Oficinas lujosas, fiestas exclusivas, ideas que nacen en garajes, riesgos, rutina, fracasos, glamour, bancarrotas, falta de representación femenina, líderes nefastos, genios en potencia y mucha tenacidad. Estas son algunas de las características que pueden verse en esta selección arbitraria –y no tanto– de series televisivas que se desarrollan en el mundo empresarial.