricados por el Pasteur, aunque aún no comenzaron a aplicarse. De darse este contexto, las personas que sí hayan tenido la enfermedad y puedan acreditarlo no precisarían presentar un test negativo. El protocolo prevé que se realicen hasta 24 horas previas al evento.
"Nulas y nefastas" medidas del MEF
"Se expresó la disconformidad con las medidas de ayuda dadas por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), considerándolas casi nulas y nefastas, y se pidió extrema reflexión sobre los temas planteados", expusieron desde la ASFU en un comunicado tras la reunión con el subsecretario Irastorza.
Uno de los alivios anunciados por el MEF consistía en un proyecto de ley enviado al Parlamento para exonerar de aportes patronales para los salones de fiesta desde abril de 2020 a marzo de 2021.
La ASFU consideró este anuncio como "humo", puesto que consideraban al beneficio como "realmente para una muy pequeña parte del sector". "La mayoría, al tener a sus empleados en seguro desde marzo del 2020 hasta quién sabe qué fecha del 2021, no podíamos utilizar dicho beneficio" expusieron, y propusieron al MEF que se extendiera hasta marzo de 2022.
"Luego de marear abundante sobre posibles extensiones llegada la fecha de término, se nos comunicó que igual para eso habría que presentar otro proyecto de ley", remataron los empresarios, representados por Javier Abal (ASFU), Rafael Carriquiry (Cesefa), Silvana Tomeu (Asfeu), y Carolina Fein (ASEM).
Irastorza también fue consultado sobre beneficios en torno a tributos como contribución inmobiliaria y el impuesto a la puerta que deben pagar los propietarios de los locales. En la reunión se fue contemplada la opción del corrimiento de pagos sin multa, aunque se descartó –la negativa fue redactada con mayúsculas por los empresarios del sector– la exoneración.
"Para las exoneraciones se requiere una ley y dicen que no es fácil", plantearon. "Justifican que si nos dan a nosotros, le deben dar al turismo también, a lo que le respondemos que es correcto, que el Estado tiene la obligación de ayudar a los sectores que han sido más golpeados". El mismo argumento fue esgrimido ante la consulta para rebajar el IVA al 10% de modo de incentivar más señas de clientes.
