Lacalle tiene muy buena relación con Bordaberry

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¿Qué pasa con los liderazgos en Canelones? Guía para entender los movimientos políticos

El fideicomiso, los candidatos para 2025 y otras movidas políticas en el segundo departamento más importante
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25 de junio de 2021 a las 15:03

El centralismo capitalino hace que muchas veces los focos de la política no le presten a Canelones la atención que debería. Hoy, con un intendente con proyección nacional, esa realidad empieza a cambiar. En una semana en la que el departamento estuvo en la agenda política nacional por movidas del oficialismo y la oposición, hoy, quiero hablarte de qué está pasando allí y cómo se vislumbra el escenario hacia 2025.

 

¿Por qué los multicolores se rifaron Canelones?

Verano de 2020. La coalición multicolor había ganado las elecciones de la mano de Luis Lacalle Pou. Ese impulso los hacía pensar en grande. Y con ese centralismo típico capitalino, las miradas fueron todas hacia Montevideo. Durante semanas, la preocupación de blancos, colorados y cabildantes era encontrar un candidato fuerte para la intendencia. Que Guido Manini Ríos, que Ernesto Talvi. Que un candidato, que dos, o que tres. Si el lema iba a ser el Partido de la Gente o el Independiente o cuál. Una discusión, típica de uruguayos a último momento, pero que se acaparaba toda la atención de la dirigencia política.

Entre los opositores la atención estaba en Montevideo. ¿Y Canelones? ¿Era posible ganar Montevideo y no en el otro departamento fuerte?

¿Cómo habían sido los resultados en octubre de 2019 en la capital y en Canelones?

PartidosMontevideoCanelones
Frente Amplio47,442,8
Partido Nacional23,227,4
Partido Colorado10,69,5
Cabildo Abierto8,39,5
Partido Independiente1,31,0
Partido de la Gente1,31,4

 

 

CoalicionesMontevideo %Canelones %
Frente Amplio47,4%42,8%
Multicolor44,7%48,9%

 

Es verdad. No se puede comparar una elección nacional con una departamental. Y es verdad también, como quedó demostrado en el balotaje, que no necesariamente todos los que votaron a un partido de la coalición en octubre mantuvieron el voto en la siguiente elección.

Pero los multicolores parecieron dar Canelones por perdido. Tal vez fue por la fuerza que tenía el candidato oficialista, Yamandú Orsi. Pero, sobre todo, porque nunca existió un encuentro y un amalgamiento entre los diferentes actores locales de la entonces oposición que permitiera un diálogo sincero. Y allí fueron cada uno con un candidato separado. Del 48,9% de octubre en Canelones, y del 44,7% del balotaje, pasaron al 32,5% en las departamentales de 2020.

En Montevideo, aun con problemas, cinco años antes blancos y colorados lo habían intentado y ya habían existido avances.

El resultado de todo esto fue una ruptura con una tradición histórica que estaba incrustada en el imaginario colectivo: quien gana Canelones, gana el país. Por primera vez desde 1985, el intendente de ese departamento es de un color diferente al del presidente de la República.

 

¿Y ahora qué hacen?

Los legisladores canarios de la coalición se juntaron esta semana

En la coalición multicolor el tema Canelones empezó a moverse y esta semana eso quedó visible con una descolorida reunión que tuvieron los legisladores blancos, colorados y cabildantes del departamento. ¿Por qué descolorida? Porque hubo ausencias importantes de dos de los tres multicolores.

En esta nota están todos los detalles de esa reunión y también el trasfondo político local que hay detrás: el voto de un nuevo endeudamiento para Canelones que divide a la oposición canaria.

Para entender la situación hay que ubicar a los actores en el territorio. Canelones es uno de los pocos departamentos donde el Partido Nacional no está tan unido. ¿Por qué?

El dirigente Sebastián Andújar está jugando un rol muy importante en el diálogo entre oficialismo y oposición. Esto no es nuevo.  Ese rol lo jugó durante muchísimo tiempo el exdiputado Alberto Perdomo, fallecido en 2017.

Para aprobar cualquier endeudamiento que excede el período de gobierno, cualquier intendencia requiere una mayoría especial de 21 votos. El FA tiene 20, por tanto siempre le faltó un voto. Perdomo jugó siempre en la negociación tanto con Marcos Carámbula como con Yamandú Orsi para otorgar ese voto y a la vez lograr cosas.

El tercer nivel de gobierno incide mucho en esa negociación. Perdomo tenía una ingeniería electoral que le permitía votar muy bien en las departamentales y lograr buenos resultados en las elecciones de los municipios. Hoy el Partido Nacional tiene nueve alcaldes, y cuatro de ellos responden a Andújar.

Por tanto, al diputado también le sirve que se apruebe el préstamo para la Intendencia de Canelones porque las alcaldías de San Ramón y de San Jacinto, por ejemplo, están incluidas en el plan de obras. Negociar les sirve a los ciudadanos a los que representa Andújar.

