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Ruglio: “La gente de Peñarol ya no soporta más la realidad que se vive”

Ignacio Ruglio apuesta por un modelo nuevo de gestión, en el que pretende potenciar lo deportivo con Bengoechea y Cedrés, admite que la tesorería no se cede a nadie, y que una cosa es ser presidencialista y otra no escuchar a nadie
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23 de noviembre de 2020 a las 05:01

Ignacio Ruglio vuelve a postularse como candidato a presidente en las elecciones de Peñarol. Sostiene que está en las antípodas del oficialismo, que para él lo forman Juan Pedro Damiani y Evaristo González. Apuesta a potenciar la parte deportiva, la infraestructura, entiende que a las divisiones menores hay que darle "mucho más ADN de Peñarol". Dijo que el club no es autosustentable como dijo Evaristo, y que "Peñarol no tiene ni idea de hacia dónde va en lo deportivo".

Esta será su tercera vez como candidato a presidente de Peñarol.

Sí, en la primera nos tiramos para ver qué pasaba, para empezar a buscar nuestro lugar en el club, sabíamos que no íbamos a tener chances de ganarla, era un candidato muy nuevo, íbamos por un cargo y terminamos sacando dos, la gente nos respaldó con 1.259 votos. En la siguiente estuvimos muy cerquita de ganarla y con una lista sola logramos 2.590 votos. Ahora vamos por la segunda chance de ganar la elección.

“Peñarol no tiene ni idea hacia dónde va en lo deportivo”

¿Por qué quiere ser presidente?

Por la situación que sigue viviendo Peñarol. El club está totalmente desmantelado en lo deportivo, fracasos permanentes, en 21 Campeonatos Uruguayos de 2000 a esta parte ganó seis, si querés sumar la era de Juan Pedro Damiani –que hoy es el competidor que tenemos–, ya que en 2005 la lista que ganó las elecciones era Damiani-Damiani. Desde 2005 a 2017 que se fue, se jugaron 14 campeonatos y Peñarol ganó solo cuatro Uruguayos y ni que hablar lo que hemos sido a nivel internacional en estos 20 años, muchas veces ni clasificando de la primera fase. Peñarol no estaba acostumbrado a eso, increíblemente los socios se empezaron a acostumbrar con el paso del tiempo y empezaron a verlo como algo normal. Sin embargo, hubo algunos que decidimos que no quedarnos conformes con eso y queremos dar la pelea desde el único lado que se puede dar, que es desde la política, sacando a quienes dirigieron ese tiempo y cambiándolos de su lugar. En eso estamos, para cambiar la cabeza y empezar a gobernar de otra forma. Increíblemente, los socios que más votan el modelo oficialista, son socios de 30, 40 y 50 años de socios, socios que vieron a Peñarol campeón de América y del mundo, votan el modelo de conducción que hace 20 años que dejó al club sin competencia a nivel internacional. Es increíble que sean los que más se ven más reacios al cambio. Uno supone que esa gente que vio la gloria máxima de Peñarol no debería conformarse con esto que estamos viendo.

"Es muy fácil cada vez que Peñarol pierde, quejarse por redes sociales, en asados con amigos, en cumpleaños, en cadenas de Whatsapp, pero si realmente no queremos seguir viviendo tres años más la realidad que estamos viviendo, cada cual tiene que hacer el esfuerzo de salir a convencer a dos o tres socios de su entorno para cambiar esta realidad en manos de gente que se preparó para eso”

Su campaña anterior se basaba en cuatro pilares. ¿Cambió algo de eso?

