Tembló el suelo. Algunos pensaron que era un avión, otros que se trataba de un trueno o un camión, pero en realidad era un temblor sísmico de magnitud 4.2 que se sintió a las 5:43 de la mañana.
A raíz de este movimiento Café & Negocios consultó a arquitectos para saber cómo se debe proceder con las casas y edificios que se encuentran en las zonas afectada por este fenómeno.
La presidenta de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay, Mercedes Espasandín, afirmó que le parece ajustado revisar las estructuras de las construcciones y poder contar con una opinión técnica según cada caso. "Pienso que tendría que hacerse un relevamiento porque muchas patologías, como fisuras o lo mas importante que es lo estructural ser revisado y controlado porque a veces puede no verse", indicó la arquitecta y señaló que esto varía según cada estructura.
El decano de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, Marcelo Danza, aseguró que el daño "depende de la intensidad que tenga (el temblor)". "A veces hay pequeños temblores que prácticamente no se perciben que no generan ningún tipo de consecuencia, pero en la medida en que vaya aumentando el temblar puede ser que sea necesario revisar", subrayó el decano de la FADU.
En este sentido, Danza indicó que una revisación que se puede hacer "casi visual" es comprobar si existe en los muros algún tipo de fisura. "Si ocurriera eso, se podría seguir estudiando", indicó. A propósito la presidenta de la SAU remarcó que "la arquitectura da señales" como pueden ser las grietas que se ven en una pared de ladrillo, en un revoque, cosas que pueden ser superficiales, pero se puede correr riesgo si la fisura se encuentra, por ejemplo en un pilar, en una viga o en la losa de hormigón. "Consultar es una buena recomendación, no quedarse con la duda. Hay espacios donde consultar. En la Sociedad de Arquitectos del Uruguay se puede consultar y hay muchos técnicos formados", dijo Espasandín y remarcó que se trata de un tema que tiene solución.
"Tengo entendido que este movimiento, más allá que se sintió, fue pequeño desde el punto de vista de las afectaciones que puedan tener los edificios", finalizó Danza.
Según explicó el decano de la Facultad de Arquitectura, en Uruguay los movimientos terrestres "no son una variable que se considere al momento del cálculo de las estructuras o del diseño". Espasandín coincide en que no está entre los requisitos que se estudian como sí lo son otras cuestiones climáticas como el viento y agrega que "es una oportunidad para reflexionar sobre las normativas en la construcción".
"Los paises sisimicos tienen todo un sistema de trabajo en todo lo que tiene que ver con la estructura del edificio que ya está preparado para recibir movimientos y no verse afectado", señaló Danza y añadió: "Hasta ahora en Uruguay no es que no existan movimientos, pero son de una magnitud tal que no generan repercusiones en las estructuras. Acá no existe ordenanza sísmica ni cultura al respecto".
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