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Simeone y Suárez juntos: picardía, explosión y una forma de vivir el fútbol a lo Uruguay
La voz ronca. Clara consecuencia del alarido de gol. En la hora. Con su gente. El Cholo no lo dudó. Cuando Josema Giménez marcó el gol contra Juventus por la Champions en febrero de 2019, se tomó los genitales. Giró y quedó de cara a su tribuna. Auténtico. Festejó como lo sintió. Una forma de vivir el fútbol.
Choca, discute, grita. Se cae y se levanta. Se peleó contra más de media Inglaterra que no toleró su forma de sentir y vivir el fútbol. Lo agarraron, lo golpearon, lo provocaron. Se defendió hasta mordiendo. Un verdadero demonio para las defensas rivales.
El Cholo Simeone y Luis Suárez parecen nacidos tal para cual. Y vaya paradoja del destino, el fútbol los pone en el mismo camino.
El técnico argentino tendrá al jugador que tanto admiró cuando lo tuvo como rival. Jamás escatimó elogios.
“Tremendo, extraordinario, fuerte, agresivo, intenso... Asiste y marca desde cualquier lado. Es el mejor nueve de raza que puede tener un equipo”, expresó el técnico de Atlético Madrid, Diego "Cholo" Simeone, en alguna oportunidad sin imaginar siquiera que con el paso de los años se convertiría en su entrenador.
Y ahí están. Juntos. Simeone y Suárez. Cholo y Luis. Para retroalimentar uno al otro esa forma tan rioplatense de sentir el juego.
¿Qué le puede aportar Suárez al Atlético Madrid de Simeone y cómo encaja en el equipo?
Primero hay que decir que el salteño llega a un equipo de tradición pura uruguaya. Eso es una ventaja porque la gente se identifica con la entrega del jugador charrúa. Conocen su temple.
Jorge "Polilla" Da Silva fue el primer uruguayo que se desatacó con la rojiblanca al marcar 29 goles en 80 partidos en dos temporadas, ente 1985 y 1987.
Luego fueron tiempos de Fernando "Petete" Correa que estuvo seis temporadas en los colchoneros (1995-1996 y 1998-2003). Pero acaso el jugador que marcó un punto de quiebre fue Diego Forlán. El delantero se consagró goleador (Pichichi) de la temporada 2008-2009 con 32 goles, lo que le valió para ganar su segunda Bota de Oro.
Después llegaron los tiempos del caudillo Diego Godín, un líder dentro del campo de juego que dejó su nombre en letras de oro en la institución.
En la actualidad la bandera uruguaya la porta José María Giménez, un zaguero llamado a ser líder.
A ello suma que el preparador físico del club es uruguayo: Óscar Ortega.
El estilo Atlético
A lo largo de los últimos años por estas tierras se ha definido al Atlético Madrid como el Uruguay de Europa. Es que los colchoneros tienen un estilo de juego cerrado, basado en un muro defensivo, un mediocampo fuerte y delanteros que se las ingenian para aprovechar las oportunidades.
Otro aspecto comparable con Uruguay es su grado de sufrimiento. Es un equipo capaz que tolerar asedio constante sin que se le mueva un pelo.
Suárez en ese juego se mueve como gato entre la leña. Y es un gran generador de acciones. Sabe jugador de espaldas al arco rival. Es vivo e inteligente para sacar faltas que habilitan acciones de pelota quieta.
En el último entrenamiento previo al juego del fin de semana contra Granada, el equipo se paró con una dupla ofensiva formada por Diego Costa y Joao Félix.
¿Pueden jugar los tres? En fútbol todo es posible. Pero lo habitual es que el Aleti juegue 4-4-2. En ese caso tendrá que analizar Simeone quién sale.
Joao tiende a ir por afuera. Diego Costa es un 9 de área, otro jugador de carácter recio y combativo. Suárez tiene como característica ser el primer marcador en sus equipos. Es una tarea que queda claramente marcada en la selección.