Nada. Porque Peñarol no ha cambiado. No hay triunfos ni balances. La eterna discusión de Cataldi con Damiani, “sin los triunfos no hay balances”, hoy no hay ninguna de las dos. Eso es un problema gigantesco. Por lo menos antes se discutía si había que tener la casa en orden en lo económico. Hoy, lo deportivo está muy mal, lo económico pésimo, Peñarol refinanció a cuatro años la deuda con su capitán, el Cebolla Rodríguez, deudas acumuladas de jugadores, de contratistas, de extécnicos. Solo en este proceso de gobierno de la administración de Barrera con Damiani –porque fue él quien movilizó la lista con el actual presidente– pasaron ocho puestos rentados por la dirección deportiva del club: arrancó con Gonzalo De los Santos en la dirección deportiva, lo siguió el Tío Sánchez, luego Brancato y ahora Darío Rodríguez. Y en la dirección técnica arrancó Leo Ramos, luego Memo López, Diego Forlán y Mario Saralegui. Ocho personas que dirigieron la parte deportiva del club en dos años y 11 meses con seis meses al medio de pandemia. Peñarol no tiene ni idea hacia dónde va en lo deportivo. Y todo eso acumula deudas de cada uno de esos funcionarios que trabajaron todos en un mismo lugar, sin saber siquiera qué función cumplían, y que cuando el club les rescinde, hay que pagarles todavía la rescisión de ese contrato. Entonces, estamos mal deportivamente, muy mal económicamente y pésimamente desde el punto de vista social. Peñarol se alejó totalmente de su pueblo, de pelear que la gente pueda volver a la cancha, los accesos del Campeón del Siglo son complicados, no hay playas de estacionamiento para ómnibus y taxis, ni lugares en que la gente pueda dejar sus motos, las calles laterales no nos preocupamos en ampliarlas y es lo único que le das al socio: la posibilidad de ir el fin de semana a la cancha. Si ni siquiera eso lo das con comodidad, llega un momento en el que mostrás que también en lo social estás bastante deprimido.

“Con uno de los jugadores de fútbol que tiene sin jugar con contrato de US$ 50 mil, Peñarol es campeón de la Liga Uruguaya de Básquetbol en un año”

¿Qué deudas tiene Peñarol?

Con el plantel principal, casi US$ 7 millones de sueldos, más los premios del bicampeonato y ya ha pasado un año y medio, con contratistas, ni que hablar la deuda del estadio, intereses financieros, una deuda financiera de fideicomisos con los bancos enorme, que produce una tasa de interés gigantesca al año. Eso es parte de lo que hay que empezar a cambiar cuanto antes.

Evaristo González dijo que Peñarol es independiente, autosustentable que casi no tiene fideicomisos.

El socio puede entrar a los balances del club, pedirlos y ver cómo está el club en estos momentos y sacar sus propias conclusiones. No importa lo que digan. Si es así de maravilloso como te lo pintó, no entiendo por qué le refinanciaron sus deudas a los jugadores años para adelante, como sucedió ahora con Cristian Rodríguez que se la financiaron por cuatro años. Si es autosustentable, ¿por qué hicieron eso?

“El tesorero no se cede. En mi administración podré negociar cualquier cosa, pero el tesorero no se cede, es de quien gana la elección. No podés dirigir el club y una lista que fue oposición tuya, te maneje la tesorería”

¿Qué piensa de la marca Peñarol?

Tuvimos una marca gigantesca en el mundo que en Uruguay es la marca número uno por adhesión, por fidelidad, por pasión y durante estos años ha bajado muchísimo y hay que empezar a reposicionarla. Esas cosas se reposicionan ganando. Peñarol ha sido un club ganador históricamente. La gente necesita volver a tener esas alegrías y se necesita trabajar para eso. Encabecé mi proyecto con Bengoechea y con Cedrés a los que fui a buscar especialmente para encaminar el proyecto deportivo, confiando en que tenían que llegar, ordenar la casa, y que tenían que estar al servicio de Peñarol los tres años sin moverse, para arreglar lo que sucede en la cancha. A partir de ahí, cuando empezás a ganar ese 50% de campeonatos que se ganó, ese 50% y pico por ciento de clásicos que ganamos que nos permitieron sacar la ventaja clásica más grande de América, con una diferencia de más de 20 clásicos sobre Nacional, competir internacionalmente a buen nivel, las cosas empiezan a encaminarse y vos empezás a reposicionar la marca.

“Mis pilares de la campaña anterior no cambiaron porque Peñarol no ha cambiado. No hay triunfos ni balances. La eterna discusión de Cataldi con Damiani ‘Sin los triunfos no hay balances’, hoy no hay ninguna de las dos. Eso es un problema gigantesco”

¿Y el marketing?

Hay que cambiar muchas cosas de las que hay. Debemos rever los contratos con la marca deportiva que tenemos. Esas cosas quizás traigan aire fresco al club. Hay que evaluar si es la marca con la que queremos continuar. Hay mucha cosa en marketing para crecer a nivel de socios. Peñarol tiene el departamento número 20 que el Uruguay lo tiene con 500 mil personas viviendo en el exterior y no llega a 500 socios. Ahí hay mucho para crecer, también en el interior, en venta on line de mercadería, en esponsoreo, hay mucha cosa que tenemos que empezar a trabajarla cuanto antes, pero todo eso se dinamiza cuando empezás a ganar en la cancha.

