El productor y los profesionales que asesoran a los agricultores están reaccionando del modo adecuado ante el desafío que implica la aparición de nuevas plagas y, a la vez, la resistencia generada hacia ciertos eventos biotecnológicos.
Eso afirmó José Luis Inciarte, gerente de Ventas y Marketing de Syngenta, tras una nueva actividad organizada por la compañía, esta vez de modo virtual, denominada “Control de plagas en maíz y soja”, para lo cual el 1° de diciembre se utilizó la plataforma revistaverde.com.uy para que los ingenieros agrónomos Diego Álvarez y Nicolás Faggi expongan varias novedades.
A propósito de esa actitud apreciada, Inciarte comentó que “en los últimos años han surgido plagas como la helicoverpa, los trips y arañuelas y hasta estuvo la amenaza de la langosta este año. Los técnicos se asesoran bien y reúnen la información existente para brindar un buen servicio profesional. En cuanto a la resistencia a algunos eventos biotecnológicos, también creo que hay una buena reacción, porque los resultados están a la vista. Por ejemplo, en maíz quien no siembra con evento Viptera sabe que tiene que hacer alguna aplicación de insecticida, y así se está haciendo”.
No obstante, puntualizó a El Observador, “creo que donde hay que tener cuidado es en la rotación de principios activos. En Uruguay las diamidas, principalmente el clorantaniliprole, son productos baratos y tienen buena efectividad. Esto lleva a un abuso de estas moléculas y puede llevar a la generación de resistencia. Diego Álvarez, docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA), manejó en su conferencia que en Brasil ya hay casos de resistencia al clorantaniliprole por la falta de rotación. Hay que tener mucho cuidado con esto, debemos cuidar esta molécula si no queremos seguir el mismo camino que en Brasil. Principalmente cuando sembramos maíz hay otras alternativas para el control de lagartas que sabemos considerar. Cuando sembramos maíz, es una buena oportunidad para rotar los insecticidas”.
Sobre si la dinámica de desafíos constantes es más perceptible en soja o en maíz, Inciarte opinó que “en maíz ha surgido resistencia a ciertos eventos que antes funcionaban bien. El productor se ha tenido que adaptar a estos cambios. El crecimiento de los maíces tardíos también ha generado mayor preocupación por el control de la lagarta cogollera. En soja es diferente, porque todos los años cambian las plagas principales. Hace dos años que no tenemos grandes ataques de lagartas, pero hubo ataques severos de trips y arañuelas y las chinches son una constante. Con la limitación al uso de neonicotinoides el control de chiches se hace más complicado; surgen nuevos insecticidas, pero con un costo mayor y no mejoran la efectividad del control”.
Sobre las exposiciones de los profesionales, detalló que Álvarez presentó un panorama general de las plagas en soja y maíz, repasando las principales responsabilidades del asesor. Destaco nuevamente lo que dijo de la situación de Brasil, donde por no rotar los insecticidas se generó resistencia al clorantaniliprole. Aquí es la molécula más usada para control de lagartas, por lo que hay que pensar en rotar. Si no, tendremos resistencia en breve”.
Por su parte, Faggi, responsable de Investigación y Desarrollo de Syngenta en Uruguay, presentó una alternativa de Syngenta que es Curyom Fit UV, un insecticida en base a emamectina y lufenurón, especializado en el control de lagartas, tanto en soja como maíz. Cuanto las lagartas tienen un desarrollo avanzado este producto anda excelente, por el excelente volteo de la emamectina, mientras que el lufenurón le otorga una residualidad prolongada. Para el control de lagarta cogollera en maíz ha demostrado del el mejor producto del mercado”.
A propósito del producto presentado en esta instancia, Faggi explicó a El Observador que está compuesto por dos principios activos, benzoato de emamectina y lufenuron, tratándose de un producto sólido, granulado, fabricado de tal modo que permite maximizar las características de los productos.
En el caso de Uruguay, expresó, “este desarrollo al que se le puso muchísimo pienso y trabajo está dirigido a los cultivos de maíz y de soja; en el caso del maíz, está dirigido sobre todo al control del cogollero (Spodoptera frugiperda) y en el de soja es un controlador de todos los lepidópteros, pero tiene la diferenciación de controlar la falsa medidora (Pseudoplusia)”.
Otra característica muy importante, resaltó, “es que posee un protector solar, uno de sus componentes, la emamectina, es fotolábil, lo que le permite al producto estar protegido y así activo por más tiempo”.
Con relación a los dos principios activos, precisó que trabajan por ingestión y que “la emamectina es un producto que tiene muchísimo volteo, con un gran golpe inicial, a la vez que el lufenuron es un producto que tiene mucha residualidad, por lo tanto estamos combinando dos principios activos con características muy distintas, con otro elemento diferencial: la emamectina tiene una muy rápida penetración y es un producto translaminar, lo que le permite llegar a lugares más alejados, de más difícil acceso”.
Por último, sintetizó que “son principios activos que se utilizan muy poco en Uruguay, son entonces una estrategia ante la resistencia, con mucha flexibilidad y gran ventana de aplicación y muy recomendados para el control de plagas complejas”.
Finalmente, Inciarte expresó que “son muchos los factores que afectan a los cultivos. Desde el punto de vista de la protección, las empresas de investigación como Syngenta venimos investigando y aportando nuevos productos al mercado que den solución a nuevos problemas, y al mismo tiempo siendo más amigables con el ambiente y las personas. De esa forma hemos brindado nuevas soluciones contra malezas como el amaranthus o el raigrás resistente, contra la ramularia en cebada o la roya en soja. De la misma manera hemos incorporado nuevas opciones insecticidas frente a nuevas plagas o restricciones en el uso de neonicotinoides. De la investigación científica surgen las soluciones a nuevos problemas”.
Inciarte, sobre la zafra 2020/2021 de cultivos de verano, destacó que “parece ser una excelente oportunidad por la situación de precios que se está dando”.
Añadió: “Estamos cerrando una zafra de invierno excepcional y podemos arrancar una de verano que también lo sea. Tuvimos ésta seca de noviembre que hizo parar las siembras por unas semanas, por suerte ahora se han retomado. Esperemos que el año acompañe climáticamente para tener un buen rendimiento, porque el precio está en su mejor nivel en los últimos cinco años”.
“Según información presentada por la Mesa Tecnológica de Oleginosas (MTO), con este precio el rendimiento de equilibrio (antes de renta) es de 1.200 kilos”, destacó.
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