El precio de la carne vacuna comenzó a subir en las carnicerías y en el resto de los comercios minoristas. El precio del asado trepó a un mínimo de $ 330 por kg y la carne picada a $ 250, por citar dos de los productos con mayor demanda en el mercado interno.
También subió el precio de la carne de pollo, que se mantuvo estabilizado durante casi todo el año y ahora comenzó a ascender, con un valor de referencia de $ 140 por kilo para el caso del pollo entero en las carnicerías.
Alfonso Fontenla, presidente de la Unión de Vendedores de Carne (UVC), señaló a El Observador que algunos proveedores ya trasladaron el ajuste a los comerciantes y el resto lo irá haciendo con el paso de las horas. “Era un aumento esperable, pero no querible”, expresó.
El precio que por el ganado debe abonar la industria frigorífica está muy firme, no solo porque la demanda externa sigue siendo importante, sino que -como siempre pasa en el invierno- hay cierta escasez de animales listos para la faena.
Fontenla mencionó que hay una suba de unos $ 10 por kilo para la media res en el gancho. En el caso de las pulpas y otros cortes deshuesados el incremento para el cliente es de al menos $ 15 por kilo y, en el caso de los cortes con hueso, como los asados, prefiere esperar un poco a que se cierre este ciclo de ajustes al alza para ver cuánto incide. También habrá ajustes en las menudencias, por lo que la suba es, en definitiva, para toda la carne de vacuno.
Luego recordó que la última suba se había dado a inicios de julio, pero por un monto menor, aunque antes hubo varias, sobre todo en abril y mayo. “En lo que va de este año estimo que el precio de la carne vacuna subió más de un 30%, tal vez un 35%”, alertó.
Germán Möller, presidente de la Asociación Nacional de Carniceros (ANC), dijo a El Observador que “subió todo”, aludiendo a la carne vacuna, con un aumento al consumidor en aproximadamente $ 10 a $ 15 por kg para los cortes con hueso y de $ 20 para las carnes sin hueso.
El comerciante puntualizó que dar precios que sean la realidad exacta para todo el mercado es difícil, porque los valores tienen oscilaciones según la característica del comercio y su ubicación, por ejemplo. Por lo tanto, puede haber asados por debajo de lo que señaló, también más caros que el precio máximo que indicó.
A a modo de referencia dijo que los asados “normales, de 13 costillas”, pueden andar ahora en al menos $ 330 a $ 360 por kilo; que la carne picada según sea magra o con determinado porcentaje de grasa puede ir de $ 250 a $ 400 por kilo; que los cortes del delantero como paletas y agujas tienen precios actualizados en $ 300 a $ 320 por kilo; y que las pulpas sin hueso no bajan ahora de los $ 400 por kilo.
Fontenla indicó que la carne de cerdo, una opción a la vacuna, tiene un precio bastante estabilizado este año, sin cambios bruscos, en un producto que casi totalmente procede de la importación, desde Brasil.
En el caso de la carne aviar, tras varios meses sin cambios en el valor, hace algunas semanas comenzó a subir y ya se acumula una suba de $ 15 por kilo. “Veremos si eso sigue subiendo”, planteó.
Möller, sobre la carne de pollo, tras decir que ahora está en un rango de precio de $ 140 a $ 160 el kilo en la mayoría de los comercios, advirtió que “se habla ya de una nueva suba, para la semana que viene de unos $ 4 o $ 5 por kilo.
“La verdad es que no tenemos claro por qué (sube el precio del pollo ahora)”, mencionó. Explicó que están recibiendo pollos de un tamaño grande y que cuando eso sucede el precio no debería cambiar, ya que eso es un síntoma de que hay producción y oferta.
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