Si gana las elecciones, ¿qué es lo primero que haría?

Hemos trabajado en todo este tiempo suponiendo que vamos a ganar porque al otro día de lograr la presidencia, tenemos la responsabilidad de empezar a gobernar urgente porque hay un campeonato y hay que ganarlo como sea. Por eso son todas estas reuniones con Bengoechea, porque hay que ordenar la cancha. Tenés que dejar un equipo funcionando, ganador, que se sepa a qué juega, que haya un mismo equipo todos los fines de semana, y que vaya a pelear ese Torneo Clausura para ganar este Uruguayo.

“Increíblemente, los socios que más votan el modelo oficialista, son socios de 30, 40 y 50 años de socios, socios que vieron a Peñarol campeón de América y del mundo”

Con la llegada de Bengoechea de director deportivo, ¿al técnico lo elige él o lo hace con usted?

En la cabeza de Bengoechea, que es quien dirigirá la parte deportiva, todas esas cosas se acuerdan entre presidente y director deportivo. No decido yo ni él. Se llega a un consenso. El presidente a quien votaron los socios para que presida al club, tiene que estar al frente de casi todas las decisiones del club, ni que hablar las más importantes, debe estar seguro que ese es el técnico que quiere. La única cuestión independiente a eso es que tenés que consultar, vamos a escuchar las recomendaciones, a qué técnico debemos ir a buscar, por eso a la presentación de Bengoechea y Cedrés la llamamos “Al fútbol, los que saben de fútbol”.

¿Qué significa que vuelva Damiani al ruedo?

Tiene todo su derecho y habrá socios que entenderán que es la alternativa. Para nosotros pensar que gane, es volver a todo lo que estos 20 años no quisimos. Volver a esos cuatro campeonatos en 14 que él presidió, o los seis en 21 años que llevamos, volver a quedar afuera de las copas internacionales, volver a las contrataciones de 10 jugadores por período de pases, al endeudamiento gigantesco que ha tenido el club, volver a expulsar a aquellas glorias como se fueron Gregorio Pérez, Bengoechea y Tony Pacheco. Es todo lo que no queremos que pase y para eso estamos peleando la elección para que realmente ese modelo de conducción que a Peñarol lo ha devastado en estos 20 años, no vuelva al club.

“Estamos mal deportivamente, muy mal económicamente y pésimamente desde el punto de vista social”

¿Su presidencia sería presidencialista, como la de Damiani?

El que conoce la historia de Peñarol sabe que a los presidentes que le fue bien fueron los que estuvieron presentes e hicieron sentir su voz. Eso es ser presidencialista. La diferencia entre ser presidencialista y no escuchar a nadie, es enorme. Una cosa es ser presidencialista, y otra es ser presidencialista estando arriba de todos los temas, pero dando participación a tus compañeros. Los mejores presidentes de la historia, Guelfi y Cataldi, son recordados porque tenían su impronta, ellos tomaban las decisiones, pero siempre escuchaban a sus pares, eran presidentes muy respetados inclusive por sus opositores, porque tenían visiones diferentes, pero siempre eran consultados en las sesiones. El problema es si sos presidencialista y creés que las decisiones del club pasan solo por vos y no respetás que los socios le dieron la confianza al presidente, pero a otros 10 directivos para estar ahí adentro.

“Peñarol se alejó totalmente de su pueblo, del pelear que la gente pueda volver a la cancha”

¿Cómo se despega de que en los últimos seis años usted también fue dirigente en este mal momento deportivo y económico?

La gente reconoce que he intentado dar la pelea desde adentro, que he ido en contra de las decisiones, que las he comunicado, y que bueno, después por ser minoría, no se me hizo caso. Entonces mis votos los perdí por minoría, siempre 8 a 3 en la mayoría de las decisiones claves. Mucha gente me pregunta “¿por qué no nos enteramos de las cosas que ahí adentro pasan?”. Porque yo tengo que salir a decirle al socio en qué cosas no estoy de acuerdo porque si el día de mañana, resulta que es un error cambiar al técnico permanentemente, que es un error contratar de a 10 jugadores en cada período de pases, no puedo salir a mostrar todas las actas del club en las que voté en contra. Debo decir que en su momento no estaba de acuerdo. ¿Pertenezco a un consejo directivo que lo hizo? Sí. ¿Voté en contra? También. Entonces no me siento responsable como los que decidieron esas contrataciones o esos ceses de técnico que al club le hicieron tanto daño.