Del otro lado está el diputado Alfonso Lereté, que no quiere que sus ediles voten el fideicomiso por varias razones. Es sin dudas el opositor más firme a la gestión de Orsi en lo discursivo y eso se nota en la falta de diálogo y, por tanto, también en que sus alcaldes no tengan tantas obras previstas con estos nuevos fondos.

El voto al fideicomiso pone en una situación complicada tanto a quienes quieren votarlo –no solo Andújar dio señales en ese sentido sino también el único edil colorado, que responde a Batllistas–, como a quienes no.

Porque como está explicado en esta nota de Martín Tocar, esta discusión se mezcla con otras dos de Río Negro y Rocha, donde los intendentes blancos quieren promover un endeudamiento que la oposición frenteamplista rechaza. En el gobierno nacional han manejado la posibilidad de negociar un paquete y que si se logran aprobar esos dos préstamos también la coalición vote el de Canelones.

Y aquí surgen dos cuestiones que merecen un breve análisis: 

  1. ¿No hay una contradicción entre los blancos que rechazan el fideicomiso de Orsi pero a la vez lo promueven en dos intendencias de otros departamentos?
  2. ¿Los dirigentes frenteamplistas –y especialmente del MPP– van a dejar solo a Orsi? ¿No salen a marcarles a los dirigentes locales de Rocha y Río Negro que si no votan indirectamente también están dañando la gestión de una de las figuras de la izquierda con mayor proyección presidencial?

 

Las diferencias entre los blancos canarios también están en otros aspectos, como por ejemplo su posicionamiento con respecto al gobierno nacional. A Andújar le reprochan que en vez de defender al gobierno cuando hubo problemas en la vacunación en Canelones, su discurso apareció más pegado al de Orsi. “La gente está muy preocupada, tenemos el porcentaje más bajo de vacunación del país, hay pocos vacunatorios abiertos con relación a la población”, dijo en abril a La Diaria. El argumento para esa postura es que él es el representante de los canarios y por tanto también debe defenderlos.

En ese contexto llegó la reunión de esta semana. El que convocó fue el senador Amin Niffouri. El objetivo inicial: empezar a pensar en un trabajo unitario de la coalición para 2025. En la Intendencia de Canelones lo leyeron también como un intento de frustrar la votación del fideicomiso.

En el encuentro hubo condimento electoral –varios legisladores plantearon la necesidad de votar unidos en las departamentales de 2025 al igual que en Montevideo–, pero también cuestiones de coordinación básica con el gobierno nacional. Algunos se quejaron, por ejemplo, de que los dirigentes locales ni siquiera saben cuando va un ministro. De esa realidad ya tomó nota el gobierno nacional que empezó a coordinar incluso con alcaldes el desembarco en el territorio.

Pero la reunión no nació de un diálogo construido lentamente entre los diferentes actores para llegar a un encuentro consensuado, sino que se dio con una invitación ya pronta para reunirse en un día y una hora preestablecida. Eso molestó a algunos y por eso faltaron tanto Andújar como el diputado de Cabildo Abierto Álvaro Perrone, que está en desacuerdo con pensar desde ya con óptica electoral.

 

Sin candidatos naturales

Lacalle tiene muy buena relación con Bordaberry

El escenario electoral canario para 2025 está abierto, sin candidatos naturales ni en el Frente Amplio ni en la oposición. Por eso también es atractivo lo que sucede en el departamento.

Orsi no tiene un relevo cantado en el oficialismo canario. A esta altura del segundo período de Carámbula, el entonces secretario general ya tenía una visibilidad tal que lo posicionaba como el heredero claro. Hoy no hay nadie con su nivel de visibilidad.

Eso no quiere decir que no haya nombres posibles. José Carlos Mahía es un posible candidato por Asamblea Uruguay, el actual secretario general, Francisco Legnani –independiente–, el diputado Sebastián Sabini o Yamandú Costa –que en un momento analizó disputarle a Orsi en 2020–, son algunos de los que levantan la mano para entrar en la carrera.

Del otro lado la situación es igual de compleja. Los legisladores que tienen intenciones de candidatearse no tienen una visibilidad tal aún que permita a los multicolores ser optimistas. Por eso entre la dirigencia nacional algunos piensan por fuera de los nombres tradicionales. ¿Quién puede ser, como lo es Laura Raffo en Montevideo, el candidato que aglutine a toda la oposición canaria? Y allí es que empiezan a surgir nombres que en algunos casos parecen inverosímiles, pero que algunos se los plantean. Pedro Bordaberry, quien durante muchos años ha vivido en el departamento, le seduce a varios. Cuando miran entre los cabildantes, otros piensan en el ministro mejor evaluado por la ciudadanía: Daniel Salinas, que vive también en Canelones, puede ser un candidato muy potente. Entre los blancos algunos nombran al presidente de ASSE, Leonardo Cipriani, quien ha demostrado proyección política.

Falta mucho para 2025, pero el tema ya está en la cabeza de los políticos oficialistas y opositores. Y, sin duda, del presidente Lacalle Pou, que fue candidato a intendente allí en 2010 y mira a ese departamento con ojos muy atentos.

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