Para la gremial la crisis económica es producto de la baja competitividad y el alto endeudamiento, agravada por la situación climática adversa, que compromete los ingresos futuros del país, sostuvo la declaración final del encuentro.
En la agricultura la baja de los ingresos por mejores rendimientos en oleginosas y cereales, estarían en el entorno de los US$ 1.000 millones.
A su vez en la ganadería, las pérdidas hay que proyectarlas para las dos próximas zafras, por menor nacimiento de terneros y su comercialización –como novillos de 2 años, lo que se cuantifica en US$ 600 millones.
Sobre esta situación los ruralistas comprometieron al sistema político a considerar estas apreciaciones, sobre los cuales loñs gobernantes pueden influir, tales como cargas fiscales rígidas, altos costos de la energía y combustibles, tipo de cambio, inserción internacional, endeudamiento y riesgo laboral.
La FR exigió además a las autoridades gubernamentales a mantener una política sanitaria efectiva, que considere los aportes de los actores privados que conviven con este problema, y asegura un adecuado funcionamiento de las Comisiones Departamentales de Salud Animal y de la Comisión Nacional Honoraria de Salud Animal (Conahsa.
También se reclamó seguir involucrados en el cuidado del medio ambiente siendo un celoso guardián de la salud, informando y formando conciencia agropecuaria sobre el uso y aplicación de las actuales y futura tecnologías.
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