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Plebiscito PIT-CNT: Frente Amplio deslindará a sus comités de la campaña pese a críticas de Socialistas y de las bases
A la misma hora en que Marcelo Abdala sellaba la primera firma en la papeleta del PIT-CNT para el plebiscito por la seguridad social, Fernando Pereira conducía en la Huella de Seregni una nueva reunión para fijar las reglas de juego de la libertad de acción en el Frente Amplio.
Y mientras en la sede partidaria se encomendaba al secretario político Daniel Mariño a combinar distintos borradores para dejar en blanco sobre negro un protocolo final con el margen de acción para la militancia, el sindicalista Abdala proyectaba "entregar por encima de 500 mil firmas" antes de la fecha límite del 27 de abril de 2024.
Desde antes de mayo que la izquierda administra las tensiones de dos aliados estratégicos que, como nunca en este período, quedan despegados uno del otro en la movilización. Hasta los dirigentes frentistas más embanderados con desmarcarse de la estrategia sindical saben que hacia abajo tienen militantes juntando firmas, mientras titulares de sindicatos que deberán sostener la campaña arremeten contra la papeleta impulsada.
En un escenario que, a diferencia del referéndum de 2021, deja por el camino la aspiración inicial de Abdala de arrastrar a la coalición de izquierdas tras el empuje del movimiento social, el Frente se encamina a desligar a sus comités y sus actos de campaña del plebiscito.
Las bases y los socialistas aún tironean por dejar más margen a las decisiones colectivas de los militantes de usar las casas comunes según su parecer, aunque el protocolo frentista establecerá de antemano que "no se identifiquen los comités" con ninguna de las posturas y que no hayan "actividades a favor o en contra de la recolección de firmas" en los espacios compartidos.
El borrador –adelantado por La Diaria y al que accedió El Observador– no menciona todavía a texto expreso si los locales partidarios pueden ofrecer papeletas, aunque este jueves esa posibilidad seguía en pie en la discusión entre los dirigentes. Sí se encomienda al "cuidado de la convivencia de las distintas posiciones" y a no usar "recursos de la fuerza política" para la campaña. También está acordado que en los actos comunes –como puede ser el próximo aniversario frentista en febrero– los candidatos no militen sobre el escenario por una postura o la otra.
Sí podrán hacerlo –y ya lo hacen hoy Yamandú Orsi y Mario Bergara– en eventos propios o en cualquier otro ámbito. Carolina Cosse ya ha señalado que no se pronunciará hasta que el Plenario del Frente el 14 de octubre ratifique la libertad de acción acordada.
PIT-CNT reedita recolección de firmas por la LUC
Mientras el Frente articula para no dejar descontentos y Pereira llama a los dirigentes a "centrarse en las coincidencias", el PIT-CNT ya delinea un plan político de campaña y reunirá el próximo lunes al comando. La Federación de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (Fucvam) ya confirmó que será parte, mientras la Coordinadora Popular y Solidaria de Ollas Populares trasladó informalmente que también promoverá la recolección de firmas, según supo El Observador. La Federación de Estudiantes Universitarios (FEUU) seguía pendiente de resolución.
La central sindical definió el martes pasado "replicar el formato del referéndum" contra 135 artículos de la LUC, según el acta de la Mesa Representativa a la que accedió El Observador. Esa estrategia conllevará "tres etapas claramente marcadas".
El PIT-CNT distribuirá "a la brevedad" un instructivo a sus filiales sobre "cómo recolectar las firmas" y convocará una red de asambleas, de modo que en el transcurso de octubre hayan firmado "todos los afiliados y sus familias".
A partir de la segunda quincena de este mes habrá un "sistema de barriadas" armado para trillar el territorio los martes, jueves y viernes desde Montevideo y junto a plenarios del interior. "Cada sindicato debe resolver brigadas para hacerse cargo de cada puerta a puerta", mandató la Mesa Representativa.
Para principios de noviembre habrá una "gran jornada nacional de recolección de firmas", y todos los fines de semana se desplegará el aparato militante. La central encomendó a "hacer parte" de la campaña "todas aquellas fechas de participación masiva a nivel nacional para optimizar la recolección". Al igual que con el referéndum de 2022, el Carnaval montevideano en febrero será uno de esos hitos clave.
En la recta final, durante los meses de marzo y abril, el PIT-CNT apuesta a hacer "intensivos con seis de siete días (de la semana) activos en la recolección de firmas". El comando también discutirá el lunes un sistema de aportes iguales entre las filiales sindicales. Una de las posibilidades barajadas era la de un aporte extraordinario de un dólar y medio por afiliado.
Esta vez el PIT-CNT no podrá costear la campaña a medias con el Frente Amplio y sus costos –para un despliegue ambicioso– no podrá bajar del millón de dólares, estiman de antemano los dirigentes sindicales.
Al mismo tiempo los gremios menos convencidos con la línea definida –que buscará eliminar las AFAP, situar en 60 años la edad de retiro e indexar las jubilaciones mínimas al salario mínimo– comienzan a discutir cómo organizar la recolección. La Asociación de Bancarios (AEBU), por ejemplo, se encamina a delegar en su próximo Consejo Central el despliegue en la dirigencia más afín al Partido Comunista, según supo El Observador.
Tanto los comunistas, el Partido Socialista, el Partido por la Victoria del Pueblo, el Partido de los Trabajadores y otros varios colectivos estarán contemplados en la primera distribución de unas 350 mil papeletas que el PIT-CNT ya envió a imprimir.
Tras un infructuoso intento en 1999, en que el movimiento social no alcanzó las firmas para combatir en "la madre de todas las batallas", como entonces tildó el presidente Julio María Sanguinetti a la defensa de las recién creadas AFAP, la central y parte de la izquierda se juegan desde la semana que viene, a pesar de las intrincadas negociaciones, un segundo round.
