Desalojaron edificio en Barrio Sur tras denuncias de vecinos por venta de drogas

Según informó Montevideo Portal y confirmó El Observador con fuentes policiales, el operativo se realizó en la calle Convención y Canelones, y participó el Grupo GEO, la Guardia Republicana, personal de la Jefatura de Policía de Montevideo y de la IMM.

El director de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior, Santiago González, explicó que la policía y Bomberos colaboraron con la IMM para la inspección de la propiedad. En el operativo se constató que había siete familias ocupando la vivienda en condiciones muy precarias.

No se encontró droga, pese a las denuncias que realizaron los vecinos, informaron a El Observador fuentes del caso. En tanto, una persona fue detenida en las inmediaciones del lugar, denunciado por atacar a un policía hace algunas semanas durante un procedimiento en la vivienda.

El Instituto Uruguayo del Niño y Adolescente (INAU) y el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) se encargarán de la situación de los niños y adultos que vivían ahí en condiciones vulnerables.

En tanto, se busca tapiar las entradas para impedir que otras personas se instalen, mientras se resuelve que sucederá con la propiedad.

Vecinos de la cuadra denunciaron que este verano se instaló una boca de venta de droga en una casa abandonada, y eso trajo problemas de convivencia, ya que se generaban discusiones, peleas y ruidos molestos en la madrugada, además de que los propios vecinos eran asaltados en ocasiones por los consumidores que iban al lugar.

En una carta dirigida al ministro del Interior, Jorge Larrañaga, los vecinos cuentan que en la casa viven niños que juegan solos en la calle durante la noche, y los adictos amenazan a los vecinos, entre otras situaciones que se detallan en el documento que compartió Montevideo Portal.

Además, los vecinos denunciaron la falta de respuesta policial rápida ante hechos delictivos, y adjuntaron videos en donde se ve a los ocupantes de la casa enfrentarse con la policía y correr por las azoteas en un presunto intento por esconder droga.

En tanto, la policía investiga los movimientos de delincuentes que transportarían la droga en vehículos.

Una de las dificultades de la situación es que no se pudo solicitar el desalojo de las personas antes porque el dueño de la propiedad no había realizado la denuncia por la ocupación.