La bandera de La Luz con su grito de guerra

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¿Qué significa el "escupa, escupa" de la bandera de La Luz?

Con 93 años de vida, sin cancha desde 2015 y una humilde historia de lucha, La Luz dio un gran golpe al eliminar a Peñarol de la Copa AUF Uruguay; la hinchada lleva una bandera con una leyenda particular, ¿a qué se debe?
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02 de noviembre de 2022 a las 05:04

A los que se tomaban un 522, un 2, un 195 o un 145 se les recomendaba tener cuidado cuando el ómnibus pasaba frente a la cancha de La Luz. En la ribera del arroyo Miguelete sobre Bulevar José Batlle y Ordóñez (ex Propios), la cancha del merengue de Aires Puros tenía enfrente un cantegril gigante y a sus espaldas el barrio 40 Semanas. 

En 1978, cuando La Luz enfrentó a Peñarol por la Liga Mayor tuvo que hacer de local en el Parque Viera. "El Rivero era una cancha chica como para llevar a Peñarol, tenía una sola tribuna y dos hileras de bancos en la otra. Atrás de los arcos no había gradas", contó a Referí Juan Tejera, lateral izquierdo del merengue en aquella temporada. 

En 2015, la piqueta fatal del progreso (o Parque Lineal del arroyo Miguelete) se llevó puesto al modesto escenario donde una vez, en 1994, voló un medio tanque de la calle hacia el medio de la tribuna. Aquella tarde La Luz perdió 3-1 con Miramar Misiones, con un endiablado Marcelo Samaloff y un eficaz Álvaro Generali, ex Peñarol. El árbitro no le cobró al local un claro penal del golero Fabián Domínguez (en 1996 pasó a Nacional de la mano del Chino Salvá) sobre Leonardo Rodríguez, al que lesionó en las costillas. 

El agradecimiento para un plantel que hizo historia

Al Rivero le plantaron un edificio de la UTU sobre la mitad del campo y la idea de cambiar la dirección de la cancha colocando un arco sobre Propios y otro sobre Silva, la que bordea el Cementerio del Norte, no prosperó. El club se quedó sin cancha, esa que cuando Julio Fuentes lo dirigía en 2005-2007 con el profe Alejandro Martínez, se inundaba por la mitad, y donde una vez entraron ladrones armados a robarles pelotas. 

También desapareció el cantegril (o barrio 25 de Agosto) y la cancha de enfrente, la del Ipiranga, donde los más guapos jugaban descalzos y los cortes con vidrios en los pies se sanaban transitoriamente apretando bolsas de nylon.

Era 1993 el Basáñez de Juan González y el Lucho Romero visitó el Rivero. La cancha se llenó. Empataron 0-0 y ambos equipos erraron un penal. El Rusito Boskov se lo atajó al Juanchi, mientras que Richard García, el hermano del Pepe García, ex Nacional, erró el de La Luz. A la salida, todos los autos estacionados frente a una callejuela de tierra que daba a otro cantegril, ubicado detrás del arco que daba al Miguelete, tenían los vidrios rotos y habían sido robados. 

Aníbal Hernández, un producto de las formativas de La Luz

En 1994 a la esposa del Bemba Acosta le robaron la cartera. Los encargados de seguridad del club cruzaron y la recuperaron en cuestión de minutos. Ese año, Ernesto "Pinocho" Vargas se retiró del fútbol usando esa camiseta. 

Un día el hermano del Chino Álvaro Recoba, Fabián, que figura de La Luz en 1994 con la 10 en la espalda, cumplía una promesa yendo a caminar a la Gruta de Lourdes. Al llegar al Rivero los hinchas lo saludaban al grito de "Chino". 

Jhonny Da Silva, héroe en los penales

Después de un par de desafiliaciones por no pagar deudas con jugadores, de quedar relegado a la tercera categoría del fútbol uruguayo por años, La Luz salió del sótano. En nueve meses subió de la Primera División Amateur a la Segunda División Profesional y de ahí a Primera. 

Entre medio de esa epopeya sin precedentes en su historia llegó hasta la final de la Copa AUF Uruguay eliminando en semifinales a Peñarol, en una serie que tuvo ribetes heroicos, más allá del pésimo momento aurinegro. 

En la hinchada de La Luz se agita con orgullo una bandera que dice "Escupa, escupa". ¿A qué se debe ese dicho? Es en memoria de un hincha y socio, Mario Onorato, quien seguía a La Luz por todas las canchas. "Volvía locos a los jueces, lo echaban y se ponía a gritar atrás de los arcos. No faltaba a un partido", comentó Hebert Domínguez a Referí.

Edgar Martínez, goles claves en la temporada

"En las décadas de 1960 y 1970 a La Luz lo acompañaba una cantidad increíble de gente. Para que tengas una idea llevaba más gente que la que lleva hoy Cerrito", le dijo Enrique Yanuzzi a quien esto escribe cuando Cerrito cursaba en 2004 su primera temporada en Primera. 

El postergado anhelo de llegar a Primera, frustrado en cuatro ocasiones (1965, 1967, 1978 y 1981) se hizo este año realidad. Pero un sueño se escapó de los límites de lo imaginable: ganarle a Peñarol de atrás, con 10 jugadores y en el Centenario.

Escupa, escupa, La Luz. Escupa, escupa. 

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