El mercado internacional de granos venía en franco descenso por la salida de barcos cargados en Ucrania y la perspectiva de un mundo encaminado a un lento crecimiento económico, que se dieron vuelta una vez más por la combinación de olas de calor y sequía que afectan al hemisferio norte y que abarcan ahora a China, la Unión Europea y Estados Unidos.
Lo que el viernes pasado empezó como compras de oportunidad por una prolongada baja, ya el lunes se convirtió en compras en base al clima y la reactivación de la demanda por todos los granos, pero especialmente por soja, dado que la consolidación de un escenario Niña genera dudas sobre el futuro de la cosecha del Mercosur.
Pero el problema concreto está aquí y ahora con el maíz y la soja del hemisferio norte.
El lunes pasado el Departamento de Agricultura de Estados Unidos recortó la calificación de los cultivos una vez más, cuando el mercado esperaba una estabilización en el estado de maíz y soja. Pero a medida que la semana fue transitando y el calor y la sequía se fueron acentuando, las cotizaciones mantuvieron un ritmo firme de ascenso, lo que determinó que se volviera a las referencias de un mes atrás, con la soja en primera posición acercándose a los US$ 600 y el trigo en la posición diciembre muy cerca de los US$ 300 por tonelada.
Eso es algo muy oportuno porque quita algo de incertidumbre que estaba instalada en Uruguay donde los cultivos se hicieron con un nivel alto de costos y que durante esta semana atravesaron un faltante de agua que los puso en peligro.
Por otro lado, las heladas de esta semana complicaron todavía más el estado de los cultivos de canola que en su primer año de ser el principal de invierno enfrentan un resultado más modesto que el del año pasado. En cambio, trigo y cebada aparecen con un potencial productivo interesante.
Durante la semana se supo que el área de trigo de Argentina bajó 9% este año por faltante de lluvias, en tanto el Departamento de Agricultura redujo su perspectiva de rendimiento de soja en Brasil lo que lleva su proyección de producción de 149 a 144 millones de toneladas.
Una tercera Niña parece cambiar el panorama bajista que se estaba consolidando hasta la semana pasada y puede mejorar la austera perspectiva de márgenes agrícolas que presentó la Federación Uruguaya de Grupos Crea (Fucrea) esta semana en la que muy pocas combinaciones agrícolas permitían un margen positivo.
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