Sindicato automotor alerta por pérdida de subsidio para el sector

El sindicato de la industria automotriz está preocupado por "rumores" que mencionan la posibilidad de quitar los beneficios que otorga un decreto para los exportadores de la industria que estén instalados en el país, dijo un dirigente del sector. La normativa, según el gremio, explica en parte la instalación de firmas internacionales del rubro automotor y autopartista para, desde aquí, introducir sus productos hacia los países de la región. Esto se da, además, cuando todavía está fresco en la memoria un golpe duro para el sector: la bajada de cortina de Chery-Socma que implicó la pérdida de 400 puestos de trabajo.

Durante la pasada administración de gobierno, las autoridades del equipo económico habían puesto en duda la eficacia de este régimen porque consideraban que el valor agregado de su producción no justificaba un subsidio estatal. Sin embargo, las autoridades del Ministerio de Industria descartaron de plano la quita de ese apoyo. "Perder el beneficio no es algo que estemos pensando y menos en la coyuntura actual. No está en nuestros planes que eso desaparezca. Una de las opciones es pedir una prorroga (a la OMC) y otra trabajar con Economía para una nueva redacción del decreto", dijo ayer a El Observador el subsecretario de Industria, Guillermo Moncecchi. El jerarca anunció que su cartera está trabajando en una propuesta de decreto que luego elevará a Economía para su discusión (ver aparte).
Las trabas a la importación establecidas desde hace un tiempo por Argentina, a lo que se sumó más recientemente la depreciación del real, han impactado en el sector local, que ha visto cómo a su producción se le hace cuesta arriba ingresar en los países vecinos, sus principales compradores. En el caso de las autopartes, en 2014 el 39% tuvo como destino Brasil y el 35% Argentina.

Esos han sido, además, los argumentos que han utilizado las empresas a la hora de enviar trabajadores a seguro de paro o de mermar su producción, sostiene el sindicato del sector. La preocupación de los trabajadores es que la situación derive en despidos definitivos. El decreto en cuestión es el 316/92, que entró en vigencia cuando el presidente era Luis Alberto Lacalle y el Mercosur daba sus primeros pasos. En síntesis, establece un reintegro de 10% sobre el valor FOB de las exportaciones de vehículos y autopartes a través de certificados de crédito dados por el gobierno. Estos pueden ser utilizados para el pago de impuestos aduaneros, de impuestos recaudados por la Dirección General Impositiva (DGI), o para el pago de obligaciones en el Banco de Previsión Social (BPS).

En agosto de 2013, el entonces ministro de Economía, Fernando Lorenzo, había señalado que en 2012 se habían resignado por el régimen automotor US$ 37,4 millones. Ahora, el sindicato de la rama alerta acerca de comentarios que indican que algunos actores del gobierno tienen la intención de echar por tierra este beneficio, lo que genera inquietud. "Si llegan a sacar el (decreto) 316 marchamos todos los que trabajamos en la industria automotriz, no hay vuelta", alertó el dirigente de la Unión de Trabajadores del Metal y Ramas Afines (Untmra), César Acosta. "De sacarse ese beneficio, peligrarían más de 3.500 puestos de trabajo de inmediato", añadió.

Por este tema, indicó Acosta, están gestionando una reunión con la Dirección Nacional de Industrias. El dirigente sindical explicó que algunas empresas ya han enviado a trabajadores a seguro de paro o han reducido su jornada laboral, mientras que otras han sacado el pie del acelerador. Faurecia –empresa francesa de autopartes instalada en San José y que el año pasado exportó por US$ 27 millones– fue señalada por Acosta como una de las que envió empleados a seguro de paro.

En tanto, Yazaki –firma japonesa de autopartes con una planta en Colonia y otra en Las Piedras, y que en 2014 colocó productos en el exterior por US$ 42 millones– tendría dificultades en su producción, también de acuerdo al dirigente de la Untmra. Acosta también indicó que la empresa Nordex –donde se producen los camiones Kia y los autos Geely– habría mermado su producción.

"Estamos empujando para mantener esos beneficios"

La industria automotriz viene sufriendo algunos reveses. Cerró una planta en mayo, Chery, y otras están advirtiendo por su viabilidad futura. ¿Qué acciones está tomando Industria para atender ese coyuntura?
Chery tenía problemas con Argentina y sus restricciones. El Ministerio de Industria está trabajando y siguiendo de cerca la situación de las empresas para ver sus necesidades y plantearlas en distintos ámbitos, como la renovación del protocolo del convenio automotor con Brasil. Hay factores que podemos controlar y otros que no. Lo que estamos haciendo es siguiendo una a una la situación de las empresas. Estamos trabajando en algo más general, que denominamos una plataforma de fortalecimiento industrial, que busca ser un ámbito donde se reúnen funcionarios de distintas áreas del Ministerio con la Cámara de Industrias y el PIT-CNT para escuchar constantemente lo que nos están planteando y tratar de tomar una serie de medida en las que estamos trabajando para responder.

El gremio automotor alerta por el impacto que tendría para el sector la eliminación del subsidio a la exportación a fines de este año. ¿Qué determinación va a tomar Industria?
El Ministerio pretende proteger ese beneficio. Por eso, vamos a buscar los plazos para extenderlo y además estamos trabajando desde el año pasado con el Consejo Automotriz para buscar una nueva versión del beneficio que sea compatible con la OMC (Organización Mundial del Comercio). A la OMC no le gustan los subsidios a la exportación, pero hay algunos mecanismos como fijar subsidios a la producción. Es un poco con este espíritu que se está pensando este nuevo decreto, tratando de dar certezas a la industria nacional, sobre todo por el entorno regional en el que está. Estamos empujando para mantener esos beneficios y trabajar con lineamientos más estratégicos, como la incorporación de innovación como moneda de cambio por los beneficios.