Récord de 95 casos diarios bordea el riesgoso número de tres cifras

La frontera de los 100 –o los tres dígitos– a la que el país se acaba de acercar ha sido una referencia importante para el Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), porque marca un mojón después del cual puede ponerse en peligro el control del hilo epidemiológico, una de las claves de la política sanitaria que lleva adelante el Ministerio de Salud Pública.

El matemático Fernando Pagannini, uno de los tres referentes del GACH, había dicho a El Observador en una entrevista que concedió en agosto que si se registraba un número de casos diarios de “tres cifras” de forma sostenida, los expertos estarían “muy preocupados” porque “eso pondría a prueba seriamente la capacidad de rastreo”.

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Sin embargo, en estos últimos meses el MSP fue incorporando más trabajadores para el control epidemiológico, lo que hace que la ecuación cambie un poco. De hecho, la cartera sanitaria cuenta hoy con más de 80 trabajadores dedicados a la tarea de rastrear los contactos de todos los pacientes, y se espera que en estos días se incorporen cerca de 10, como informó El Observador días atrás.

En ese sentido, el coordinador del GACH, Rafael Radi –doctor en Medicina y Ciencias Biológicas– dijo a El País el pasado sábado que si el gobierno logra "una capacidad de rastreo muy robusta, capaz te podés bancar 200, 300 casos diarios sin perder el hilo".

A eso se refirió este jueves en rueda de prensa el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, quien horas antes del comunicado del Sinae reiteró que el gobierno considera que la emergencia sanitaria se encuentra "controlada", precisamente porque las autoridades no han perdido el rastreo. "Siempre hay que mantener el hilo para poder controlar los brotes y eventualmente poder blindarlos", dijo el jerarca, quien luego afirmó que la actividad de los rastreadores del MSP es una "tarea nacional".

Delgado destacó asimismo la capacidad de testo del país –que ha superado los 4.000–, y que lo posiciona en un lugar de privilegio en el mundo. "Uruguay es de los países que más testeos ha hecho en función de la cantidad de población que tiene", agregó.

Los focos

El gobierno tiene ahora la tarea de combatir los focos registrados al comienzo de esta semana en Nueva Palmira (Colonia) y en el departamento de Cerro Largo, así como en Montevideo, en donde este jueves se constataron 60 casos nuevos, lo que también significa un récord (además de otros puntos del país).

Según dijeron fuentes del Poder Ejecutivo, el ministro de Salud, Daniel Salinas, se trasladó a Melo para seguir de cerca el brote en ese lugar, en donde hay más de 1.000 personas aisladas, con 61 pacientes con covid-19.

En una conferencia de prensa este miércoles, Karina Rando, la directora general del MSP, aseguró que el brote podía llegar a tener entre "80 y 100" casos, que podría provocar unas "tres o cuatro muertes", y apuntó contra "los jóvenes y los adultos jóvenes (que) están desconociendo las recomendaciones del Ministerio de Salud Pública.

"Este es un fenómeno que no solo se está dando en este departamento sino en todo el país. Los jóvenes han sido los mayores dispersores del brote aquí en Melo. Pero esa dispersión genera contagios también en otros adultos, niños y ancianos", dijo Rando, y añadió que calculaba que el brote en ese departamento podía llegar a costarle al Estado unos US$ 200.000 por la cantidad de tests de covid-19 que se hicieron y se tendrán que hacer para contenerlo.

Nueva Palmira, en tanto, es otra situación especial, en particular porque se trata del foco más grande que se registró en Uruguay si se tienen en cuenta la cantidad de casos en relación con los habitantes de la ciudad. Con apenas 9.857 habitantes, los palmirenses registran 28 infectados y las autoridades prevén que la cifra siga en aumento. 

El foco en ese lugar se originó en un gimnasio, según el hilo epidemiológico trazado por el MSP. Pero el alerta por el covid-19 llegó a varios lugares: una de las primeras infectadas es estudiante de bachillerato del único liceo de la ciudad, hay una niña de tres años que dio positivo al test y llevó a cuarentena a toda su clase del jardín, y, además, varios infectados viajaron en diferentes turnos de Berruti, una empresa de transporte interdepartamental.

Ahora, el gobierno intenta "mantener a Uruguay en este (todavía positivo) estatus sanitario", de acuerdo a Delgado, que también dedicó este jueves un mensaje para los que no cumplen con las elementales medidas sanitarias, como el distanciamiento físico, la higiene personal y el uso de tapabocas. "Hay excepciones, siempre las hay, pero también es verdad que la sociedad empieza a condenar esas excepciones porque empieza a valorar su propia salud y la de su entorno familiar, dijo.