Mercedes llegó a la Iglesia Sagrado Corazón de Barracas en Argentina para asistir al casamiento de una pareja de amigos, pero cuando abrieron las puertas la sorprendida fue ella: su pareja la esperaba en el altar para casarse con ella.
Desde hace cinco años Gustavo Ortiz deseaba casarse con la mujer que conoció hace treinta años cuando eran vecinos en el barrio Sarandí y que se convirtió en la madre de sus tres hijos. Sin embargo, no supo cómo hasta este año.
Entonces, comenzó la organización de una boda sorpresa. Pensó en la fecha, rastreó los certificados de bautismo de ambos y, finalmente, le compró la ropa a sus hijos. Una compañera de La Nación, el diario en el que trabaja Ortiz, se hizo pasar por novia y todos simularon que iban a otro casamiento. Solo hubo un problema: Mercedes se quería poner un vestido negro.
Siempre le gustó usar ese color pero en esta oportunidad debía resaltar. Sus amigas, que sabían lo que planeaba su pareja, la convencieron de que cambiará de vestuario y se mandó a hacer un vestido especial.
Llegó a la iglesia junto a una amiga y, al abrir la puerta, lo supo. Entre lágrimas y mucha alegría, saludó al que pudo y no dudó en tildar de ''loco'' a su marido. Mientras tanto, sus amigas le colocaron un velo y la boda comenzó.
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá