"Las rapiñas no se solucionan eliminando el efectivo de la calle. Se busca poner paliativos sin tocar el problema de fondo que es la desigualdad que lleva a que la gente tenga que salir a robar, y no valore la vida", apuntó el dirigente.
Dos taxistas fueron baleados en una semana durante intentos de
rapiña. Por esta razón, luego del último suceso ocurrido en la noche del viernes en las inmediaciones de San Martín y San Quintín cuando un trabajador fue herido de bala desde el exterior del vehículo, el
Sindicato Único del Taxi (SUATT) resolvió un
paro de 24 horas que empezó a las tres de la madrugada del sábado y finalizó a la misma hora de este domingo.
El dirigente del SUATT, Federico Pereyra, confirmó a El Observador que el trabajador herido la semana pasada se encuentra en recuperación, mientras que la víctima del intento de rapiña de este viernes se encuentra "estable", con daños en el pulmón y el diafragma por la bala recibida.
El comunicado difundido por el SUATT con el anuncio del paro indica que "la mampara no se toca". El reclamo del sindicato es mantener los elementos de seguridad con los que cuentan los vehículos, refiriéndose específicamente al vidrio que separa al conductor de sus pasajeros.
En marzo, cuando el presidente de Cutcsa Juan Salgado asumió la titularidad de la Cámara del Transporte del Uruguay dijo que la mampara no debería ser obligatoria. "Tendría que ser optativa para el pasajero, que es quien debería elegir en qué vehículo viajar. Si hoy lo elige, el taxímetro está en situación desigual de competencia", afirmó.
Por su parte, Pereyra del SUATT afirmó que Salgado se refirió a la mampara "de una manera liviana y fría, cuestionando este elemento".
La mampara llegó al taxi en el año 1994 a raíz de un aumento en las rapiñas y muertes de taxistas causados por pasajeros que se sentaban en el asiento trasero del vehículo. "La mampara se implementó como elemento de seguridad, porque hasta ese momento todas las muertes de trabajadores ocurrían desde el asiento de atrás", dijo Pereyra.
Luego de las declaraciones de Salgado, el SUATT se reunió con la Intendencia de Montevideo, expresando la postura contraria a quitar la mampara o a escuchar alternativas de seguridad. "No dejamos que se hagan planteos sobre el tema. Entre la Intendencia y las empresas pueden conversar, pero no dejamos que se hagan planteos alternativos", sostuvo el sindicalista.
El POS: una solución paliativa
Consultado sobre la disminución del efectivo en los taxis por el uso del POS, por el cual los pasajeros pueden pagar con tarjetas, Pereyra comentó que "no es una solución de fondo".
"Tenemos que ser cuidadosos en no caer en planteos facilistas para solucionar el problema de las rapiñas". Federico Pereyra, dirigente del SUATT
Dentro de las exigencias del sindicato para brindar más seguridad a los trabajadores del taxi, Pereyra apuntó a un mayor control de los elementos de seguridad en los vehículos, retomar los cursos para choferes y radioperadoras sobre protocolos de actuación en caso de rapiñas -con la utilización de códigos para identificar que está sucediendo un incidente en el momento de la comunicación- , y la implementación de un seguro para los choferes en caso de agresiones físicas que imposibiliten que el trabajador vuelva a trabajar.
Este lunes se reunirá el SUATT con la Comisión de Seguridad de la Intendencia de Montevideo para analizar estas alternativas.
