Luego de anunciar el proyecto en noviembre y dejar atrás la pandemia, el Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) aprobó el primer borrador de la Transformación Curricular Integral, informó El País y confirmaron fuentes del Consejo a El Observador.
Su aprobación por tres votos contra dos –los consejeros de los maestros votaron en contra– representa la confirmación del esquema con el que las autoridades pretenden realizar su plan de reforma educativa.
El borrador ahora se discutirá con varios protagonistas de la educación, entre los primeros las asambleas técnico docentes (ATD), para delinear sus políticas. El presidente del Codicen, Robert Silva, espera que el proyecto se culmine en noviembre, para comenzar con la implementación de cambios en 2023, afirmó a El Observador.
Competencias
Entre los principales cambios se encuentra un enfoque de egresos por competencias, indicó el consejero electo por la Federación Nacional de Profesores de Secundaria (Fenapes), Julián Mazzoni, a El Observador.
Serán diez competencias: competencias en comunicación, metacognitivas, intrapersonales, en iniciativa, en relacionamiento con los otros y en ciudadanía local, global y digital; pensamiento creativo, crítico, computacional y científico.
Según Mazzoni, este enfoque deja atrás al pensamiento crítico y a la idea de "generar ciudadanía". "No se planifica desde la competencia", criticó el consejero, quien cree que de seguir este camino se va a llegar a una población dividida entre una educación pública y una educación "de élite", privada.
Por su parte, la consejera de los maestros por la Coordinadora de Sindicatos de la Enseñanza del Uruguay (CSEU), Daysi Iglesias, explicó a El Observador que incluso "definir competencias ya es un gran problema", y sostuvo que se postuló en contra porque entiende que el enfoque en esta área ha demostrado ser en la práctica "muy flexible, poco pautado, abierto a generalidades" y deja atrás los conocimientos y las disciplinas.
Iglesias detalló que en la década de 1990 en Uruguay se intentó implementar un sistema de competencias en la educación inicial, pero fue desestimado porque estaba abierto a "generalidades".
Para la consejera es importante que en cada año se marque "un objetivo, un qué hay que enseñar a cada nivel", porque, si no, las competencias marcadas pueden ser útiles "tanto para primero de escuela como para tercero de liceo".
Las claves
El proyecto define cuatro claves que debería tener toda persona egresada de la educación uruguaya: "Expresarse y comunicarse con conocimiento, autonomía, respeto y empatía con otros" en distintos entornos y con "comprensión mutua"; "conocer, pensar y actuar con conocimiento y responsabilidad, cuidándose y cuidando a otros"; "tener iniciativa y concretar proyectos, a través del desarrollo personal, en forma colaborativa y participativa", y "desarrollar el bienestar propio y con los demás incorporándose con autonomía a los diferentes ámbitos de acción".
Este punto también fue criticado por Mazzoni, quien entiende que es "reduccionista" centralizar los objetivos del egreso en claves, y que en Fenapes pretenden que se ahonde en una "formación profunda" del individuo.
Iglesias aseguró que estas claves se tratan de un "discurso común para toda la educación", que puede ser aplicado "en cualquier lado" del espectro educativo. "No es solo el enunciado de frases, es la articulación de metas", criticó la consejera.
