Lidia Silveyra quiso dedicarse a la pintura toda la vida, pero no tenía tiempo. Cuando finalmente pudo hacerlo, al inscribirse en un taller de la Intendencia de Flores dictado por el pintor Roberto Cadenas, no se le pasaba por la cabeza que cuatro años después una de sus obras estaría viajando rumbo al Louvre, junto a la de otros 14 artistas uruguayos.
Esta nota es exclusiva para suscriptores.
Accedé ahora y sin límites a toda la información.
¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá