El PIT-CNT va a dirimir en la Mesa Representativa del próximo jueves el debate que hay en la interna de los sindicatos sobre si impulsar o no un plebiscito para derogar o modificar la reforma de la Seguridad Social definida por el gobierno y aprobada por el Parlamento en abril de este año.
Las posturas, según reconstruyó El Observador en conversación con varios integrantes de los sindicatos, son tres: impulsar el plebiscito para intentar derogar toda la ley en las próximas elecciones nacionales.
La segunda opción es impulsar un plebiscito solo para derogar el cambio de aportes a las AFAP –que pasó a ser del 5% obligatorio para todos los trabajadores, del total del 15% del aporte jubilatorio–, derogar el aumento de la edad de 60 a 65 años para jubilarse y derogar el suplemento solidario para las jubilaciones más bajas, un ingreso que funciona como sustitutivo de la jubilación mínima.
La tercera postura es no impulsar el plebiscito contra la reforma jubilatoria –ni por toda la ley ni por algunos puntos–.
Las corrientes Articulación (una de las más numerosas) y En lucha van por esta última opción porque entienden que un plebiscito "no es el camino".
El presidente de la Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado (COFE), Martín Pereira, explicó que la corriente "En lucha" hará "los últimos esfuerzos" para que las posturas en la central sindical se alineen a no impulsar el plebiscito. "Si no se llega (a un consenso), nos vamos a abstener", dijo.
La postura de esas dos corrientes está ligada a las posturas dentro del Frente Amplio (FA) que, según los integrantes de esos sindicatos, en su mayoría están contra de impulsar el plebiscito. De hecho, uno de los sectores claves del FA, el Movimiento de Participación Popular (MPP), ya marcó la cancha incluso antes de que el PIT CNT tome una resolución y definió que el plebiscito no es el camino.
El senador del MPP Alejandro Sánchez argumento que "el camino de ir a un plebiscito puede ser inconveniente, porque una ley se cambia con una ley, no con la Constitución de la República", dijo y agregó que el FA debe "convocar un diálogo social el 2 de marzo para cambiar esta ley, hacerlo con mucho debate con los empresarios, los trabajadores y la academia".
Atrás del MPP se encolumnó el sector Convocatoria Seregnista Progresistas –integrado por grupos como Asamblea Uruguay, Fuerza Renovadora y Plataforma– que tampoco apoyará la eventual consulta popular porque no cree que el "mecanismo de reforma constitucional sea el más adecuado para resolver los desafíos de una nueva matriz de protección social", informaron.
Según Pereira de COFE, dentro del PIT CNT las posturas están "bastante parejas" por las tres opciones que se van a discutir en la Mesa Representativa del jueves.
Del otro lado, corriente Gerardo Cuesta –ligada a los comunistas y otra de las más numerosa del PIT CNT junto con Articulación– que integran el sindicato de la construcción y de los metalúrgicos, entre otros, votará a favor de impulsar el plebiscito. El dirigente del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca), Daniel Diverio, dijo a El Observador que el sindicato decidió este viernes apoyar el plebiscito porque "hay que seguir movilizados", consideró.
"Para nosotros en este escenario que hubo movilizaciones en contra de la reforma, hay que seguir movilizados. Pensamos que es el mejor camino", dijo Diverio.
Inés Guimaraens
Archivo. Movilización del PIT CNT contra la reforma en marzo
Tanto comunistas como Articulación coinciden en la dificultad de llevar una papeleta a las urnas si no hay una fuerza política que no aliente a ensobrarla junto con las listas de candidatos.
Fuentes de la corriente de Los ocho, que se inclinó por promover el plebiscito para derogar algunos puntos de la ley –las AFAP, los cambios a las jubilaciones mínimas y el aumento de la edad de retiro–, dijeron que en este intento por llegar a un acuerdo, el PIT CNT busca que la decisión sea con el máximo consenso posible. Porque, en caso de que la opción de impulsar el plebiscito prospere, la campaña no tendrá gran impacto si hay varios sindicatos en desacuerdo.
Por eso, por estas horas entre las autoridades del PIT CNT y los sindicatos ya están en marcha las negociaciones de forma de que la Mesa Representativa del jueves llegue con algunas primeras definiciones y consensos en este segundo intento, dado que en la Mesa de principios de julio se aplazó la definición para el próximo 10 de agosto.
La secretaria general del PIT CNT –y de la Federación Uruguaya de Magisterio–, Elbia Pereira, consideró en canal 5 que "no están dadas las condiciones para un plebiscito" y que la FUM votará en contra de impulsarlo y agregó: "Tenemos que buscar acciones en perspectiva, un debate amplio con la sociedad, que no se dio en este período".
¿Otro plebiscito?
El jueves 6 de julio
Cabildo Abierto informó que comenzará a recolectar las firmas para llevar a plebiscito un proceso de reestructuración de deudas para "hacer cumplir el artículo 52 de la Constitución de la República que prohíbe la usura a nivel nacional", dijo el senador Guido Manini Ríos.
"Queremos una solución para tantos y tantos miles de uruguayos considerados irrecuperables que mediante una reestructura de sus deudas puedan reingresar al sistema", sostuvo Manini Ríos, aunque aclaró que si los proyectos alternativos barajados en el Senado dan con esa "solución", están "abiertos" a "cortar el proceso de recolección de firmas", en tanto "es más rápido" y permite "no recorrer este camino largo que lleva un año y medio".
El "corazón" del proyecto a plebiscitar implica la posibilidad de una "reestructuración judicial forzosa" –en caso de que deudor y acreedores no se arreglen por la vía administrativa– por un monto no mayor a la cifra inicial pactada más una tasa efectiva anual del 2%.
Distintos expertos han alertado en el Parlamento por el riesgo de desalentar por esa vía el otorgamiento de créditos y que las personas terminen recostándose en fuentes de financiamiento más turbias. Manini Ríos afirmó ante esos cuestionamientos que "por estar cumpliendo con la Constitución, si se afecta la imagen (del país), será favorablemente".
Tanto desde la oposición como los socios de la coalición arremeten contra la fuerza política por entender que es una nueva apuesta para marcar perfil de cara a las elecciones.