¿Piensa cambiar algo en juveniles?

Sí, hay que darle mucho más Peñarol a las juveniles de Peñarol. Absolutamente falta ADN del club. Le falta muchísima gente vinculada al club. No soy de los que creo que a todas las exglorias hay que meterlas dentro del club. No todos están capacitados para cumplir una función en juveniles, no todos tienen la pedagogía para trabajar con un niño de 14 años, ni tampoco la tiene para tratar a un joven de 17 años que está por dar el salto a Primera. Para eso no tenés que haber sido una gloria del club para poder hacerlo. Pero sí soy de los que creo que no puede ser que en las juveniles de Peñarol no haya casi nadie vinculado al club. Porque estás teniendo una pérdida real y permanente y por esas cosas, cada vez que algún jugador sube al primer equipo, están 10 días y ya se quieren ir a algún club del exterior. Ni que hablar que las ofertas son gigantescas y eso es lo primero que los tienta. Pero es diferente cuando venís cumpliendo el proceso de las juveniles rodeado por gente que respira Peñarol y fue parte de la gloria del club, esa misma gente te puede decir, “esperá, Fulano, Peñarol te va a hacer un buen contrato, te va a blindar y en un año te vas a tener que ir porque es inevitable por las cifras que se manejan en el exterior, pero tenés que hacer un proceso de un año de que el club va a empezar a disfrutar a sus juveniles y estos potencien al club. Si vos a la semana que subís, hacés tres goles y ya estás pensando de dónde viene la oferta y dejás de pensar en el Primero de Peñarol, tenés un problema”. Y la única forma de reformular eso, es eso mismo, es volver a los Bengoechea, los Cedrés, los Indio Olivera, a un montón de gente que le vuelva a dar a las formativas, el ADN de Peñarol.

“Encabecé mi proyecto con Bengoechea y con Cedrés a los que fui a buscar especialmente para encaminar el proyecto deportivo, confiando en que tenían que llegar, ordenar la casa, y que tenían que estar al servicio de Peñarol los tres años sin moverse, para arreglar lo que sucede en la cancha”

Esta directiva saliente abrió el panorama para varios deportes, más allá del fútbol. ¿Piensa seguir apostando a ellos?

Sí, son buenos para el club. El básquetbol es el único que te puede sacar algo de la caja, pero ni tanto. Es más, con uno de los jugadores de fútbol que tiene sin jugar con contrato de US$ 50 mil, Peñarol es campeón de la Liga Uruguaya de Básquetbol en un año. Con ese dinero, muy probablemente abarcás todo el presupuesto del básquetbol en un año. Y todo el resto de los deportes anexos, si realmente le diera la caja que necesitan para competir a gran nivel, te generan una incidencia muy baja en la caja general y te permiten una adhesión de 300 o 500 deportistas que están unidos a la causa, que compiten por Peñarol, que tienen familias alrededor, que se asocian, generan una adhesión a la causa que siempre va a servir.

“Pensar que gane Damiani, es volver a todo lo que estos 20 años no quisimos”

Respecto a la infraestructura del club, más allá de la Ciudad Deportiva, ¿piensa apostar a algo?

En nuestros tres años de mandato si soy presidente, tenemos dos pilares en materia de infraestructura: terminar la Ciudad Deportiva y nuclear todo el fútbol de Peñarol allí, inclusive llevar la concentración hacia allí, así conviven todas las disciplinas. El otro punto es mejorar los accesos al Campeón del Siglo. Para eso nos contactamos con Alejandro Ruibal y le preguntamos si estaría dispuesto a encabezar una comisión de infraestructura paralela al club que no tuviera nada que ver con la parte política, lo creemos una persona absolutamente preparada para eso, un buen peñarolense que ahora decidió alejarse de la política por un tiempo. Nos manifestó que sí, que contáramos con él, que podíamos nombrarlo sin ningún problema, que en caso de ganar nosotros o si se lo proponía otro grupo, tampoco iba a tener problema en liderar esa comisión que tarde o temprano inaugurará la Ciudad Deportiva y Peñarol tenga un complejo acorde a la grandeza que tiene el club.

Usted siempre dice que es la única oposición, ya que pone a Evaristo González dentro del oficialismo.