Luis suele ser el primer muro de contención en primera línea. Su presencia genera desgaste físico y psicológico en los zagueros. Saben que el depredador está ahí. Oliendo la sangre del gol.
Esta tarea inicial es vital para que la pelota llegue “sucia” al medio. ¿Qué significa? Que ante su acecho el rival o bien lanza una pelota o puede cometer un error.
Para desarrollar la tarea se debe contar un equipo generoso, donde nadie escatime esfuerzos, el Atlético del Cholo lo es. Todos tienen puesto el overol.
Para el tipo de juego que gusta desarrollar a Simeone es fundamental tener un jugador que fije los defensas rivales a los efectos de que los que vienen detrás puedan llegar a posiciones de definir.
La presencia de Suárez merodeando el área es un foco para los defensas. Luis los arrastra como nadie. Mueve a la zaga a su antojo y eso genera espacios para el resto.
En los últimos tiempos, además de sus dotes de goleador implacable, sumó su capacidad para el juego con pelota. Un dato que no es menor es que Suárez es el jugador con más asistencias de gol en la selección de Tabárez.
De más está decir que en el área es letal. Luis resuelve en centímetros cuando los demás necesitan un metro.
Para el Cholo no alcanzan las palabras a la hora de definirlo. “Luis Suárez, es extraordinario, maravilloso, tremendo, fuerte, agresivo, intenso... Asiste y marca desde cualquier lado. Tiene virtudes enormes, juega mucho con el cuerpo, es potente, tiene buenos movimientos y es contundente en el área”.
Tradición charrúa
Atlético de Madrid es un club identificado con los futbolistas uruguayos. En 1954 se produjo el primer desembarco de un jugador charrúa. Fue el delantero Rafael Souto, procedente de Nacional, que estuvo en el club hasta 1956. En esos dos años jugó solo cinco partidos y marcó un gol según Mundo Deportivo.
En la década de 1980 fue el turno del golero Eduardo Belza, actual gerente deportivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol. Arrancó en el Atleti pero terminó jugando en la filial.
Fue recién en la temporada 1985/1986 donde se destacó el primer uruguayo. Fue el Polilla Da Silva que disputó 80 partidos en dos temporadas marcando 29 goles.
Marcelo Saralegui tuvo un breve pasaje de tres partidos en 1991. Atrás llegó otro que dejó su huella como Petete Correa. Fueron seis años en los que jugó 175 partidos y anotó 45 goles.
En 1998 fue el turno del volante Pablo García y el delantero Juan González quien llegó a préstamo de Oviedo un año más tarde. En el verano de 1999 desembarcó Leonel Pilipauskas en un controversial pase tras ser declarado en rebeldía por su club Bella Vista.
Diego Alonso inauguró la década de los años 2000 jugando en el club en el ascenso logrando un gran rendimiento con 22 goles en 39 partidos.
Al Tornado le siguió el volante Gonzalo De los Santos. Ruben "Pollo" Olivera tuvo un fugaz pasaje y luego fue el turno de Marcelo "Pato" Sosa.
En enero de 2005 se incorporó Richard Núñez, procedente del Grasshopper suizo.
Hasta que se produjo el quiebre en 2007 con la incorporación de Diego Forlán. Con sus goles fue pieza clave para las conquistas de la Europa League de 2009-2010 y la Supercopa de Europa de la temporada siguiente. Fue goleador y ganador de la Bota de Oro de la temporada 2008-2009 con 32 conquistas.
Luego se registraron los casos de Leandro Cabrera y Sebastián Gallegos en el filial.
Hasta la llegada de Diego Godín, el capitán. El zaguero marcó toda una época en Atlético. Fue el que le terminó dando el tinte uruguayo junto con su compañero de zaga José María Giménez. Con ellos también estuvo un tiempo Cristian "Cebolla" Rodríguez.
En juveniles juega Juan Manuel Sanabria y estuvieron Emiliano Velázquez y Nicolás Schiappacasse.