Sí, Evaristo es el actual secretario general del oficialismo, integró fórmulas con Damiani, Catino, Barrera y todo el resto. En las últimas elecciones, esas siete listas fueron juntas y en las fotos estaban todos abrazados celebrando que habían ganado la elección. Después que estuvo tres años como secretario general, es muy difícil salir a decirles a los socios que ya no es más oficialista. Pero fue oficialista durante este mandato que fue muy malo en lo deportivo y en lo económico, es un dato de la realidad, no lo puede contrastar. Él fue el secretario general del oficialismo y Damiani quien armó todo este combo, el que estuvo todos estos años y el que decidió ponerlos a todos ellos al frente del club durante estos tres años para esta gestión que tanto mal nos hizo en los resultados deportivos.

¿Qué significaría para usted ganarle a Damiani?

Necesitamos ganar para poner al club en el lugar que debe estar, no por ganarle a nadie. Siempre se lo digo a mi grupo de trabajo. Si ganamos nos pondremos muy contentos, pero no hay nada para festejar. Si ganamos y durante tres años contratamos 10 jugadores por período de pases, echamos a cuatro técnicos, despedimos mal a las glorias, hacemos pésimas competencias internacionales, los socios van a decir “bueno, se quejaron 10 años y lo mismo terminaron haciendo ellos”. Tenemos que ganar para empezar a mostrar cómo se gestiona de otra manera. Y el día que lo hagamos y empecemos a ganar las cosas que tenemos que ganar, el socio dirá “sirvió el cambio” y para eso vinimos. No vinimos para ver si le ganábamos una elección a Damiani. Ese no es nuestro cometido.

“Para mejorar los accesos al Campeón del Siglo nos contactamos con Alejandro Ruibal, quien dijo que nos acompañará si ocupamos la presidencia”

¿En lo social qué habría que mejorar?

Todo. El servicio al socio. El socio solo va a la cancha y ahora hace ocho meses que no va y sigue pagando su cuota en forma titánica y eso es amor y pasión pura. Hay que mejorarle los servicios, mejorarle los accesos al campeón del siglo, hay que tener mucha más cercanía con ellos, refundar las peñas que durante este período se desarmaron totalmente y eran un órgano gigantesco de ayuda permanente en cada barrio y en cada ciudad.

El tesorero será Eduardo Zaidensztat y Álvaro Queijo lo acompañará.

El tesorero no se cede. En mi administración podré negociar cualquier cosa, pero el tesorero no se cede, es de quien gana la elección. No podés dirigir el club y una lista que fue oposición tuya, te maneje la tesorería. Son cosas que no van de la mano. El que no entienda eso, no entiende cómo un club puede llegar a ganar. Será Eduardo Zaidensztat, con Álvaro Queijo, una tesorería doble, pero Eduardo será el tesorero. Pero para trabajar en la tesorería, seguro que voy a buscar a gente de la 2809 y del oficialismo, porque hay gente súper valiosa para manejar los números del club y si desde el liderazgo, los números te lo manejan tres grupos de forma permanente y unificada, muy probablemente tengas mucho más blindada tu gestión económica. Si bien hay un tesorero al que le reportan los números y las decisiones a los otros grupos que hayan perdido la elección, vos vas a quedar blindado porque nadie va a poder decir que no sabía qué era lo que se estaba haciendo con la plata del club. Evaristo tiene a Gustavo Guerra en el puesto 4 que es un contador que conozco que seguro quiero que esté en el club. La 2809 tiene desde hace años a Mijael Lichtenstein en los números del club que voy a querer que sea parte de la diaria. Y Eduardo Zaidensztat sabe desde el inicio que eso va a pasar. Entonces, ahí sí hay que trabajar mucho más en equipo, si bien las decisiones de la tesorería las tiene que tener alguien que sea de confianza del presidente.

¿Está contando los días para las elecciones?

Estamos muy convencidos que esta tiene que ser nuestra elección. La gente ya no soporta más la realidad que vive. Es muy fácil cada vez que Peñarol pierde, quejarse por redes sociales, en asados con amigos, en cumpleaños, en cadenas de Whatsapp, pero si realmente no queremos seguir viviendo tres años más la realidad que estamos viviendo, cada cual tiene que hacer el esfuerzo de salir a convencer a dos o tres socios de su entorno para cambiar esta realidad en manos de gente que se preparó para eso, que no viene al club por más nada que simplemente el interés de ver a Peñarol tocando la gloria de nuevo y eso lo vamos a demostrar apenas los socios nos permitan.

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